sábado, 15 de enero de 2022

NARRATIVA DEL PROCESO POPULISTA COCALERO Y SU TRANSITO HACIA UN NARCOESTADO

 

Ovidio Roca

 En un lugar del Chapare cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un cocalero, de los de pata en chutera, verga enhiesta, can flaco y cholitas pa comer (wawamikuy). Quixote miski simi.

El Chapare, área de la producción de coca no adecuada para el consumo tradicional, es la Sede de las seis Federaciones del Trópico de Cochabamba. En esta región y por decisión del Foro de San Pablo, más del asesoramiento y la plata del Castrochavismo, surgió un partido político cocalero (MAS coca), el que en poco tiempo tomo el control del país e impuso al Presidente de las Seis Federaciones de cocaleros como Presidente de Bolivia.
Evo toma el poder y usa su cara de indígena, lo que le trae la solidaridad de muchos originarios que se sienten discriminados por serlo; más la coca, el contrabando y todo acompañado por el discurso y la practica populista. La coca de los Yungas de La Paz, suave y dulce es buena para el acullico y la Chapareña de hoja grande, áspera y amarga, muy buena para pisarla.

El MAS ha gobernado Bolivia desde el 2006, tras su victoria en las elecciones de Diciembre del año anterior. Ya han transcurrido dieciséis años de este experimento castrochavista y como fruto de esto, en el Chapare se ha constituido un Narcoestado autónomo e independiente. El Capitán Juan Ramón de la Quintana, declaraba en el Chapare: “Aquí vamos a formar el nuevo ejército de Evo Morales para los próximos 50 años, aquí vamos a trabajar de día y de noche en escuelas de formación política”.

La Constitución boliviana autoriza solo una reelección presidencial consecutiva; pese a esto Evo el cocalero, ya con tres reelecciones a cuestas, decidió postularse indefinidamente. Ante este atropello la población democrática se sublevo y finalmente consiguió que se convoque a un Referendo en 2016, que ratifique o no la prohibición de hacerlo por más de dos periodos consecutivos como lo establece la Constitución. La población mayoritariamente rechazo en las urnas esta intención reeleccionista y pese a esta derrota, Evo coca instruyo al Tribunal Constitucional autorizar su reelección indefinida amparado en su derecho humano.  
Este órgano judicial sumisamente así lo hizo y avaló en el 2017 su reelección indefinida, al reconocer el derecho humano de los mandatarios a ser elegidos y del pueblo a elegirlos; contraviniendo la Constitución boliviana y el refrendo consultivo que afirmo el límite de dos mandatos consecutivos.

Ante esta situación de flagrante ilegalidad, el Gobierno de Colombia presento una consulta ante la Corte Internacional de derechos humanos. Evo coca muy previsor, afirmó que la Opinión Consultiva presentada por Colombia sobre la reelección indefinida como derecho humano
no es vinculante ni retroactiva. La reelección indefinida es mi derecho humano, aka myku dijo Evo.

En Septiembre del 2019, los bolivianos acudieron a las urnas para elegir presidente. Morales en el poder desde hacía 13 años, buscaba un cuarto mandato a pesar de que la población ya había rechazado esa posibilidad en el referéndum de 2016. Finalmente se realizan estas elecciones, el MAS comete un fraude muy  evidente y la OEA lo evalua y lo confirma. Esto desencadenó una revuelta popular  (las pititas en Santa Cruz) que tomó las calles del país por 21 días.
El 10 de Noviembre 2019 y después de que la Central Obrera Boliviana, la Policía y el Ejército sugirieran la renuncia del presidente, Evo Morales renunció a su cargo hacia las 18.00 horas de ese día. Desde su aeropuerto del Chapare el Jefazo huye al México del Chavo y luego para estar más cerca de su cato a la Argentina Kitchnerista, esperando que ante el vacío de poder y la violencia que esperaba se genere, regresar al país como el héroe salvador.

El 12 de noviembre del 2019 la entonces Senadora Jeannine Áñez asumió la Presidencia de Bolivia, lo hizo respaldada por el Tribunal Constitucional que justificó la sucesión debido a la «grave situación social y política» que atravesaba el país.
Fue el de Jeannine un Gobierno transitorio, precario, atado de pies y manos y sitiado por los grupos sociales y especialmente por el MAS que tenía dos tercios del Parlamento y decidía dictando leyes a su antojo. Eva Copa Presidente del Parlamento, vetaba las decisiones de la Presidente Jeannine, quien además estaba controlada por una burocracia corrupta que permaneció atrincherada en las instancias estatales y que permanentemente la boicoteaba, mientras una masa cocalera y masista bloqueaba y aterrorizaba al país.  

