jueves, 23 de junio de 2016

CORRUPCION Y DESPILFARRO POPULISTA, LA HERENCIA

CORRUPCIÓN Y DESPILFARRO POPULISTA, LA HERENCIA
Ovidio Roca       
Como nunca antes, en las dos últimas décadas y por todo el ALBA se extendió una dilatada marea de corrupción; la que vista a vuelo de “pajarito chiquitico” se la ve negra de petróleo, verde de coca y con potencia de “lava jato”. Son tremendas olas populistas que transportan valijas llenas  de blanca, de verdes y las entierran en narices, monasterios y paraísos fiscales.
A su vez, proliferan cada vez más las telenovelas y culebrones de terror, sexo y corrupción, en versiones chavistas, evozapatistas, kitchneristas, lulistas, las que son el diario vivir de estos pueblos adictos al populismo y ocupan el temor y la mente del pueblo. 
Ahora cuando la marea de precios y negocios millonarios baja, queda el hambre y la miseria y la gente no tiene seguridad, ni que comer y surge entonces la anarquía y violencia. Es el legado del populismo en su periplo latinoamericano siglo 21.
Antes del ALBA y del Estado Plurinacional y durante los veinticinco años de gobiernos democráticos (1981 al 2005), los diferentes gobernantes bolivianos, manejaron  como presupuesto estatal cerca de 91.000 millones de dólares. En esa época los Presidentes tenían un periodo de gobierno de cuatro años y no había re-re-elección.  
El actual gobierno por su parte en diez años, según informa la prensa, ha recibido y gastado más de 150.000 millones de dólares, gracias a una coyuntura de vacas gordas, a la que hay que sumarle un millonario endeudamiento.
Como los gobernantes no le hacen y poco le entienden a la producción, a la economía y la gestión pública, aunque mucho  a la demagogia; en su búsqueda de redito político le encomiendan al Jefe que además de viajar en Jet privado y jugar futbol, se dedique a  inaugurar proyectos.
Son proyectos impulsados por el gusto y capricho de los jerarcas y las jugosas comisiones. Así tenemos canchas de futbol de pasto sintético, obras monumentales en el pueblo del Jefe, Palacios fastuosos, inversiones en plantas de fertilizantes lejos del mercado, plantas separadoras de gases y líquidos que no operan, aeropuerto en el Chapare el tercero más grande (y Potosí?), fábricas de papel y otras en la capital cocalera del Estado Chapareño. Son todos proyectos truchos, que carecen de estudios serios de viabilidad, de oportunidad, de mercado, de tamaño y localización adecuada, lo que no es nada bueno.
La herencia para el país por este despilfarro, además de la pesada deuda, será un cementerio de empresas, miles de toneladas de chatarra oxidándose, sin embargo para los gobernantes y tucuimas son ganancias exorbitantes y cuentas en el exterior, producto de las comisiones recibidas de las empresas que con millonarios sobreprecios vendieron estos elefantes blancos. Esto nos muestra que aunque son pésimos en gestión, son expertos en corrupción.
Actualmente el peso del Estado en la economía es cada vez más grande y su manejo centralista y discrecional le otorga a los políticos una gran influencia en la economía, los contratos y el empleo; por lo que un verdadero cambio pasa por terminar con este estatismo, populismo y demagogia “social”; que es corrupto por definición y ensayar con la libertad económica y ciudadana, limitando el poder y el gasto del Estado y achicando así el campo para el totalitarismo y la corrupción de los políticos
La experiencia internacional nos enseña que a contramano de los populismos, los países que prosperan son aquellos que tienen instituciones; normas, costumbres, códigos y leyes que regulan las relaciones entre los particulares y entre los particulares y el Estado y donde existe la certidumbre de que se cumplen las leyes. Sobre esta base se crean las condiciones de crecimiento de largo plazo, pues reiterando una vez más: en una democracia, la tarea del Estado es dar seguridad jurídica y administrar eficientemente los recursos públicos, los que pertenecen a los ciudadanos y no a los gobernantes.
En conclusión, además de la perdida de institucionalidad y la moral ciudadana, estamos recibiendo una creciente deuda pública que pesara sobre la espalda de las próximas generaciones y los mantendrá en la miseria. 
 ovidioroca.wordpress.com





No hay comentarios: