martes, 23 de abril de 2019

VOTO ÚTIL 


Ovidio Roca

Vivimos en los tiempos del proceso de cambio y de los populistas, quienes han aprendido que la mejor manera de apoderarse del poder ya no es haciendo revoluciones sino realizando elecciones. Un ritual que permite dar un aura de legitimidad a los autócratas castrochavistas quienes usan hábilmente la ciencia del fraude electoral, la misma que experimentó grandes avances gracias al asesoramiento cubano, por lo cual los riesgos que enfrentan los caciques autócratas de perder el poder son mínimos.  

Aunque lo ideal es votar en elecciones libres y limpias por el candidato que nos ofrezca la mejor opción realista para construir un país democrático y próspero (siendo él mismo creíble por sus antecedentes personales y profesionales) se presenta el inconveniente que en Bolivia con un sistema electoral manipulado y digitado por el gobierno, esto no es posible y se requiere contar con una masiva mayoría que haga presión al tirano.

Es seguro que en las elecciones habrá fraude, pero cuando el fraude es demasiado evidente puede causar fuertes reacciones de la población y de la comunidad internacional; por eso la necesidad de concentrar el voto democrático y conseguir una mayoría que de fortaleza a la oposición.

Evo es el síntoma de la enfermedad populista que aqueja al país y no habrá salud si no atacamos esta enfermedad, pues mientras permanezca el virus y el icono indígena y mientras sus operadores sigan manejando todo el aparato del Estado a su favor; todo cambio, toda terapia para mejor será imposible.

En el Referendo del 21 de Febrero se manipularon los resultados; el Gobierno en el contaje volco a su favor los resultados de muchas papeletas; en zonas no afectas al gobierno no llegaron papeletas; en fin se hizo lo posible e imposible para evitar el triunfo del “No” y también se apeló a la magia de los cubanos en los registros electrónicos. Con esto se redujo la  diferencia, aunque no se animaron a decir que ganaron y después dijeron que no se votó por lo que se votó (vale decir por mantener vigente la Constitución y el articulo 168).

Las próximas elecciones se darán en el mismo ambiente fraudulento y nuestra opción práctica es apostar al voto útil, es decir votar por aquel candidato que en las encuestas tenga las mejores posibilidades. Un voto útil que significa concentrar el voto evitando la dispersión en múltiples alternativas. Se critica este tipo de voto pero: “lo perfecto es enemigo de lo bueno”.

La Receta: Consultemos los datos de las preferencias electorales y un mes antes de las elecciones decidamos nuestro voto por aquel que tiene mayoría y con más posibilidades de ganar y trabajemos para que nuestro entorno también vote por este candidato.

El candidato para gobernar necesita de un equipo conformado por la gente más idónea y preparada del país y necesitamos identificarla y presionar el Presidente electo para que estos formen parte del Gabinete que se requiere para la reconstrucción del país quebrado y maltrecho que dejara el masismo.

ovidioroca.wordpress.com

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