domingo, 27 de octubre de 2013

EL SOCIALISMO COMUNITARIO CORPORATIVO Y EL MUNDO ALBANICO

EL SOCIALISMO COMUNITARIO CORPORATIVO Y EL MUNDO ALBANICO
Ovidio Roca

Bolivia es un país altamente diverso en lo geográfico y lo cultural, en el coexisten múltiples nacionalidades (36 según la Constitución),  varias economías y por supuesto diversas visiones de lo que debería ser la sociedad boliviana en el futuro, esto como producto de los variados y dispares intereses que existen en el país. Por tanto la percepción de la situación económica, institucional y social del país depende de los valores y la perspectiva que se apliquen en el análisis.

Si decimos que el país va mal (desde la perspectiva democrática y de la economía formal) otros dicen que nunca estuvo tan bien (desde la perspectiva y los intereses de la economía informal y cocalera prevaleciente en el país), la pregunta es cuál es el modelo deseable y sostenible.

Muchos nos preocupamos y pocos se ocupan, cuando vemos que la receta aplicada en los países Albanicos (nosotros incluido), de control de la economía, estatización de empresas y eliminación de la empresa formal privada, está dando sus frutos envenenados: ausencia de libertad, desabastecimiento, inflación, problemas cambiarios, destrucción de las instituciones y de la infraestructura; aunque también muchos se enriquecen como nunca antes.

Algunos se alarman por el camino de anomia y desastre moral que seguimos y que nos conduce al destino de Cuba, que viene destruyéndose hace más de cincuenta años, y en países como Venezuela y Argentina, que llevan menos tiempo pero con gran éxito en este su empeño autodestructivo, pero creen ingenuamente que no les afectara ni a ellos ni a sus familias.

Como los Albanicos son personajes Orwellianos, para solucionar el problema de desabastecimiento, en Venezuela ya se creó el “Viceministerio de la Suprema Felicidad social del pueblo” y en todos estos países ya existe con otro nombre el Ministerio del Amor, Misterio de la Verdad; vale decir que por falta de leyes no se quedan atrás.

Siempre se dice y con razón, que el caso boliviano es diferentes y bastante especial y esto por el ch´enko  económico, ideológico e institucional y ahora racial y religioso en el que nos movemos. La situación es tal en este mundo del absurdo, que a veces uno llega a pensar que el método de impartir justicia con la hoja de coca (que daría un cincuenta por ciento de posibilidades al acusado por el gobierno) es mejor que el método de la justicia plurinacional que no le da ningún chance.

En cuanto a la economía, gracias a los excepcionales precios del gas y los minerales, en los últimos siete años hemos recibido ingresos superiores a los recibidos en los últimos cien años de historia nacional, y como resultado la situación se la percibe bonancible tanto en la economía formal como la informal, pero no así en la institucionalidad democrática. Muchas personas, que militan en el sector informal (en la  que vive casi el setenta por ciento de la población) han mejorado su economía, especialmente aquellos ligados a la coca y el narcotráfico, por tanto la cosa parecería estar bien si nos olvidamos de la drogadicción cada vez más extendida y el crimen y la violencia cotidiana.

Debemos recordar que el narcotráfico (según varios estudios) ingresa al país anualmente cuatro mil trescientos millones de dólares y estos dineros no entran al sistema financiero, van directamente a la economía informal: el contrabando, el comercio y se incorpora al negocio de tierras y de la construcción. A su vez, los ingresos nacionales de la economía formal alcanzan a alrededor de seis mil millones de dólares, producto de las exportaciones de gas a Brasil y Argentina.

Es la economía informal añadida a la de la coca la que establece la diferencia de nuestra economía con respecto a otras, como las de Venezuela y Argentina, que enfrentan problemas con el régimen cambiario. Aquí en nuestro estado plurinacional la economía para su comercio y negocios no demanda dólares del Banco Central, pues tiene su propia fuente de ingresos en el narcotráfico y por tanto no presiona en el mercado de divisas. En el Ecuador antinorteamericano la moneda nacional es el dólar.

Por lo tanto estamos bien, pero vamos mal.

ovidioroca.wordpress.com



martes, 22 de octubre de 2013

ANÉCDOTAS DE LA BOLIVIA REPUBLICANA

ANÉCDOTAS DE LA BOLIVIA REPUBLICANA 
Las recetas del Qoqo de pollo, el Chuflay, las Salteñas y Calapurca.

Ovidio Roca

A principios del siglo pasado en la ilustre ciudad blanca (Sucre), una señora de alta alcurnia y activa vida en servicio a la comunidad, sale a visitar sus fundaciones de ayuda social y deja el encargo a su cocinera de preparar un “coq au vin”, pollo al vino, pues recibirá en el almuerzo a las señoras de la Fábrica de sombreros Charcas Glorieta.

