miércoles, 21 de marzo de 2012

PODER Y MITOS


El objetivo de la política es la conquista del poder y esta conquista, especialmente para la izquierda marxista, esta centrada en la toma del Estado para desde éste ejercer, perpetrar su dominio utilizando mecanismos de represión física (ejercito, milicias, policía) e ideológica (mitificación del nuevo orden, control de los mecanismos educativos y de los medios de comunicación).
Según la teoría marxista, el poder esta atado a los medios de producción material y por tanto el objetivo es hacerse dueño de ellos, quitándoselo a la burguesía, a la oligarquía.
Para consolidar el poder se deben construir mitos ideológicos y culturales que permitan justificar la permanencia en el gobierno y contar con un argumento de autoridad para conseguir el acatamiento de la sociedad, en especial de los “grupos sociales” funcionales al gobierno.
Estos mitos (según los sicólogos y sociólogos) son uno de los fenómenos culturales que más directamente influyen sobre el pensamiento del hombre y su conciencia y como tal un elemento indispensable para el control del individuo y la sociedad.
El ideólogo del llamado “proceso de cambio”, García Linera, siguiendo esta receta, anunció (27/07/2010) el ingreso a una Quinta Etapa en la revolución, que estará orientada a:
- La construcción y la toma del poder político, económico y cultural, es decir, ya no sólo del Gobierno, “sino del poder para tener la capacidad de decidir y mandar sobre la política y la economía” del país.
- Y, “Quitarle el alma a los k´aras, quitarles la identidad, planteando las estrategias de violencia simbólica que se deben utilizar hasta “matar su alma”.
Justificando esta estrategia de poder se ha venido argumentando (irónicamente desde la izquierda k`ara) que “al existir en Bolivia una distribución desigual del poder, en particular del poder simbólico, lo que ahora se busca es destruir la dominación simbólica del mundo k`ara, la legitimidad de la representación subjetiva de los bolivianos (que son una mayoría excluida por la Constitución masista).
En consecuencia todo símbolo del antiguo poder, debe ser destruido, aniquilado, arrasado y sus representantes humillados, perseguidos, vilipendiados para mostrar la fuerza del nuevo poder y amedrentar y aterrorizar a la población”.
POR SUS FRUTOS LOS CONOCEREIS.
La oferta fue “vivir bien”, la trampa es que no dijeron quienes serian los beneficiados.
Una caminata por las calles y mercados, escuchando a la gente y una revista a los medios de comunicación (quienes reseñan el acontecer diario del país), nos permite constatar lo que significa para el ciudadano boliviano, como lo percibe y como vive el proceso de cambio masista. Proceso que recibió el mayor apoyo político y luego en su gestión, los mayores recursos económicos de la historia nacional. Y la pregunta es que han hecho con ellos, como los manejan y si mejoro la vida de los bolivianos.
* Toma del Estado.
Ahora el MAS tiene el poder total: el poder ejecutivo, legislativo y judicial, y los medios de represión (la policía y ejército) a su servicio y ahora busca controlar los medios de comunicación.
Cuentan con un sistema de espionaje, de factura cubano-venezolana que sigue la pista del pensamiento libre y amedrenta, chantajea e impone el terror a la ciudadanía.
Han colocado a su gente en los tribunales de justicia para que decidan la suerte, la vida, la libertad y bienes de los ciudadanos y últimamente, además de las directrices del gobierno, los magistrados lo hacen leyendo hojas de coca.
Están aplicando una justicia destinada a agredir y exilar a los que piensan diferente, una justicia para expropiar los bienes y el alma de los demás.
Han enjuiciado a todas las autoridades electas por voto en Gobernaciones y Municipios sustituyéndolos de facto, con sus sayones.
Mantiene preso sin juicio, por mas de cuatro años, al Gobernador de Pando y auto exiliado al de Tarija. Han defenestrado al Gobernador del Beni y tienen en permanente asedio al de Santa Cruz.
Han logrado la salida del país, antes que los apresen, de los principales líderes políticos nacionales.
Han importado conspiradores (caso rozsa) para comprometer a los movimientos autonómicos regionales y luego los han ejecutado fríamente para que no hablen o declaren.
Se ataca ferozmente a niños y mujeres indígenas, que reivindican su territorio y formas de vida en el TIPNIS. Parque Nacional destinado a la preservación de la biodiversidad y que por ley esta al cuidado de sus pueblos originarios. Con ello se desenmascara y se hecha por los suelos y a palos, el discurso indigenista y el culto de la madre tierra.
Se dictan leyes y decretos por arrobas, poco se aplica y cumple y cuando al gobierno no le conviene cumplirlas, las abroga ipso facto. De donde nadie cree en las leyes y menos en la justicia.
La inseguridad jurídica cunde y se desalienta las inversiones de capital y tecnología, de origen nacional como extranjera.
