viernes, 11 de diciembre de 2015

HISTORIAS DE UN PROYECTO DE PAIS INCONCLUSO

HISTORIAS DE UN PROYECTO DE PAIS INCONCLUSO
Ovidio Roca
Érase una vez, en un lejano e inmenso país situado en el centro del continente, poco poblado y encerrado entre montañas y selvas; lejos de las costas marítimas, que es por donde transitan las ideas, el comercio, la innovación, la industria, las mercancías. Un país y una sociedad que quedo aislada y estancada desde su inicio en el extractivismo, la economía informal y viviendo precariamente de los minerales y luego del gas.
Un país y un pueblo que como todos, es producto de su geografía, su historia y economía; de sus logros y derrotas; de las huellas que otros fueron dejando en su vida; de sus sueños y esperanzas y de las consecuencias de las buenas y malas decisiones que fueron asumiendo.
Una sociedad que necesita conocer y preservar su memoria histórica y aprender de ella, no olvidando que el futuro nos pertenece a todos y que Bolivia también nos pertenece a todos.
Cada uno de los pueblos que luego constituyeron la República de Bolivia, tuvieron una vida relativamente aislada e independiente durante la colonia y también durante la República. El Gobierno por su vez permaneció parapetado en la zona andina, donde están las minas y una gran concentración de nativos domesticados por el Imperio Incaico y acostumbrados al vasallaje y la mita.  
A mediados del siglo anterior y como fruto de la Revolución Nacional, que impulso la  apertura de vías de comunicación y la vinculación con los mercados nacionales, se inicia la integración del país y con ello la región oriental progresó económicamente, pero no políticamente por lo que no logro consolidarse e influir en la construcción de un otro país, más diversificado, productivo y democrático.
En la última década, con la toma del poder por Evo Morales, se instala un proyecto populista llamado de Socialismo Comunitario, el que impone la cultura del ch’enko: estatismo, corporativismo, indigenismo e informalidad y se acelera la colonización territorial, cultural y política del oriente. Un modelo que destruye al país, su economía y la moral de sus ciudadanos y que brinda protección a la ignorancia, la incompetencia y la corrupción

En este sistema, los grupos de poder que manejan el Estado y sus empresas han vivido hasta ahora de las rentas del extractivismo y los buenos precios de las materias primas; a su vez la mayoría de la población sin capital ni educación y procurando una forma de supervivencia, aplica un modelo de capitalismo y libre mercado para el comercio informal, el contrabando y en las ultimas épocas, el narcotráfico.  
Estas actividades informales cuentan con una actitud permisiva-selectiva de parte del Gobierno, mientras la economía formal, empresarial y productiva, por preconceptos ideológicos y de confrontación política, está sujeta a un sin fin de chantajes, trabas y regulaciones. En este ambiente se impone la dictadura corporativa y de los informales, ante la  cobardía y temor de las autoridades y la indolencia de los vecinos, a quienes impunemente se les avasalla la tranquilidad, la propiedad y la libertad.
Quienes manejan el poder, los castrochavistas, tienen como icono y fachada de este “proceso de cambio” a un dirigente cocalero, quien como producto de su experiencia y cultura sindical concibe al mundo y la política en los mismos términos del sindicalismo: decisiones verticales, defensa del gremio, contacto personal, activismo permanente, defensa contra otras estructuras de poder que pretenden controlarlos o regularlos.
En este esquema, los  movimientos sociales indígenas y mestizos privilegiados por la predica indigenista del gobierno, se encuentran en su salsa y disfrutando de mayores privilegios y permisividad, arrasan poco a poco con las clases medias de cultura más internacional y especialmente con los pueblos orientales, cambas y chapacos.
De esta manera, rápidamente y de forma agresiva se va imponiendo la dictadura corporativa cocalera, la que sienta soberanía sobre los pueblos y ciudades que van colonizando, tomado espacios y tierras a golpe de bloqueos, manifestaciones, tomas y marchas, mediante las cuales imponen el terror y privilegian sus intereses sobre el resto de la sociedad, la que inerme y acobardada no atina a defenderse, menos aún ante la ausencia de autoridad legal y coercitiva que garantice sus derechos.
Así temerosos y sin vislumbrar otras opciones ni pensar en el futuro, muchos grupos que están sometidos al Gobierno por el miedo y la complicidad, buscan acomodarse de cualquier forma a las circunstancias, viviendo de los negocios con el Estado o entrando en el esquema de la economía informal y delincuencial.
Se ha implantado el terror y una gran parte de la población no ven que exista fortaleza en la oposición, ni en el empresariado nacional y teme el cambio hacia la economía formal y el Estado de derecho y más aun a las necesarias medidas de ajuste para sanear la economía que habría que aplicar; por ende buscando subsistir prefiere agazaparse, mantenerse y ahondar en su economía informal y ligada al narcotráfico, pues allí se siente más competitiva y más cómoda.  
La nefasta experiencia latinoamericana de los últimos años deberá enseñarnos a no repetir las erradas políticas económicas y sociales del Socialismo Siglo XXI, que han llevado al desastre a Venezuela,  Nicaragua, Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, hecho que ocurre en la época de los mayores precios de los productos de exportación de estos paises, básicamente materias primas: hidrocarburos, minerales y productos agropecuarios.
Ahora que el ciclo populista en Latinoamérica está en vías de cerrarse con los triunfos democráticos en Argentina y Venezuela, este nuevo entorno político y económico de nuestras naciones vecinas puede ayudar a que la población boliviana reaccione y busque un mejor futuro, viable y para todos, con la expectativa que después de la oscura noche del masismo amanecerá y brillará la libertad.
ovidioroca.wordpress.com


