domingo, 25 de marzo de 2012

OLFATO, EL SENTIDO REVALORIZADO DEL PLACER


En los rituales y prácticas chamánicas y religiosas se quemaban y se queman plantas y resinas capaces de alterar la conciencia, buscando generar una experiencia mística y espiritual. El uso de incienso en las ceremonias de diversas religiones a lo largo de los siglos ha perpetuado este aspecto; muchas de las gomas y resinas que componen el incienso tienen propiedades terapéuticas poderosas, además de inducir un estado meditativo y de reflexión en la mente de los fieles. Y todo vía la nariz.
La región olfatoria es el único lugar del organismo donde el sistema central del cerebro está estrechamente relacionado con el mundo exterior; así, los estímulos olfativos llegan directamente a las conexiones más profundas del cerebro. Después de un mensaje olfativo, el aroma atraviesa la corteza rinoencefálica a través de numerosas fibras nerviosas y alcanza los centros de control superior del cerebro, el hipotálamo. Estas glándulas constituyen en su conjunto el sistema más primitivo del organismo humano, el sistema límbico, donde se coordinan el comportamiento emocional y los impulsos condicionados por los instintos, por lo que el estímulo olfativo puede ocasionar efectos inmediatos, tanto sobre las percepciones como fisiológicos, por lo que se confirma que más allá de su capacidad sensorial, el olfato tiene un componente emocional muy fuerte.
En esta lógica esta la aromaterapia, muy difundida en nuestro medio, que utiliza aceites vegetales concentrados, aceites esenciales, que se inhalan o aplican en la piel, para mejorar la salud física y emocional.
En nuestro Siglo XXI, era de la velocidad, del “fast life”, donde la consigna es “Lo quiero todo y lo quiero ya”, donde ya no se trata de disfrutar; comer, tomar un café o una copa y charlar tranquilamente con los amigos, sino de buscar rápidamente el frenesí sobrepasando todos los límites.
Y como siempre, para estos impulsivos, el mercado oferta varios adminículos que facilitan sus expectativas:
El producto, llamado AeroShot, un inhalador con el que las personas sienten inmediatamente los efectos estimulantes de la cafeína, se huele y listo; gracias a que la nariz y los pulmones transportan más rápido las sustancias al torrente sanguíneo.
Esta el “oxi shots” o inhalador de alcohol, que producen una borrachera Express; hueles y te sientes inteligente, bello y poderoso.
En algunos locales se vende en pequeños dispensadores, óxido nitroso “gas de la risa”, para lograr rápidamente la carcajada y la felicidad.
“No se meta el dedo, use “cocaine inhaler” para esos momentos”. Es una publicidad que circula por los medios para un vaporizador de cocaína para gente Inn.
También nos anuncian que los postres ya no se comen se inhalan, se olfatean, se huelen:
Una empresa estadounidense ha creado un inhalador que simula el olor y sabor de distintos postres. Según la propaganda ayudaría también a inhibir la ingesta de calorías y perder peso. Entre estos postres, esta a la venta “Le Whif” un original inhalador de chocolate que se lanzó a la venta con el eslogan “tan dulce como el chocolate, tan ligero como el aire”. La idea es: huela, disfrute y no engorde.
Comentando estos temas, me decía un colega bonosolista, que a estas alturas del partido cuando ya no podemos comer pan, por deficiencias del instrumento, no nos queda más que olisquearlo. Esto me recordó al Emperador Napoleón Bonaparte quien, anticipándose al twitter, excitado por la batalla enviaba a Josephine un papelito que decía “no te bañes, voy”.

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