A la huida del Jefazo, luego de Gobernar dictatorialmente por quince años y desfalcar al país, los masistas echaron sobre las espaldas de Jeannine (la Presidente encargada por el Parlamento Masista de convocar a Elecciones) la culpa de todos los males causados por ellos.  

Desde la cárcel el 2022, Jeannine declaraba ante la prensa (Pagina Siete): “Nunca tuve total control del gobierno siendo que este se conformó en horas, tras la renuncia de Evo Morales (…). Me duele decirlo, pero muchos de mis exministros y colaboradores probablemente negociaron con Evo y la élite masista”.
“Muchos de mi partido se aprovecharon de mi inexperiencia para gobernar este hermoso país. Aprovecharon de mi buena fe y pensar que todo se solucionaba conversando y cediendo. Pero eso queda como herida simplemente”.
“Hay que recordar que el MAS tenía 2/3 en la Asamblea y para llegar a esos acuerdos, tuvimos que ceder muchas cosas solicitadas por los movimientos sociales”.
Estoy presa por la sed de venganza de Evo, pues luego del fraude y su huida, no pudo llevar adelante el plan de irse, generar violencia, vacío de poder y volver como el salvador... ”.

Jeannine, a la que no dejaron gobernar, inmediatamente se convirtió en el chivo expiatorio; tanto para quienes la pusieron en el Gobierno, como de los masistas y también de una parte de la población, que para liberarse de su sentimiento de culpa aplica el dicho: “echa a otro tu mal y descansa”.

Todos, cobardemente, echaron sobre sus espaldas el desastre y el desfalco del país perpetrado por los masistas y ahora está en la cárcel con juicio y justicia masista, sola y abandonada.

El Narcoestado Chapareño producto del populismo cocalero y localizado en el centro de Bolivia, tiene bajo su control las provincias andinas que limitan con Chile y son la vía para el tráfico de cocaína y el masivo contrabando de ida y vuelta; asimismo los Parques Naturales Carrasco y Amboró están bajo su jurisdicción y son un “cato” cocalero. El Narcoestado avanza y la población anteriormente cruceña de Yapacaní y sus áreas aledañas, ha sido totalmente colonizada.

El Narcoestado Chapareño para sus negocios internacionales cuenta con un Aeropuerto propio, que no puede ser fiscalizado por ninguna instancia nacional o internacional y en los “quepis” de los chapareños hay más dólares, producto del narcotráfico, que en el Banco Central por lo que para los negocios del contrabando no se solicitan dólares al Banco Central y asi el peso boliviano está sobrevaluado.

Mientras Lucho funge de Presidente, el Jefazo está de vacaciones en su sede Chapareña, allí juega futbol, acoge cholitas trece añeras, promueve marchas y bloqueos y cuando se aburre y desde su aeropuerto particular toma un avión ejecutivo y viaja por el país y por toda la geografía castrochavista para conspirar y hacer show.

Las entidades públicas están bajo el mando del MAS y para ampliar su vasallaje han creado instituciones paralelas, como una Asamblea (masista) Permanente de Derechos Humanos  (Apdhb) e impulsan en todos los Departamentos la creación de los Comités Cívicos Populares, masistas.

El MAS como parte de su estrategia de control total, creo más de veinte directivas paralelas de organizaciones sociales, tales como: Activistas de derechos humanos, Juntas vecinales, Sindicatos, la COB, Conamaq, Cidob, Csutcb, Adepcoca, gremiales, transporte etc. Ahora intenta hacer lo mismo con los Comités Cívicos y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB). En estos momentos la APDHB del MAS anuncia una campaña internacional para negar que en Bolivia existe persecución política.

La cultura masista es troglodita, prehistórica, define a la gente y le concede derechos y privilegios por su etnia y su tribu. Desconocen el valor de la persona humana y el concepto democrático de ciudadano, libre e igual ante la ley.

Cuando la gente se siente insegura necesita sentirse parte de un grupo y para ello acepta cualquier discurso y promesa populista, que les ofrece seguridad, bonos y prebendas. En consecuencia los jefes populistas arrojan a sus bases algún hueso y unas hojas de coca, para que se entretengan mondando y acullicando.
Para dividir y enfrentar a la población de este país extenso y de diversa geografía; de tierras altas y bajas, de montañas y bosques y de multiplicidad de grupos étnicos, el MAS usa los recursos del Estado y reparte bonos y prebendas para comprar a los habitantes indígenas de las tierras altas, con los que tiene afinidad étnica y cocalera, mientras enfrenta a los de tierras bajas, tanto indígenas como criollos, los que desde siempre fueron ignorados; primero por el centralismo minero y ahora combatidos por el masismo al percibirlos como adversarios.

