lunes, 12 de diciembre de 2022

EL CIUDADANO FRENTE A LA IRRUPCION DE LAS MASAS INTERCULTURALES COCALERAS.

 

 Ovidio Roca

Si no quieres estar en política, en el ágora pública y prefieres quedarte en tu vida privada, luego no te quejes si los bandidos te gobiernan”. Aristóteles.

En gran parte de los países menos desarrollados, el individuo, el ciudadano ha sido relegado, desplazado y son las multitudes, las masas, en las calles y caminos sin que medie ningún análisis sensato, formal e institucionalizado, las que imponen sus propuestas y consignas. Estas prácticas están ganando a la democracia institucional que maneja instancias de deliberación y de concertación y las cumple. Ahora con el populismo, lo que importa y se impone es quien muestra más presión en las calles y con los bloqueos.

En los regímenes democráticos existen y funcionan los Partidos Políticos los mismos que tienen Doctrina y Programa y una militancia que comparte estos valores. A su vez los partidos, están sujetos a normas y por ley deben rendir cuentas de su actuación; algo que no ocurre en los países aquejados de populismo.

 

Los regímenes populistas no tienen Partidos políticos, solo grupos de interés y un Jefazo. Son un ch’enko, un conglomerado de Movimientos sociales movilizados, Interculturales, Sindicatos, Gremios, Mafias y tucuimas. Ellos no rinden cuentas a nadie, pues no reconocen ninguna otra ley que la de su propio interés.

Aunque estas multitudes tienen sus propias demandas sectoriales y gremiales, para empoderarse estratégicamente se unen bajo el mando del Jefazo, luego cuando este Grupo de poder sindical y cocalero, asume el poder implantan una caricatura de democracia, solo para efectos de inscribirse y ser reconocidos como demócratas por las Instituciones internacionales, ONU et al, las que siempre los reconocen y acogen.

Bajo el populismo, la lucha política se presenta como un feroz y permanente enfrentamiento por el poder y la riqueza producto de negocios mafiosos y prebendas. Usan un discurso de clase, de etnia, para enfrentar a la sociedad y en este ambiente de anomia y como secuela del mismo, todos los días vemos en las calles bandas de masistas, delincuentes y narcotraficantes, atrincherados y pertrechados con la coca y el narcotráfico defendiendo su negocio y lo hacen aterrorizando, bloqueando y confrontando a la población.

El Gobierno Populista cocalero del MAS, a elegido como su enemigo favorito al pueblo cruceño y usa su típica estrategia de odio racial y de clase para confrontarlo. Lo ataca todos los días afectando donde más duele, su economía, su libertad y lo hace restringiendo sus exportaciones, evitando el desarrollo de la biotecnología que aumentara su producción agropecuaria, enviando tropas de interculturales para tomar y avasallar propiedades, tierras y bosques y destruir el ecosistema. Persigue a los ciudadanos y afecta su propiedad utilizando a sus jueces, fiscales, policías y con esto están destruyendo el régimen de libertades y de justicia, base de la democracia.

 

El modelo populista cocalero nos conduce hacia un Estado fallido, por lo que ahora necesitamos dejar atrás este Estado plurinacional estatista, dictatorial, racista y para beneficio nuestro y de nuestros hijos y nietos, los ciudadanos deberíamos hacer un pacto político a largo plazo, en el marco de una República Democrática y Federal, donde el poder surge y se construye desde la diversidad, desde la Comunidad, el Departamento, hacia la Nación boliviana.
Para progresar necesitamos retornar al Estado de Derecho y construir la República Federal, un Estado Nacional al que le corresponde desempeñar con eficiencia los roles constitucionalmente indelegables que le corresponden a nivel nacional e impulsar lo más rápidamente posible la libertad individual, el derecho de propiedad, la economía de mercado, dándole seguridad jurídica y garantías a los inversionistas y a la población en su conjunto. Con Estados Federales regionales responsables de la gestión y con competencias ejecutivas, legislativas y judiciales en el ámbito de su territorio.

Por lo que vemos y sufrimos todos los días; avasallamientos, tomas de tierras y agresión a los ciudadanos y a su propiedad, una tarea inmediata para el Gobierno Federal regional, es asumir la responsabilidad plena sobre su territorio, cambiar rápidamente el actual sistema judicial y policial, centralista y delincuencial, que apoya estas actividades ilegales. Asimismo cambiar el sistema la recaudación tributaria, diseñado para único beneficio del Gobierno Central y su burocracia.

ovidioroca.wordpress.com

 

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