domingo, 28 de mayo de 2017

1984 NOVELA SEÑERA Y PREMONITORIA


Ovidio Roca
Este año la novela 1984 de George Orwell, publicada en 1949, fue la más vendida en los Estados Unidos, esto muestra su actualidad y vigencia, como debiera serlo en los países populistas de la ALBA sometidos el caudillaje de unos folclóricos “Gran Hermano”. 

Los analistas políticos señalan grandes similitudes entre la sociedad actual y la del mundo de 1984; sugiriendo que estamos viviendo en una sociedad Orwelliana, donde se manipula la información, se practica la vigilancia masiva y se ejerce una fuerte represión política y policial sobre la población.

Orwell en su novela 1984, describe el “crimental” como el mayor delito contra el Estado y que para evitarlo hay que terminar con las causas que lo inducen; para ello hay que manipular el pasado, cambiarlo y hacerlo inexistente si es necesario.
Una persona incómoda para el régimen, un culpable confeso de crimental (el crimental siempre conlleva una confesión de culpabilidad) será anulado como persona, primero se le despojará de su personalidad y más tarde, cuando su ejemplo viviente ya haya sido interiorizado por el súbdito, será vaporizado, será una “nopersona”. No será, no habrá sido nunca.

ORGANIZACIÓN DEL ESTADO DISTOPICO 
En la Distopía que describe Orwell, la única manera de perpetuar el régimen dictatorial es falseando la realidad, perpetuando la mentira. Para que el sistema funcione, hay que acabar con la disidencia y la libertad de información y pensamiento.
La capacidad del “doblepensar”, de generar paradojas, se manifiesta también en la nomenclatura de los órganos gubernamentales.

Los Ministerios del Estado son los siguientes:
El Ministerio del Amor (Miniluv en neolengua,) es el encargado de ejercer la coerción física y mental sobre la población; se ocupa de administrar los castigos, la tortura y de reeducar a los miembros del Partido, inculcando un amor férreo por el Gran Hermano y las ideologías del Partido.

El Ministerio de la Paz (Minipax)  es el que moviliza tropas y se encarga de asuntos relacionados con la guerra y se esfuerza para lograr que la contienda sea permanente. Si hay guerra con otros países, el país está en paz consigo mismo. (Hay menos revueltas sociales cuando el odio y el miedo se pueden enfocar hacia fuera, como señala la psicología social).

El Ministerio de la Abundancia (Miniplenty o Minidancia) gestiona los cada vez más escasos recursos alimenticios y de materias primas; es el encargado de la economía planificada y de conseguir que la gente viva siempre al borde de la subsistencia mediante un duro racionamiento.

El Ministerio de la Verdad (Minitrue o Miniver) se encarga de manipular la mente de los ciudadanos se dedica a adulterar o destruir los documentos históricos de todo tipo (incluyendo fotografías, libros y periódicos), para conseguir que las evidencias del pasado coincidan con la versión oficial de la historia mantenida por el Estado. El trabajo de este Ministerio es alterar la prensa de tal manera que las noticias que incomodan al Partido sean sustituidas por otras que se adecuen a la verdad oficial, las que al desaparecer de los medios de comunicación se puede decir que nunca han existido.

LEMAS DEL PARTIDO
Los lemas del Partido son: “Guerra es Paz, Libertad es Esclavitud, Ignorancia es Fuerza”.
-La Guerra es Paz: ya que la guerra provoca que los ciudadanos no se levanten contra el Estado ante el temor al enemigo; de esta manera se mantiene la paz.
-La Libertad es Esclavitud: pues el esclavo se siente libre al no conocer otra cosa.
-La Ignorancia es Fuerza: debido a que la ignorancia evita cualquier rebelión contra el Partido.

EL PARTIDO
El Gran Hermano suple a todo personaje político: él es el Comandante en jefe, el guardián de la sociedad, el dios pagano y el juez supremo. Él es la encarnación de los ideales del Partido, el Partido ubicuo, único y todopoderoso que vigila sin descanso todas las actividades cotidianas de la población, al punto que inclusive, en las calles y casas hay dispositivos de vigilancia para conocer todos los actos de cada individuo, las “telepantallas”. Irónicamente, Orwell insinúa la posibilidad de que el Gran Hermano ni siquiera sea una persona real, sino un mero icono propagandístico.
El Partido es la organización a la que han de pertenecer todas las personas, a excepción de los “proles”, que con todo, constituyen la inmensa mayoría de la población. Estos últimos están mantenidos en la miseria más abyecta, pero se les entretiene de diversas formas por parte del Partido para mantenerlos contentos en su situación. Prácticamente sólo saben obedecer órdenes y se los considera incapaces de rebelarse; se les conceden los mismos derechos que a los animales y de hecho, la Policía del pensamiento apenas los vigila: “a los proles se les permite la libertad intelectual porque no tienen intelecto alguno”.
La familia es apenas tolerada por la ideología del Partido; es una práctica común la denuncia de traición al Partido por parte de hijos pequeños a sus padres.
Aquí cabe decir que cualquier semejanza con la realidad, no es una simple coincidencia, es una verdadera tragedia.

ovidioroca.wordpress.com

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