Al poco rato unos parientes de la dueña del Palacio de la Glorieta, en plan de francachela pasan por la cocina y confiscan todo el vino, con la correspondiente protesta de la cocinera que no podrá cocinar la receta que le encargaron. A lo que ellos le dicen “esas birlochas invitadas no saben de vino, ponle chicha”. La cocinera buscando salir del apuro, utiliza los aderezos y sabores criollos, además de la chicha y prepara el almuerzo.

La comida ofrecida fue muy celebrada y la señora Clotilde Urioste Velasco sintiendo un sabor diferente rápidamente se entera por la cocinera lo que ocurrió.
Luego cuando las invitadas preguntan que se llama ese plato tan delicioso ella dice, coq au vin; no realmente esto es “qoqo de pollo”.

Por la misma época, en las minas de Simón I. Patiño trabajaban técnicos venidos de todos los países y uno de estos, un inglés, frecuentaba un bar al que llegaba cada tarde y pedía una botella de singani, ginger ale y limón y con esto preparaba su coctel. Mientras tomaba su bebida, el gringo de rato en rato susurraba “shoo fly”, mientras movía la mano para espantar las moscas. Los parroquianos lo llamaban el gringo del chuflay. Al poco tiempo el trago se popularizo con el nombre de “chuflay”.

Las deliciosas empanadas bolivianas, llamadas salteñas, son algo especial y no tienen nada que ver con las que se hacen en Salta, Argentina.
Sucre la capital de la República de Bolivia, es el origen las deliciosas salteñas. En esta ciudad, los chuquisaqueños desde bastante tiempo atrás disfrutaban de las deliciosas empanadas de las Hermanas Clarisas, las dulces y las de lacayote, pero faltaba algo casi como un almuerzo, para la media mañana.

En algún momento de mediados del siglo XIX, una habilidosa señora q'arapanza empezó a elaborar unas deliciosas empanadas de caldo.  Estas eran picantes, jugosas y rellenas con jigote de carne o de pollo, y rápidamente se hicieron famosas y una comida obligatoria de media mañana.

Era la época en que la sede del Ejecutivo estaba a lomo del caballo del Presidente, esta vez de Isidoro Belzu, cuya esposa era una hermosa y liberal señora oriunda de Salta.
En Sucre como en todo pueblo, chico y grande, las malas lenguas de las señoras y señores que no gustaban del Tata Belzu, empezaron a trabajar activamente y empezaron a llamar a estas empanadas de salteñas, porque decían que eran: sabrosas, picantes y calientes, como la mujer del Presidente.

Calapurca, sopa de piedra en Potosí. Ver Blog

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lunes, 14 de octubre de 2013

HONOR Y AMOR A LA VIDA

HONOR Y AMOR A LA VIDA

Ovidio Roca

Hoy muy temprano caminaba hacia la pulpería (la venta) y veo a una vecina que sale de su casa y se persigna repetidas veces y cuando la saludo me dice, “que Dios nos proteja, ahora uno sale de su casa y no sabe si va a volver; ya no hay amor a dios, amor a la vida”.

Poco antes había recogido el Diario y en la portada estaba la foto de José María Bakovic, asesinado por el odio y la intolerancia de los que detentan el poder absoluto en el país y deciden quien vive, quien muere, cuál debe ser el dictamen judicial, cual el informe de un médico forense.

Conocí a José María, cuando estudiaba en el colegio La Salle en Cochabamba, además de deportista era de comunión diaria y miembro de todas las agrupaciones religiosas. Varios años después, cuando estuve trabajando en Saguapac con Quitino Weise, en la preparación de la solicitud de crédito al Banco Mundial tuvimos la suerte de que el oficial de crédito que vino fue José María. Con él durante varios meses trabajamos duro hasta armar todo el proyecto y presentar la solicitud acorde a la norma del Banco, la que tuvo aceptación inmediata.

Hombre intachable que tuvo la mala idea de querer imponer honestidad en la gestión y los contratos de la institución de caminos, lo que le valió ser expulsado y que le siguieran setenta juicios, con lo que acabaron con su tranquilidad, su economía y finalmente con su vida.

Estuve en casa de un amigo, donde también estaba un grupo de empresarios extranjeros, de traje oscuro y gafas ídem. Mientras tomábamos unos vinos me comentaba uno de ellos: qué difícil es tu país; siguiendo el procedimiento presentamos la propuesta, gratificamos generosamente a las autoridades pertinentes (coimeamos) y luego adjudicaron la compra a otro. En tu país no hay honor!!.

Es común culpar exclusivamente a los otros y especialmente a las autoridades de todos nuestros males y esperamos también que sean otros los que nos den la solución. Esto me trae a la memoria el parlamento de una obra de teatro, cuyo nombre no recuerdo, que decía: “yo soy culpable, porque existo y puedo seguir existiendo mientras todo esto sucede”. La solución somos todos, empezando por nosotros mismos.