Han realizado una llamada nacionalización de hidrocarburos, con lo que al margen de pagar millonarias compensaciones, solo han logrado reducir o eliminar la exploración de nuevos campos y la reducción de las reservas y de la producción de gas y petróleo, de manera que es imposible abastecer a la industria y consumo domiciliario nacional y menos abastecer las necesidades para la industrialización de hierro en Mutún.
Cada año crecen las millonarias importaciones de gasolina, gas licuado y diesel y se esfuma el sueño del polo energético latinoamericano.
Aplican recetas económicas que distorsionan el mercado, limitan las exportaciones e impiden el desarrollo y la ampliación de la producción nacional, con lo que se ha desalentado la producción nacional agropecuaria y agroindustrial y ahora importamos casi todo para cubrir la canasta alimentaria de la población.
Una pésima política exterior nos hace perder mercados y empleos para nuestros emprendedores. Ahora nuestros amigos son los países más conflictivos del espectro internacional.
La única economía boyante es la de la cadena de la coca – narcotráfico, que mueve según la prensa dos mil trescientos millones de dólares anuales, los que se reciclan en el masivo contrabando de importación, la construcción y servicios varios.
Importamos más de seis mil millones de dólares, sin contar el contrabando y se lleva a la quiebra a los emprendedores nacionales.
Se han invertido millonarias sumas en construir infraestructura de empresas que sin diseño de mercado, ni tecnológico, ni capacidad de gestión, solo producen comisiones y pegas.
Se gastan millones en avión para el presidente, helicópteros, satélite chino, museo en Orinoca, después un palacio y pare de contar.
Han instalado una burocracia inepta y corrupta y logrado posicionar al país como centro de los negocios de producción y transito de cocaína.
Han creado el ambiente para que las mafias y carteles del narcotráfico se asientes en el país.
Se ha multiplicado la inseguridad y los asesinatos y muertes por robo y ajuste de cuentas. Bandas armadas pululan impunemente por el país, asaltando a los transeúntes, chóferes y a los buses en las carreteras.
La ausencia de gestión y el incumplimiento de promesas, hace que cunda la insatisfacción y todos los días, por todo y por nada, se interrumpe el tráfico de vehículos, de personas y el trabajo y la actividad productiva, con paros, huelgas y bloqueos.
Ante este clima de inseguridad de indefensión y anomia, se generaliza la aplicación de la justicia comunitaria, que significa el linchamiento salvaje a los presuntos delincuentes,
* Quitarle el alma a los k`aras.
La lucha simbólica del poder impulsado en esta última y Quinta Etapa del proceso de cambio, tiende a quitar al boliviano, k´ara, al opositor, la legitimidad de su existencia, su razón de existir socialmente, y su forma de vida.
Mediante la escuela, los medios y la publicidad, se busca fijar en la población la percepción de la inevitabilidad del nuevo orden y la quiebra de la sociedad boliviana, la sociedad k’ara, con un objetivo de poder: “quitar el alma a la sociedad mestiza y blanca”.
Los mecanismos utilizados apuntan a desestructurar las bases materiales y subjetivas que lo sostienen, principalmente aquellos referidos a la valoración de la clase media y de los profesionales.
Se busca también empobrecer al k´ara, expropiar sus bienes, quebrar su empresas, romper sus relaciones sociales y mecanismos de ascenso y reproducción social, menospreciar la formación académica, sus meritos y reconocimientos, así como destruir sus referentes simbólicos, pertenencia, nacionales (himno, bandera, etc), todo ello busca quitarle su sentido de vida. Con esto han logrado que importantes grupos empresariales al estilo de la boliburguesia venezolana, se acomoden con el gobierno, esperando sobrevivir y sobre todo, medrar.
Están pretendiendo imponer una cultura única, de formato aymara y practicas míticas (muchas tradiciones recién inventadas).
En desmedro del derecho a la cultura cristiana boliviana y la multiculturalidad del país, se han institucionalizado las prácticas chamánicas aymaras en los actos oficiales y en la aplicación de la justicia.
Este posicionamiento étnico cultural esta siendo aplicado vaciado de valor y conocimiento de la verdadera cultura ancestral indígena, especialmente por los referentes del proceso de cambio, como lo demuestra el mestizo Presidente con sus coplas machistas y de mal gusto y peor factura y las peculiares y estrambóticas visiones del Canciller del sexo de las piedras y la papalisa.
Estamos enterados, conocemos la estrategia aplicada, conocemos los métodos y sufrimos los resultados del experimento masista. Los ciudadanos bolivianos demandamos respuestas de los partidos Políticos Democráticos para evitar el colapso total.

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