lunes, 7 de diciembre de 2015

HISTORIAS DE LA HISTORIA: SOCIALISMO COMUNITARIO VERSION PLURINACIONAL

HISTORIAS DE LA HISTORIA: SOCIALISMO COMUNITARIO VERSION PLURINACIONAL
Ovidio Roca
Los países exitosos son aquellos donde la institucionalidad funciona y donde rige el imperio de la ley. Instituciones, que son las reglas de juego que imperan en una sociedad y crean el ambiente para desarrollar la capacidad de innovación, dar seguridad y alentar a la iniciativa privada, atrayendo inversiones e impulsando el progreso sostenido del país y sus habitantes.
La importancia del Estado de derecho y la seguridad tienen que ver con el hecho de que a mayor riesgo e incertidumbre institucional hay menores inversiones y por lo tanto menos desarrollo y bienestar para la población. De ahí que las sociedades y Estados fallidos son aquellos donde impera el populismo y la inseguridad jurídica.
A contramano de la lógica de la responsabilidad y el trabajo, Bolivia ha optado por la senda del populismo y el socialismo comunitario, con lo cual el Estado plurinacional está contribuyendo rápidamente a construir una sociedad inviable, destruyendo el proyecto de la Republica boliviana.
Los dirigentes del Estado Plurinacional, para controlar la población de raigambre indígena, utilizan el comunitarismo, una ideología que somete a los miembros de la comunidad  a las normas que se suponen propias de ese grupo y en definitiva, permite a los dirigentes controlar las opiniones y los comportamientos de todos los que pertenecen a la misma y así enfrentarlos contra los otros grupos de población con una visión más cosmopolita y que el gobierno los percibe como opositores o no manejables.
A su vez la población en general, como producto de años de anomia y abusos de parte de muchas autoridades, ha llegado un estado de terror y desconfianza: teme a la policía nacional, a los aduaneros, a los policías de tránsito, a los funcionarios de la renta, los fiscales y jueces. Siente una permanente indefensión y cree que esas autoridades están allí para extorsionarlo y sobre todo sabe que no existe ningún mecanismo que los proteja de sus abusos. De ahí que busca ser invisible, informal, lo más alejado que puede del Estado. Para defenderse, se organiza en sindicatos y corporaciones aunque sabe que también va ser extorsionado y expoliado por sus dirigentes, pero al menos la agremiación, la tribu les da algún un grado de protección, lo que les permite enfrentar y protegerse de las autoridades y todos juntos presionar y conseguir sus beneficios, aun avasallando a otros grupos más débiles o nada organizados.
Siguiendo su luminoso sendero para la toma y control absoluto del poder, los socialistas comunitarios se han preocupado de destruir la poca institucionalidad existente. Ya controlan totalmente justicia, las leyes y los organismos de represión militares y policías y además han potenciado las fuerzas paramilitares. Aprovechando las ventajas circunstanciales de los altos precios de las materias primas, practican una política económica extractivista y perniciosa y a su paso destruyen las bases empresariales, productivas e institucionales del país. Su norte es el poder y el dinero y para conseguirlo lo harán a cualquier costo, aterrorizando a la población, liquidando los recursos naturales y arrasando a su paso con todo lo que se lo impida.
En el Estado populista, las instituciones son un botín, una plaza que se conquista y luego se maneja  a su libre albedrio, por lo que surgen las pugnas entre los mismos masistas para controlarlas y así  podemos ver en los diferentes municipios como facciones de este partido asaltan las instituciones y se apoderan de los recursos municipales y de los Fondos, donde FONDIOC es solo un ejemplo entre muchos.
Este modelo, proclamado de Socialismo comunitario, parte del extractivismo y siguiendo la ruta de la economía informal va rumbo al estatismo y el Capitalismo de Estado. En este modelo se promueve tanto el estatismo como la informalidad; se estatizan las empresas y se da vía libre a una economía informal, empezando por la producción cocalera y su cadena productiva coca, cocaína, narcotráfico, contrabando, violencia, destrucción de las instituciones y de los valores ciudadanos.
Asimismo y a  contramano de la aspiración democrática, que demanda que la administración de las instituciones y de la cosa pública este a cargo de funcionarios elegidos por su probidad y capacidad profesional; en la era plurinacional se hace lo contrario, se exacerba la discrecionalidad del manejo de las instituciones y empresas del Estado con lo cual a la par de producirse una masiva corrupción y apropiación de las instituciones para fines propios, son ineficientes y tienen un pésimo manejo técnico y administrativo.
 Este comportamiento es usual y lo hemos visto de cerca y en su más cruda realidad, en Municipios como la Guardia, que en un momento tenían al mismo tempo hasta cuatro alcaldes masistas y cada uno amparado en los jueces, echaba mano de los recursos públicos
Cuando existe una mayoría cuyos valores son contrarias al acatamiento de la ley y el fortalecimiento de las instituciones, el desarrollo se hace casi imposible. La vigencia y prevalencia de esta cultura es producto de una mentalidad popular enferma de populismo, donde la gente espera recibir algo por su voto y los candidatos prometen todo para conseguir el poder que los hará dueños del tesoro fiscal. 
El país para avanzar necesita un cambio en la política y en la economía haciendo todo lo contrario de lo que se practica en los países castrochavistas. Ya se produjo el cambio en Argentina, se inició en Venezuela y Brasil y ahora le toca a Bolivia. Empecemos por el No! a la repostulación.


