lunes, 18 de octubre de 2010

El hombre "masificado" y el racismo como mecanismo de control y dominación

Recién leí la ley contra el racismo, realmente una pena por nosotros y por el país, pues los redactores masistas no han buscado la aplicación de los conceptos de la Declaración de las Naciones Unidas sobre la eliminación del racismo, del 20 de Noviembre de 1963 y los de la Declaración de la Conferencia Mundial contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia, de Septiembre de 2001, donde explícitamente se reconoce que la discriminación entre los seres humanos por motivos de raza, color u origen étnico es un atentado contra la dignidad humana y deben condenarse, y que la discriminación es una negación de los derechos humanos y las libertades fundamentales proclamados en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
No se han preocupado en legislar para que esto se cumpla en el país, para que nos eduquemos en el respeto a los demás, en la valorización de la diversidad cultural y étnica. Lamentablemente parece que solo buscan convertir esa norma, de nobles intenciones, en un instrumento político, irónicamente de discriminación hacia una gran parte de la nación boliviana y de paso contra la libre expresión y los medios de comunicación.
Lo preocupante es que los autores de este mamarracho, cegados por un sentimiento de inferioridad y un afán de revanchismo, pero sobre todo por un cálculo político, incurren en un conjunto de definiciones y tipificaciones sesgadas, que reflejan su carga emocional y desvirtúan lo que pudo haber sido una buena ley.
Es claro que los ideólogos y operadores políticos del MAS, en su mayoría blancoides, usan como aglutinante, la pertenencia indígena, el racismo, la revancha, el “ahora nos toca a nosotros”, para conseguir la adhesión de los pueblos mestizos e indígenas del país a su proyecto totalitario de poder y condenarlos a su vasallaje, a una vida comunitarista, ajena a la modernidad y la libertad.
Usan y explotan la sicología de las masas para dominar al pueblo, lo “masifican” induciéndolo para que actúen inconscientemente en apoyo y beneficio de la dirigencia que los manipula.
Señalan los estudios sociológicos, que la masa es levantisca, pero obediente a la autoridad, quiere ser dominada y temerle a sus amos, mantiene tradiciones y sentimientos simples los que fácilmente pueden ser exaltados. Por ello es que los dirigentes excitan a la masa con imágenes vivas (cortan la mano, sacan el ojo, nos escupen en la calle) y acuden a la exageración y repetición de ideas, y las que mas calan en Bolivia son las del racismo y la revancha histórica.
El hecho lamentable, es que el individuo una vez “masificado” adquiere un alma colectiva, por la cual piensa y siente de distinta manera que si lo hiciese de manera individual y aislada. La masa no funciona con la particularidad que lo hace cada individuo y aflorando el inconsciente, lo heterogéneo del individuo, se vuelve homogéneo, aparece entonces el hombre masa, una media del carácter de los individuos, o como alguien lo llamo un “coctel de sicologías”.
Le Bon nos explica el comportamiento del hombre masa en su famoso libro “Psicología de las Masas”:
El hombre masa se “despersonaliza”, bajo situaciones criticas, la conciencia del individuo se disuelve en la masa. “Entonces el individuo no es ya él mismo; se ha convertido en un autómata cuyo funcionamiento no depende ya del poder de su voluntad”.
- Su rasgo más importante esla SUGESTIONABILIDAD, que explica la diferencia entre el comportamiento de la persona, el individuo, el hombre aislado y el hombre en masa.
- En la masa el individuo adquiere un sentimiento de poder invencible (porque son muchos).
- Desaparece la responsabilidad individual, el hombre en la masa es anónimo.
- En la masa puede exteriorizar sus emociones pulsionales inconscientes, las que reprime aislado, ya que desaparece la conciencia moral.
- Se produce un contagio de sentimientos y actos. Se aplaza el interés personal por el de la masa.
- Finalmente, la masa necesita de un jefe fuerte y carismático que los domine y conduzca.
Este proyecto de masificación de una parte de la población y exclusión racista de los opositores, que esta impulsando el MAS, solo sirve para sus fines de dominación y de ninguna manera para construir un país de hombres y mujeres libres, dueños de su destino.
Si verdaderamente queremos construir un proyecto de país, con democracia política, en un Estado de Derecho y economía de mercado para lograr prosperidad y bienestar económico y social para todos; necesitamos hacerlo entre todos y en autentica libertad, la que no puede empezar si no hay individualidad y solidaridad. El ser humano individual tiene ideales y en base a ellas, rompe esquemas, estereotipos, porque es audaz, aporta ideas nuevas y frescas, concibe en su mente objetivos que al común social le pueden parecer sueños imposibles. Un hombre y una mujer con una sana conciencia individual, es un ser auténticamente libre.
Y aquí volvemos al problema del racismo y del complejo racial. Solo para mencionar tres personas, todas ellas brillantes en su ámbito: Michael Jackson, artista epónimo no se acepto negro y se destruyo usando equivocadamente la medicina; Obama, un político y estadista quien por sus condiciones personales e intelectuales accede a la presidencia de una potencia mundial, al margen de la raza; Cárdenas, por merito propio llega a ser un prestigioso intelectual latinoamericano y no meramente un intelectual aymara como alguien dice.
Sin cuestionar el hecho de que sea natural que las personas aspiren a mejorar en diversos aspectos y por lo tanto imiten a otros miembros de la sociedad, ¿Puede alguien aspirar, sanamente, a cambiar de raza?. Es correcto aspirar a ser más educado, más culto, mas musculoso, más rápido o más delgado y podrá serlo si se esfuerza. Pero… ¿ser más blanco o más “ojos verdes”?. Viendo el síndrome Michael Jackson, la respuesta clarísima es no!!. El camino cierto es valorizarse a si mismo, reconocerse en su valores, apariencia, en su propia individualidad.
La persona que se reconoce y acepta a si misma y conoce sus fortalezas y debilidades, puede quererse a si misma y por tanto amar al prójimo, como enseñan las principales religiones. Lo esencial es que la persona tiene que empezar por aceptarse a sí misma. ¿Cómo podría aceptar a otros, si no empieza por si mismo?
En Latinoamérica, el resentimiento de no ser blanco responde a un resabio de la mentalidad colonial o colonialismo mental, entendido como un sentimiento de inferioridad ante el variopinto colonizador.
En esto influye actualmente la publicidad, el cine, la televisión, que afecta sobre todos a los jóvenes que carecen de formación y cultura. Varios estudios mencionan que el ideal de belleza de los latinoamericanos no es la del mestizo, sino la del gringo y el europeo. La piel blanca y los ojos azules o verdes, confiere no una diferencia que debiera ser normal entre los seres humanos, sino una especie de título de superioridad.
En Bolivia este problema racial es más común en occidente, pues en el oriente una sociedad más abierta, que reconoce el éxito personal, artístico, económico como valor social y también, porque quizá con fines banales y comerciales, se ha posicionado y valorizado la belleza mestiza y con ello la autoestima como pueblo. Y las bellas y magnificas, con hermosos rasgos criollos, surgen enla Villas, en los pueblos, en mayor variedad que en la capital, así que la cunumicita linda, es ahora el símbolo de una sociedad que transita hacia su autovalorización y autoestima.
El problema de exclusión y racismo, más que con leyes, se comienza a solucionar cuando nos educamos, nos capacitamos, adquirimos una cultura global, trabajamos y mejoramos nuestra condición económica, nos reconocemos y nos aceptamos a nosotros mismos; entonces mejoramos nuestra autoestima, y aprendemos a respetar al otro, a nuestro prójimo.

