lunes, 7 de noviembre de 2022

DE LOS DIOSES Y SU CREACIÓN

 

“Una civilización se destruye sólo cuando se destruyen sus dioses”. Emil Cioran.

Ovidio Roca

Al inicio de la humanidad, los hombres inermes y temerosos enfrentaban las fuerzas de la naturaleza, los rayos, los terremotos, la lluvia, los vientos. Por su potencia y poder destructivo los consideran entes supremos, eran dioses de la naturaleza a los cuales mediante rituales y ofrendas trataban de calmar.

Luego con el proceso civilizatorio surgen las deidades morales que juzgan nuestro comportamiento con las otras personas. El natural temor de ofenderlos habría proporcionado a las sociedades la manera de convivir y prosperar a pesar de sus particulares tensiones tribales.
La Iglesia ya como Institución, logra el estableciendo una identidad común que ayudó a mantener la cohesión de estas sociedades multiétnicas y s
on los líderes religiosos quienes estandarizan y administran a través de las diversas iglesias las creencias y prácticas religiosas para llegar a los dioses y conseguir su atención y bendición.

Existen tantos dioses como personas en el planeta y cada uno responde a la imagen y necesidad de su creador. Cuando una sociedad se masifica se vuelve más vulnerable a tensiones internas ya que tiene que mantener unidos a múltiples grupos étnicos y como resultado de este proceso de expansión surge la necesidad de un dios único y una religión moral única a cargo de las Iglesias y de su esquema administrativo.
Los hombres creen en dios porque no creen en sí mismos”. Pukymon.

En la sociedad moderna los ciudadanos de las sociedades democráticas y cultas aspiran a la libertad y a la responsabilidad, por lo que indicarles que su destino depende de un dios extranjero, que desde su nacimiento están marcados por el pecado y que deberán pasar el resto de su vida pidiendo perdón por sus supuestas faltas. Con esto las personas no podrían considerase ser los dueños de su destino y por lo tanto se apartan.
En el pueblo llano, que es más práctico, lo que se nota es una continua búsqueda de alguien divino y humano que le dé alegría y seguridad en su vida y su futuro.
Los diversos pensadores, convienen que e
l hombre para lograr su equilibrio y su paz necesita de los dioses. Wittgenstein explica: “La fe religiosa y la superstición son muy diferentes; una surge del temor y es una especie de falsa ciencia, la otra es un confiar”.
Señala Carl Jung: “Los dioses son un hecho psíquico y no físico, y en consecuencia el  hombre crea sus propios dioses y para vincularse con ellos, construye los iconos”.
Portella: Los creyentes para creer necesitan atribuir una realidad física a lo divino”. Vale decir fabricar miles de Iconos, de Santos y Vírgenes.
Wittgenstein comenta: “Es claro que los dioses creados, están más allá de la existencia o inexistencia y son eternos; pero para manifestarse precisan de lo experimentable. De esta manera dios habita plenamente dentro del lenguaje, el ritual y el espacio religioso”.

Los hombres crearon a dios para que sus hijos puedan dormir tranquilos” y “Los dioses son buenos o malos acorde con el espíritu de sus creadores”. Pukymon.

Namaste. Hakuna matata.

 

ovidioroca.wordpress.com

 

 

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