lunes, 17 de abril de 2017

ECONOMIA CRECIMIENTO Y CAMBIO CLIMATICO EN EL DIA DE LA TIERRA


Ovidio Roca

Es cada vez más evidente, que nuestro ecosistema no aguanta una economía y una población en constante crecimiento y pese a ello seguimos enfrascados en un modelo consumista y de incremento continuo y acelerado; en este nuestro único Planeta de recursos finitos.

El Día de la Tierra  es celebrado en muchos países el 22 de abril; esta es una iniciativa promovida por el Senador estadounidense Gaylord Nelson, que busca crear una conciencia común a los problemas de: la superpoblación, la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales. Todo ello se lo hace para proteger la Tierra y: “a nosotros mismos, de nosotros mismos”.

Somos producto de las circunstancias, un gran meteorito liquidó a los dinosaurios y permitió que unos pequeños mamíferos prosperaran. A fines de la era glaciar, que concluyo hace doce mil años, los homínidos abandonamos los árboles, salimos del África e iniciamos nuestro periplo terrestre y acuático para conquistar y poblar el planeta. 

El tema es irónico, hemos sido demasiado exitosos, dominamos y superpoblamos la tierra y estamos destruyendo el ecosistema en el cual surgimos y al que estamos adaptados. Siguiendo el proceso evolutivo, lo natural es que surjan otras especies que se adapten mejor a las nuevas condiciones ecológicas del cambio climático que venimos produciendo, con esta nuestra actitud consumista y depredadora.

Los ambientalistas y ecologistas afirman que la conservación del medio ambiente no es posible sin reducir la producción económica, la cual es responsable de depredación de los bosques, de los recursos naturales y la destrucción del ecosistema, por mantener un consumo por encima de la capacidad de regeneración natural del planeta.

Nuestra actual economía orientada por el consumismo, funciona como una bicicleta que si no se pedalea rápido se cae. Para poder equilibrarla y avanzar, la respuesta lógica es ponerle otra rueda y reducir la velocidad; el reto por tanto es vivir mejor, con menos bienes y con mayor calidad de vida. 

Desde hace rato se viene postulando el “decrecimiento”, una corriente de pensamiento político, económico y social, favorable a la disminución controlada de la producción económica, que busca establecer una nueva relación de equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, pero también entre los propios seres humanos. Se trata de sustituir los valores globales, individualistas y consumistas por valores locales, humanistas y de cooperación; tener una forma sencilla de vida, pero con calidad, que busca evitar el consumismo y el despilfarro desechando esa moda de la obsolescencia planificada de los bienes y productos.

El problema es que los seres humanos por nuestro afán consumista y siguiendo nuestro propio interés, seguiremos  utilizando los recursos y especialmente los combustibles que sean más baratos y cuesten menos, al margen de cualquier consideración ecológica, por lo que la solución debe enfocarse pensando en nuestra psicología, especialmente en aquello que dice: “el órgano más sensible del hombre es el bolsillo” y trabajar permanentemente en el cambio de hábitos de vida, de consumo y enfocados en el ahorro de materias primas y recursos naturales.

Más allá de convenios internacionales voluntarios y de control de emisiones, es necesario centrarse la investigación y generación de energías renovables que sean más baratas que la de los combustibles fósiles. Vale la pena recordar el acuerdo de Paris sobre el cambio climático, que se firmó con gran pompa, por razones de negocios se le dio una trumpada y se lo abandono. 

Una energía barata y no contaminante sería una respuesta eficaz al cambio climático y aceleraría la reducción de la temperatura de la tierra. El 22 de Abril día de la Tierra, es una buena ocasión para pensar en todo esto y de ser posible hacer algo.

ovidioroca.wordpress.com



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