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miércoles, 9 de octubre de 2013

EPPUR SI MUOVE

EPPUR SI MUOVE

Ovidio Roca

Milena Fernández no necesito un telescopio, como lo hizo Galileo Galilei  para descubrir la teoría heliocéntrica, ella simplemente hizo uso de su nariz y descubrió que algo huele mal en Oruro.

Lo evidente es que algo huele mal también en muchas ciudades del mundo y de Bolivia, por causa de deficiencias en los sistemas de drenaje, vertido de aguas servidas en los cursos de agua, acumulación de basuras en las calles y falta de cultura ciudadana de los vecinos que mean, arrojan y excretan cualquier cosa en las vías y parques públicos.

Llegando a Cochabamba y en el momento de bajar del avión se sentía el olor del río Rocha, sin turbión,  por los vertidos de las curtiembres y otros misceláneos.

En Santa Cruz, en la zona Noroeste, se sentía ese aroma fétido de las lagunas de oxidación y como la gente protesto y dijo que olía mal, que hedía, la empresa de alcantarillado decidió poner una cobertura sobre la laguna y quemar el metano.
Actuar dando respuesta a la denuncia, es una buena opción empresarial, la otra y más acorde con el sentimiento plurinacional, hubiera sido acusar de racistas a los vecinos collas que pueblan esa zona y meterlos a la cárcel por oliscones.

El olor es un tema de cultura, antiguamente se decía que había muerto “en olor de santidad” quería decir que nunca se había bañado para evitar malos tocamientos a su propio cuerpo; también se menciona el cuento de las notas que enviaba Napoleón, excitado por el olor de la batalla, a la bella caribeña Josefina (la que tenía el mal gusto de bañarse), pidiéndole “no te bañes voy”.

La reacción de algunas personas de Oruro, que probablemente en su vida cotidiana no ayudan a evitar y menos a solucionar la causa de los malos olores, denota además de intolerancia, de persecución racista, un deseo de revancha por algunos presuntos problemas de discriminación que hubieran sufrido durante su infancia.

Ahora se usa el lenguaje políticamente correcto, que es no decir las cosas por su nombre; en realidad es nuestra cobardía, pues ya no hablamos ni escribimos por temor a esos fanáticos, que escudados en conceptos mal entendidos de racismo, discriminación, caen en lo mismo que denuncian y peor aún, en nombre de la dignidad y prevalidos de sus cargos, se ensañan contra una periodista que cometió el error de oler y decir con toda franqueza que algo olía mal, que era fétido y por eso le vienen haciendo la vida imposible, persiguiéndola con odio y con saña. Ella ya pidió disculpas una y mil veces, por su sensibilidad olfativa, pero necesitan humillarla, hundirla.

Lo normal en un servidor público municipal ante una queja o una denuncia de este tipo, es verificar técnicamente el hecho, revisar el sistema de acueductos y de recojo de basura y darle solución, en este caso en bien de esa acogedora ciudad de Oruro, donde cuando tenía menos años y menos colesterol, me comía un plato de “Intendente” yo solito.

Con mis disculpas a quien corresponda, “Eppur si huele”.

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domingo, 6 de octubre de 2013

LEYENDO AL PAÍS, LIBRO DEL MALLKU

LEYENDO AL PAÍS, LIBRO DEL MALLKU

Ovidio Roca

Lo interesante y atractivo de un libro es que tiene dos autores, el que lo escribe y el que lo lee, por ello es que podemos leer un libro varias veces, de tiempo en tiempo y encontrarle nuevas facetas, nuevas interpretaciones; fruto de nuestra mayor información, formación o deformación cultural e ideológica.

Por otra parte, y como "todo depende del color del cristal con que se mira",  un cristal ideológico fuerte puede ser un problema, por el excesivo sesgo del lector, tal que lo obnubile y entonces pierda la objetividad ante lo que lee.

Recientemente leí el libro del Profesional de la Carrera de Historia (UMSA), Felipe Quispe Huanca, boliviano en mi opinión, del qullasuyo según él. Se trata del libro, La Caída de Goni, diario de la “Huelga de Hambre”. 

Es reconocido, que tanto las memorias como los relatos históricos, traen en si una gran carga de resignificación, pues en estos escritos se busca acomodar y adornar los hechos para afirmar el protagonismo del autor y ensalzar sus acciones, o en su caso dar interpretaciones acordes al punto de vista o los intereses de un grupo, etnia, clase o país. 
En el caso de este libro, vemos el fuerte sesgo del autor que quiere por una parte: emular a una figura histórica, la de Tupak Katari y por otra; reclama que siendo él, quien ha escrito la historia de “la tercera revolución india”, le hayan quitado el protagonismo.

