viernes, 22 de julio de 2016

LA OBSESIVA PERSISTENCIA DE LA ILUSION

LA OBSESIVA PERSISTENCIA DE LA ILUSION
Ovidio Roca
Los teóricos k’aras del masismo para su conquista del poder y del aparato del Estado, elaboraron un discursoindigenista y populista, en realidad aimara y chapareño,lograndoentusiasmarlos y lo consiguieronde la misma manera con los grupos informales y cocaleros. Con estolograroncaptar una importante masa de población, teniendo en cuenta que el setenta por ciento del empleo en el país es informal.
En este concurso de promesas, los pueblos originariosescucharon del masismo la oferta de un Estado centralizado yde improntaindígenaque satisfacería todas sus necesidades y el resto de la población el de un Estado permisivo con la informalidad. Luego continuando con la fiesta, escribieron una novela constitucional que rellenaron con dulces ilusiones y promesas, privilegios y mitos; pero sobretodo se les ofreció vivir con poco esfuerzo y como ricos.
De mano de los estalinistas, sevincularonal Castrochavismo y asumieron el discurso populistadel Socialismo Siglo 21 en su variante de socialismo comunitario; un discurso que con el tiempo, la ineficiencia y la corrupción se fue agotando, pues los dirigentes masistas en el gobierno, excluyeron a los indígenas del oriente que cuida sus montes y a la clase media que cuida su trabajo formal y su profesión. Siguiendo con esto,se comieron la herencia yacabaron con las reservas de gas;la corrupción se masifico, luego los precios bajaron, la pobreza crece y las ilusiones se apagan.
Como todo lo que se consigue fácil se va igual de fácil, luego de la fiesta y el jolgorio hay que arreglar el desastre y poner en orden la casa y esto significa orden, trabajo, reconstrucción de la economía y la institucionalidad y esto demanda esfuerzo y exige sacrificios.
La experiencia actual con los regímenes castrochavistas, muestra que cuando estos son expulsados del poder y asume un nuevo Gobierno queempieza a arreglar el desastrey este pideal pueblo mayor orden y trabajo, la masa protesta y lo culpa por todos los problemas y añora a los populistas;irónicamente esosmismos que antes dilapidaron los recursos. Y este es un círculo que se repite: trabajo y construcción y luegodiscurso populista, promesas,corrupción y derroche.
Y aunque sabemos que lo importante son los hechos, los resultados y no las promesas y las buenas intenciones, ocurre que la ilusión del Poder ydel Estado omnipotente, promovida por el discurso populista de los caudillos,obnubila al pueblo que no se resiste a su fascinación. Cualquiera pensaría que la gente ya habría aprendido la lección, pero al parecer no es así, pues para la mentalidad populista predominante lo importante son las promesas, el cuento y esto lamentablemente funciona.
Antiguamente los cambas en el campo decían: “en la arena y con un palito, se hacen grandes chacos y potreros”. Es la trágica y absurda historia de los pueblos, la que se recogeen unconocido grafiti argentino: “basta de realidades, queremos promesas”. Esta esuna consigna por demás extendida yaunque deja pocos resquicios abiertos para la construcción de un modelo de sociedad progresista,trabajadora y responsable, no queda otra que encontrarlos y mientras más pronto mejor.

ovidioroca.wordpress.com

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