lunes, 4 de octubre de 2010

Mitos y Utopías

Las personas pueblan su imaginación con fantasmas, dioses, fabulas, mitos. La gente imagina y cree, y es esa creencia, creencia sólida  como la roca, la que hace que las cosas ocurran. No se trata “de lo que es” en realidad, se trata “de lo que la gente cree que es” y eso para ellos, es lo único importante. Ergo, la naturaleza humana nos induce a luchar por utopías antes que por la cruda realidad, nadie se hace matar por el PIB o el modelo de desarrollo cruceño, pero sí, por sus dioses, su patria, su caudillo.
En Bolivia, cuando han transcurridos 200 años dela Republica, ingresamos a una nueva era, la del “proceso de cambio” impulsado por el llamado poder indígena originario, que pretende desandar lo andado e imponer nuevas reglas de comportamiento político, económico, de convivencia. Y el problema es que en lugar de hacerlo en procura de un proyecto de vida en común y compartida, nos están llevando hacia un sistema totalitario, de imposición y dominación tribal. Y en lugar de construir leyes y una judicatura imparcial y apegada a las normas de convivencia, estamos construyendo un mecanismo punitivo para castigar aquellos que discrepan con su proyecto de poder; con el caudillo y principalmente con el grupo palaciego, quienes realmente ejercen el poder. Lo  que es peor, es un proyecto que usa  perversamente para sus fines y con impudicia, los prejuicios raciales y la revancha histórica.
Los problemas de producción y empleo, los problemas de gestión no son importantes, para los viejos bolcheviques que manejan el rumbo del país y que para salir del paso aplican las obsoletas recetas del Gosplan. El Estado administra todo, es el dueño de todo y de todos. En verdad los líderes totalitarios e intelectuales Jacobinos, nunca han pretendido ni les ha interesado solucionar la dinámica del conflicto social o económico; es el poder, la lucha por el poder lo único importante para satisfacer sus ansias, su ego.
Y que es el poder?. Nos lo dice Nietzsche en El Anticristo:
¿Que es bueno? Todo lo que acrecienta en el hombre el sentimiento de poder, la voluntad de poder, el poder mismo. ¿Qué es felicidad? La conciencia de que se acrecienta el poder, que queda superada una resistencia. No satisfacción sino aumento de poder, no paz sino guerra, no virtud sino aptitud. Los débiles y malogrados deben perecer, tal es el axioma capital de nuestro amor al hombre, y hasta se les debe ayudar a perecer.
En este experimento masista se cobijan diversos proyectos económicos, ideológicos e indigenistas, que confluyen como siempre en procura de lograr el control, el poder y así satisfacer sus intereses y apetitos. Y para mantenerlo, para disfrutarlo; al menos el grupo Jacobino, necesita del mito, así los viejos bolcheviques usaran mientras puedan hacerlo, a Evo Morales, el icono de la reivindicación indígena.
No se ve de parte de estos grupos un proyecto de construcción de una sociedad para todos, una sociedad de bienestar y prosperidad, de un Estado democrático y plural sino un afán de  dominación pura y simple. Han diseñado su proyecto usando lo mas siniestro, el racismo, la revancha histórica contra los colonizadores de hace quinientos años, el castigo a los q`aras, y la oferta de tomar y repartir como botín sus tierras y bienes.  Mediante una Constitución amañada nos ha dividido en naciones, etnias y tribus, dejando sin derechos a los bolivianos, ahora llamados interculturales. Se ha impuesto la creencia y así lo entienden algunos, que cada cual como originario, puede hace lo que le venga en gana, desde dejar sin energía al país entero o linchar a cualquier sospechoso.
Manejan estratégicamente el concepto del enemigo, buscando unir así al pueblo en su favor y en contra de aquellos que nos quieren invadir, destruir. El enemigo externo, los Estados Unidos, los  gringos y el interno los q`aras y especialmente los oligarcas del oriente y sur del país. Lo irónico es que los ideólogos de esta patraña son q´ aras bolcheviques, usando como pongos y punta de lanza a la nacionalidad aymara.