Un interesante libro, de ágil lectura y escrito y dictado por el deseo de reconocimiento, de recuperar protagonismo, satisfacer su ego y también dicen, fruto del desengaño de su autor.
Al respecto de lo anterior, que no lo tenía claro, me ilustro un amigo q'ara de la zona sur de La Paz y ahora en el Urubo, contándome del dolor del Mallku por el abandono de su discípulo amado, con quien convivio años ha, durante sus aventuras terroristas y luego en la cárcel. El discípulo ya no lo es más, había encontrado un otro originario más refinado y manipulable y sobre todo con más perspectivas de éxito, quien luego le permitió acceder y ejercer plenamente el poder, convivir con las cámaras, lucir fino traje y corbata y casarse con una muy joven y bella presentadora de TV.  

A lo largo del libro, el Mallku rezuma, exuda su resentimiento hacia el q'ara y enfatiza el propósito de refundar el qullasuyo y “estrangular y matar de hambre a los q'aras burgueses” y expulsar a los blancos y mestizos. Él quiere ser el Tupak Katari del Siglo XXI y vencer y quemar a la odiada ciudad de Sebastián de Segurola. La verdadera posición, afirma, "es separarnos de Bolivia y restablecer a nuestra madre patria: el gran Qullasuyu"

Reiteradamente plantea la guerra a muerte entre dos naciones: la Bolivia q'ara y el Qullasuyo indio  y se regodea con su Plan Tarajchi, por suerte incumplido, para cortar los suministros de agua y electricidad, quemar a la ciudad y asaltar el Palacio de Gobierno, los cuarteles, las casas de los ricos y matar a los q'aras ministros y otros, de la zona Sur de la ciudad de La Paz, ahora de La Guerra.

Por lo tanto, al margen de los discursos y consignas de circunstancias, de lo que se trata en el fondo es “tomar el poder a cualquier precio”, tumbar a los q'aras para que los aymaras lo asuman y todo lo demás, entre ello lo del gas, es pura cháchara. 
Expresa también su rencor y desprecio por el sindicalista cocalero triunfante, a quien (y lo deja bien entendido) le entrego el camino al poder en bandeja de plata. “Gracias a Felipe Quispe Huanca está donde está, pues de lo contrario Evo hubiera estado pataleando como cocalero, con las marchas y otros simulacros improductivos”.

No entiende el Mallku que el problema no es el sindicalista cocalero, sino que su propio proyecto carecía y carece de viabilidad, especialmente económica; solo ofrece la revancha, el odio racial y el retorno al ayllu, donde aparece un mallku con poncho y sombrero, chicote al hombro y bastón de mando, mostrando el autoritarismo jerárquico y ninguna opción económica y de negocios para la población aymara y quechua, de mentalidad profundamente mercantilista, y menos aún posibilidades de convivencia y progreso para todo un país.

Es conocida la afición por los negocios de los aymaras; recordemos que ya triunfantes en su insurrección, la primera petición que hacen al nuevo Presidente Carlos Mesa (a la caída de Goni) y luego que el Mallku le toma el juramento de rigor a lo indio; y es que se comprometa a pagar indemnización a las familia de los muertos. (Anteriormente negociada en 50.000 Bs. por cada indígena originario fallecido).

Por su parte el sindicalista cocalero y su entorno original (Filipo y otros) ofrece y usa eficazmente su vinculación internacional (Foro de Sao Paulo), maneja hábilmente la reivindicación indígena y sobre todo ofrece negocios, dejando ver que se facilitara la economía informal: coca y su cadena productiva industrial, que es la que alimenta el contrabando, el comercio ilegal de importación y exportación, el transporte, la toma de tierras y además ofrece las peras y pegas del Estado. Es así que vemos como resultado y fruto del MAS en el ejercicio del poder, el crecimiento exponencial y la consolidación de la burguesía chola masista, mucho más rica que la anterior mestiza q'ara.
El éxito momentáneo del masismo se debe por tanto, a que ha sabido asociarse a la izquierda internacional y que tiene fuertes vinculaciones con los gremios, sindicatos, cooperativas mineras y cocaleros; es decir con el indio alejado del ayllu, que se mueve en la economía mercantil y el capitalismo salvaje con mucha solvencia y suceso. Un proyecto inviable a la larga, como el del Mallku, pues un país no puede edificarse sobre el autoritarismo, la economía informal y la coca.

Un libro interesante, un relato ágil que vale la pena leer para conocer una otra cara, no de la medalla, sino del prisma que tiene muchas, y reflexionar con bastante calma, para tratar de entender si este país centralista es realmente viable o debería sin mayor drama tomar la exitosa opción de Checoslovaquia, o una intermedia como el Federalismo, como se propone en algunos Departamento y especialmente en Potosí y Santa Cruz.

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