Este odio y enfrentamiento con los pueblos de las tierras bajas, lo explicita, Huarachi el Dirigente masista y Presidente de la COB, el que al finalizar la Marcha de precalentamiento de Evo hacia La Paz el 2021, dijo: “Y vamos a ir a tomar las fábricas, las industrias. Que no nos provoquen. Somos los nacionalizadores y vamos a nacionalizar todas las empresas, todas las industrias de Santa Cruz. Que no nos provoquen, carajo”.

Evo señalaba a su vez que en Santa Cruz: “Los mercados estaban cerrados; pero los Supermercados no estaban cerrados. ¿Cómo no va a dar bronca?. En los paros ganan los empresarios, pierde la gente pobre, la gente humilde. (…) La empresa que haga empresa, que haga plata es un derecho, pero cuando un empresario hace política para hacer más plata robando, ya no. Ahí tenemos a Doria Medina”.
Y luego continua: “Tarde o temprano tiene que haber reconciliación, pero con la verdad, haciendo justicia y con la razón. Reconciliación, solo reconociendo sobre el golpe de Estado”. (Dizque el de Jeannine)


Realizando ejercicios y prácticas de amedrentamiento y amparados en su impunidad, grupos armados irregulares del MAS toman tierras en Guarayos (Santa Cruz) y en la propiedad Las Londras y secuestran a periodistas, policías y otras personas. El Gobierno se alegra, pero ante la opinión pública no se da por enterado de este vandalismo.
Temblad cambas, que vienen los interculturales wila lluch'us del MAS.

 Vivimos en la era del populismo cocalero y de sus militantes expertos en la apropiación de la riqueza ajena y no en la creación de riqueza. Ellos son enemigos de los empresarios, pero les encanta jugar a ser empresarios usando para ello las Industrias del Estado; total ellos no ponen la plata para hacer el negocio y si todo sale mal no pierden, pero ya tienen a buen recaudo sus comisiones, por tanto siempre ganan y con plata ajena.

Nos explican los analistas, que el Gobierno populista cocalero aúna la Oclocracia y la Kakistocracia, es decir el gobierno formado por la muchedumbre, la turba y de esta los más ineptos, los más incompetentes, los más pillos y los menos calificados y cínicos.

 El Gobierno del MAS forma parte de la pandilla Castrochavista y se benefició de los dólares que en su época regalaba Chávez a sus amigos, eran las épocas del auge petrolero Venezolano y con las reservas de petróleo aun en explotación.

Estos Castrochavistas como parte de su libreto, en su enfrentamiento con los Estados Unidos se estrellan contra la Organización de los Estados Americanos (OEA) y crean la Runasur para sustituirla. Evo en una reunión con sus socios populistas hacia conocer la posición de su gobierno cocalero: “La América plurinacional no es compatible con el capitalismo, el imperialismo y así surgió inicialmente UNASUR que es una organización sin la injerencia de Estados Unidos, ni la injerencia de ese 'Ministerio de las Colonias' que es la OEA (Organización de Estados Americanos), presidida por el golpista (Luis) Almagro.

Ahora hemos avanzado y tenemos a  Runasur que es la Unasur de los pueblos indígenas. Runa (en quechua hombre) y la sigla Unasur y así se condensa la idea de una Unión de Naciones Suramericanas, del hombre y de los pueblos.

 El Movimiento al Socialismo sigue insistiendo con el discurso del Golpe de Estado y de la ilegal autoproclamación de Jeannine con respaldo del Alto Mando Militar y el Parlamento. Este respaldo es para ellos la prueba de que se gestó un golpe de Estado.

Por su parte la sociedad boliviana no masista y la comunidad internacional democrática, saben que se respetó una sucesión constitucional ante las renuncias previas y la renuncia y fuga del presidente; además que gobernó junto a una Asamblea Legislativa de mayoría masista y llamó a elecciones según le encomendó esa misma asamblea masista.

Las elecciones del 18 de octubre de 2020 trajeron nuevamente al poder al Movimiento Al Socialismo, ahora con el exministro de Economía Luis Arce al mando, el mismo que gobierna bajo los dictados del Jefazo Evo Morales.
Lo que se nos viene por delante ya ocurrió en Cuba, Nicaragua y Venezuela. El resultado de aplicar un modelo populista y dictatorial, que elimina la libertad, la propiedad privada y aplica modelos estatistas, es gente que muere de hambre y miseria y millones de ellos que se escapan y huyen hacia el capitalismo. El problema es, como dice el dicho: “No hay peor ciego que el que no quiere ver”. Sin embargo argumentan los masistas, que con la coca es otra cosa: Kawsachun coca, wanuchum q´aras.

ovidioroca.wordpress.com

 

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