Pero el problema mas grave es, que congruente con el populismo del gobierno, esta la  propensión de la gente de creer en las promesas y de esta manera estan logrando que gran parte de los indígenas, los excluidos, los pobres, los cocaleros, los contrabandistas, los que quieren hacerse ricos ahora, es decir la gran mayoría de la población,  piense que con el MAS van a conseguir, todos y cada uno de ellos, sus aspiraciones, sueños y apetencias.
La historia nos enseña que proyectos excluyentes, racistas y estatistas, como los del MAS, conducen a la destrucción del país, al enfrentamiento racial, a la violencia, a la miseria económica, en nuestro caso salvo para los narcotraficantes. Sabemos también que finalmente la economía los derrotara, por seguir un modelo económico que se ha mostrado inviable. Pero este proceso de desgaste puede durar bastante y mientras tanto generar miseria, represión en la población y extenderse por demasiado tiempo como en Cuba, hermoso país donde luego de mas de cincuenta años de comunismo, vale decir miseria y esclavitud, están reconociendo que las empresas estatales son ineficientes y deficitarias, que el intento de reemplazar el mercado y la propiedad privada fracaso y ante esa realidad despiden de sus pegas a la gente, y para que no se mueran de hambre les están permitiendo, con limitaciones, usar su iniciativa personal, su capacidad de trabajo, en fin hacerse capitalistas y liberales. (*)
Conocemos que es difícil convencer a la gente con realidades, “basta de realidades, queremos promesas” fue una consigna popular en el siglo pasado. Por esto necesitamos además de economía, de progreso, de seguridad, de educación, salud y bienestar; esperanzas y sueños y utopías, pero utopías posibles. Necesitamos de forma urgente construir una propuesta, una utopia posible, un  nuevo mito para el Santa Cruz y Bolivia del siglo XXI, un mito que nos conmueva a todos, un proyecto para el bienestar ciudadano y en libertad y democracia.
Debemos imaginar y construir entre todos, y aquí hacen falta los partidos políticos tan denigrados, esta Utopia posible en la que la gente crea y por la que este dispuesta a luchar.
La utopia de un régimen autonómico, usando los principios de subsidiaridad, autogobierno y desarrollo local; preservado y respetando las pautas culturales de cada uno en su propia región y posibilitando que la rica la diversidad nacional pueda generar sinergia con su rica diversidad y su culturalidad.
Una utopia democrática pues solo en una verdadera democracia se logra el respeto a la identidad de los pueblos y las personas, donde las diferencias son valoradas y aceptadas y donde la igualdad es la formalidad necesaria para que la heterogeneidad emerja.
Un país donde todos somos personas libres y nuestros derechos ciudadanos, económicos y políticos son garantizados, de la misma manera que nosotros respetamos los derechos de los demás.
En fin una utopia de país educado, multicultural, innovador, productivo y de trabajo, donde todos estemos incluidos, pues solo se supera la pobreza creando riqueza, siempre respetando nuestro entorno ambiental y social.
Nota:
(*) “Nuestro Estado no puede, ni debe, continuar manteniendo empresas, entidades productivas y de servicios, presupuestadas con plantillas infladas y pérdidas que lastran la economía”. En los próximos cinco años serán eliminados 500 mil empleos en el sector público y los trabajadores despedidos deberán encontrar empleo en cooperativas o en actividades por cuenta propia, anunciala Centralde Trabajadores de Cuba.
El problema es que estos cuentapropistas deben buscárselas sin tener mercado de insumos, sin posibilidades de importar ni exportar, sin acceso al crédito, sin capital, sin tecnología.