viernes, 3 de mayo de 2019

TERAPIA PARA PACIENTES INFECTADOS DE POPULISMO


Ovidio Roca

I. Y DALE CON EL POPULISMO
Nota: “Es necesario conocer la sintomatología y etiología de la enfermedad para saber cómo tratarla”. SNCHY
Vemos preocupados lo que ocurre en nuestra vecindad: en Venezuela, gente desesperada que sale de su país huyendo de la miseria; el drama sanguinario nicaragüense; el masoquismo de los cubanos que después de sesenta años se resignan y aceptan el castrismo. Pero como siempre, pensamos que Bolivia es diferente y aquí no pasara nada, pese a que allá y aquí se cocina con la misma receta populista.
Existen variantes entre los países de cómo hacer un puchero y en cada uno se usan los ingredientes disponibles, pero al final siempre es un puchero, un locro. En Bolivia el ingrediente principal de nuestro locro político y económico, además de un falso discurso indigenista y pachamamico, es un pueblo de sacrificados y obsesivos contrabandistas y una amplia producción de coca y sus derivados que financian este comercio.

II. SITUACION EN LOS PAISES QUE SALIERON O ESTAN EN VIAS DE SALIR DEL POPULISMO
Como resultado de las política populistas y la consecuente corrupción, el Presidente argentino Macri recibió el país hecho un desastre, con la economía y empresas quebradas por el Gobierno kitchnerista, donde Kristina robaba, no a manos llenas sino a sacos llenos.

El Presidente Macri temeroso de la reacción del pueblo, adicto desde Perón y Eva a las pegas, los bonos, los subsidios, aplicó las necesarias medidas de ajuste para salir de la crisis, pero lo hizo a medias con lo que solo consiguió mantener la crisis. En las próximas elecciones seguramente muchos votarán por Kristina y la harán Presidente: pues con ella se comía y no había necesidad de laburar.

En Bolivia la actividad económica es primaria, las industrias son poco diversificadas y de baja productividad; el Gobierno populista cocalero aplica una política económica estatista que determina los precios, los salarios y autoriza la producción y las exportaciones de todo producto, excepto coca y sus derivados. Con este escenario, entre el 70 y el 80% de la población y para subsistir a como dé lugar trabaja bajo un régimen informal, dedicándose especialmente a la producción de coca y derivados y a las actividades  mercantiles relacionadas con el contrabando e importaciones de electrodomésticos, textiles, alimentos procesados y también frescos como verduras, frutas, pescado y la carne, que anteriormente eran producidos por los empresarios, campesinos y agricultores nacionales.   

La economía informal es una actividad “informalmente” permitida y exenta de impuestos, registros, certificaciones, normas ambientales y de seguridad social y no se pregunta el origen de su capital; aunque sabemos que el  principal financiamiento en dólares para las operaciones comerciales y de contrabando es el narcotráfico que aporta cerca de cinco mil millones de dólares anuales para estas operaciones. El problema para el futuro del país, es que el dinero del delito nunca es neutro y al lavarse, al legalizarse, este dinero ensucia las instituciones políticas, económicas y financieras.

Por su parte las empresas formales deben respetar las normas, pues tienen un nombre, una inversión, una personería, una marca, un prestigio y por tanto están sujetas al control y la sanción correspondiente en caso de incumplimiento de las normas del trabajo, normas ambientales, sociales y de calidad. Por tanto con la inseguridad jurídica, el peso boliviano sobrevaluado y las trabas a la actividad formal, es mejor dedicarse a la coca y traer de contrabando lo que haga falta.

Una buena parte de los bolivianos pensando en una sociedad viable y respetada internacionalmente, apuestan por la formalidad, por un país de leyes, un Sistema democrático y eso implica derrotar al Estado Corporativo cocalero que mantiene un liderazgo autoritario.

El problema empieza luego de un eventual triunfo, pues será necesario ordenar la institucionalidad y la economía producto del desastre que deja el populismo. Se parte sin recursos; las reservas de gas se las gastaron y no las repusieron, se gastaron las reservas del Banco central, se endeudaron como nunca, destruyeron la base productiva y la institucionalidad del país. Ordenar todo esto implica mucho trabajo y sacrificio y lo más seguro es  que la gente infectada de populismo reaccione aplicando lo que aprendió del sindicalismo Chapareño: marchas y bloqueos para defender un régimen que les garantiza su negocio cocalero, el contrabando y el reparto de bonos y prebendas para los fieles.

De seguir con el modelo populista cocalero la suerte y el futuro del país será dramático, si quisiéramos ver lo que se nos viene solo necesitamos mirar, pero sin usar anteojeras ideológicas, el resultado del populismo en la vida social y económica de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Los grandes cambios se hacen mediante terapia de shock, pero es difícil hacer entender a una persona que sufre de peritonitis que su dolencia no se sana con paños fríos y mate de coca, sino que hay que operar, sacar el apéndice y desinfectar.

ovidioroca.wordpress.com

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