martes, 3 de mayo de 2016

NEGOCIOS CONTRAMBIENTALES

NEGOCIOS CONTRAMBIENTALES

Ovidio Roca
Bolivia en los años pasados avanzó mucho en la legislación ambiental y de preservación; se promulgo la Ley Forestal, Ley de Medio Ambiente, Ley de la Madre tierra,  el Plan de Uso del Suelo, la misma Constitución y otras. El problema es que luego a aprobar las leyes creemos que con hacer alguna invocación y una buena challa, basta. Nos olvidamos de la institucionalización, su cumplimiento, el seguimiento cotidiano, la investigación, la profesionalización de los servidores públicos y de fomentar una actitud responsable de la ciudadanía.
Un otro aspecto, es la creencia generalizada de que la temática ambiental tiene que ver solo con el cuidado de la naturaleza,  de las aves y los arbolitos y la realidad es que la conservación del medio ambiente se realiza  fundamentalmente para nosotros, porque al ser parte de la biodiversidad y estar adaptados a este ecosistema, una modificación drástica del mismo pone en riesgo nuestra supervivencia como especie.
Por tanto no debe preocuparnos la naturaleza en sí, pues ella ya ha pasado por problemas mucho peores y solo para mencionar uno último; hace 65 millones de años un meteorito mato más del ochenta por ciento de la vida en el planeta y entre ellos a los dinosaurios, lo que permitió que unos pequeños mamíferos que sobrevivieron, pudieran prosperar y adaptarse a las nuevas condiciones sin el peligro de esos tremendos depredadores; de esos pequeños bichos es que venimos nosotros. En el futuro cercano, habrá otras especies que sobrevivirán a la bomba poblacional y contaminante que estamos generando; serán especies más adaptables al nuevo ambiente y muy diferentes a las actuales o parecidas a los chulupis.
Con eso de la ampliación de la mancha urbana cruceña, en los últimos días ha surgido nuevamente la preocupación por la destrucción del cinturón ecológico y el bosque de protección de las orillas del rio Piraí.
Según el PLUS, las riberas del rio Piraí son bosques de protección (B-P1) y el área bajo protección es de mil quinientos metros desde la orilla y a lo largo de su curso. La protección de la ribera del rio es de cumplimiento obligatorio y por estar normada por Ley, que tiene mayor jerarquía que cualquier disposición municipal que quiera avasallarla. En este bosque de protección no puede haber asentamientos humanos, ni actividad agrícola.

El PLUS fue aprobado el año1995 mediante el Decreto Supremo No 24124 y  homologado el 2003 por la Ley de la República No 2553.
Sabemos que los negocios relacionados con las tierras siempre han sido importantes y quienes definen y tienen información previa: sobre el uso de las tierras, los trazados urbanos, el diseño y la construcción y asfaltado de vías, son luego los grandes beneficiarios y tremendos millonarios.
Por estos actores e intereses, es que la cuenca del Piraí está siendo avasallada. Estos son parte de la burocracia edil, de sus empresas asociadas e  inversionistas de condominios y solo tienen al frente como defensores de los derechos de la comunidad, algunos románticos ambientalistas.
Por tanto, siendo realistas el enfoque para enfrentar el cuidado del ambiente debería usar las emociones más fuertes del ser humano y una de estas es su egoísmo. Si pretendemos que la gente cuide su entorno para proteger la naturaleza poco conseguiremos, pero si lo hacemos apelando a su beneficio y su lucro personal y mejor si con beneficios para la comunidad, quizá algo se logre.
Al respecto recuerdo haber visto, específicamente en Colombia, que se manejaron exitosamente algunas cuencas, haciendo plantaciones rentables, especialmente de Guadua o Tacuarembó. Esta tacuara es de rápido crecimiento, evita la erosión del suelo y al mismo tiempo lo protege y enriquece. Evita la erosión y colmatación de la cuenca y además su versatilidad y capacidad de almacenar agua en época de lluvia para soltarla en época seca, regula la humedad del suelo y mejora el clima.
Estas plantaciones pronto se convirtieron en un negocio rentable y sostenible para los propietarios de tierras y los municipios que otorgaron concesiones en las riberas y con su aprovechamiento de generó una industria importante, la gente gano plata y de paso se protegió las riberas. 
Como decía el Taita Chopecheji, el perro es el único que rasca para afuera.
Referencias: ovidioroca.wordpress.com


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