ovidioroca.wordpress.com

martes, 1 de diciembre de 2015

SOCIALISMO SIGLO XXI Y SUS IDEOLOGOS

SOCIALISMO SIGLO XXI  Y SUS IDEOLOGOS
Ovidio Roca
El accionar de los intelectuales y especialmente de aquellos cercanos al poder, es determinante para la buena o mala gestión gubernamental y como las influencias negativas son las que más repercuten, el rol de las llamadas eminencias grises ha sido lo más destacado en la crónica internacional.
Estas eminencias detrás del trono, son relevantes en la historia política latinoamericana; famosos son Raúl Castro en Cuba, López Rega (el brujo) en la Argentina, Vladimiro Montesinos en Perú, Diosdado Cabello en Venezuela y García Linera en Bolivia.
Estos intelectuales populistas - socialistas, tienen una increíble habilidad para crear, manipular, influir y promover mitos y falacias,  entre ellos (aplicando los correspondientes énfasis locales) construir un discurso que atribuye con exclusividad a la izquierda, la defensa de los pobres, la igualdad, la defensa de la madre tierra, del medio ambiente, de los indígenas, y poco importará que inmediatamente mienta, cometa delitos y sea totalmente corrupta; puesto que haga lo que haga, siempre será preferible a la derecha, pues ésta siempre es pro imperialista, egoísta, racista, explotadora de los pobres y los indígenas, belicista, intolerante, arrasadora del planeta y machista. 
Desde hace diez años y con proyecciones hasta el 2035, Evo Morales, está al frente del gobierno, aunque poco de las decisiones. Es un dirigente sindical cocalero y futbolero, convertido en el icono indígena de este llamado proceso de cambio, quien en su discurso expresa valores éticos que son producto de su práctica sindical verticalista y las ideas socialistas de su entorno, inicialmente trotskista y ahora estalinista y linerista. La población del país mayormente indígena se siente identificada con él.
El ideólogo del régimen plurinacional, explica que el modelo que se aplica en Bolivia es una vertiente del Socialismo Siglo XXI, llamada de Socialismo comunitario, aunque lo que se ve en la práctica es algo más pedestre: Capitalismo de Estado y comunismo tipo chino, donde la burocracia del partido controla el poder y otorga a los empresarios afines o que no cuestionan el régimen, toda las dispensas para practicar un capitalismo salvaje.
En esta lógica de poder, la burocracia del partido cocalero boliviano tiene a su cargo, la totalidad del Estado y de la política, y así con total impunidad maneja los grandes y pequeños negocios y la vida y hacienda de sus habitantes. Su base de apoyo son los llamados movimientos sociales, que son los sindicatos cocaleros y otros sectores vinculados a las actividades del comercio informal, del contrabando, chuteros, minería informal, toma de tierras y especialmente del negocio de la coca y el narcotráfico.  
El ideólogo del socialismo comunitario, es el intelectual más brillante del orbe y sus vecindades y pocos lo conocen íntimamente; algunos intolerantes que no merecen mención, lo tildan de homosexual, mientras por su parte  María Galindo, una persona inteligente y brillante (a pesar de sus poses para llamar la atención de una prensa que se mueve solo por el sensacionalismo) opina que sus gestos  femeninos proceden de una ausencia de referencia paterna y no de una tendencia homosexual. En alguna oportunidad el Mallku que al parecer lo conocía muy bien, dijo que lo "conocía como su mujer", sin aclarar si lo dijo en sentido bíblico o metafórico.
El mismo erudito nos dice que posee y leyó más de veinte mil libros y sus detractores aseguran que con esto poco aprendió y que recién lo hizo, cuando accidentalmente lo pusieron de acompañante de un icono indígena, que no había leído ninguno. Lo que queda claro es que con Evo aprendió la belleza del poder y sus beneficios, pues como decía Mel Brooks en la loca historia del Mundo, "Es bueno ser Rey". Ahora para permanecer en el goce y usufructo del poder usa una cualidad innata, el llunkerio y las maniobras envolventes; la permanente alabanza y adulación al líder, al que le debe todo y en este su exaltado llunkerio no se queda corto y lo último y digno del Guinness records, es el mensaje a los niños y sus padres durante una entrega de obras públicas.

"Papá, mamá, no lo abandones al presidente Evo, no lo dejes solo. No lo abandonen, el presidente Evo si tiene apoyo construye colegios, si no tiene apoyo regresarán los gringos, regresarán los vende patrias, regresarán los asesinos y a las wawas les van a quitar todo y no va a haber destino. Va a haber llanto y el sol se va a esconder, la luna se va a escapar y todo va a ser tristeza para nosotros, no se olviden”. García Linera
Esta exaltada invocación refleja su desesperada necesidad de convencer a todos para torcer la Constitución y hacerse reelegir indefinidamente, pues ya no conciben la vida fuera del poder.
El problema es que tienen la mesa servida, pues especialmente en los regímenes populistas, las personas se arriman al poder, tanto instintiva como intuitivamente, pues allí es donde se produce la repartija del  patrimonio de los otros: “estito” para las bartolinas, “lo otrito” para los Conalcam, los ponchos rojos o los huairuros o los jefes sindicales o los cocaleros. A su vez las instituciones y empresas públicas del Estado o los Fondioc, son como un aphtapi del que se sirven los miembros del gobierno, de donde ellos comen y se achetan y sin poner nada. Es el pueblo el que a la postre pone su patrimonio y luego también quien debe pagar las cuentas y deudas que se contratan  a su nombre pues: finalmente de esto se trata y así nomás había sido!. Pero si de verdad queremos un país viable, de todos y con futuro para nuestros hijos, es hora de decir basta, decir NO!!  a la repostulación.
ovidioroca.wordpress.com