martes, 7 de agosto de 2012

YO UN BOLIVIANO NINGUNO


YO UN BOLIVIANO NINGUNO
Ovidio Roca
El próximo 21 de Noviembre se realizara el Censo Nacional, una herramienta estadística para ajustar y proyectar políticas públicas. Sus ejecutores impulsados por su síndrome totalitario, lamentablemente lo han convertido en un instrumento ideológico para demostrar una mayoría étnica, y el tema en debate y parece ser el único, es la pregunta sobre identificación étnica y las opciones religiosas del pueblo, que se ha decidido no conocerlas.
La consecuente polémica levantada sobre el mestizaje, quedó ya cerrada y trucada con el ultimo anuncio de las autoridades del Ejecutivo, limitando nuestra respuesta a llenar la casilla de una de las famosas 57 naciones indígenas o decidirse por la opciones: Boliviano - ninguno - otro.
Para la mayoría de la población, un coctel racial y cultural, que ha venido construyendo la patria y nación boliviana, la opción no es difícil, nos han hecho “gata parida”, nos han excluido de sus casillas y ahora lo que toca es decidir por la opción que nos queda: boliviano ninguno.
Todo esto como sabemos tiene un trasfondo y una explicación. Históricamente el libreto de los sistemas dictatoriales y absolutistas (fascismo y comunismo) es cambiarlo todo, para que la historia empiece con ellos, pero fundamentalmente para justificar sus privilegios y poder recién adquiridos. Se cambian las leyes, y se fabrica rápidamente una contra cada reclamo de la oposición; se busca sustituir una ciudadanía republicana de iguales ante la ley por una engañosa ciudadanía étnica; se cambia el nombre del país, de las instituciones, se cambia la historia y los héroes; se construyen palacios, se erigen estatuas y se pone la cara del líder a todo y para todo.
Y como en nuestro caso el Presidente se asume como Indígena y la imagen que quieren vender es la de un país indígena, se aprovecha el censo para fabricar una justificación estadística.
Con este manejo ideológico, los datos del Censo serán sesgados y nada reales, por lo menos en los temas que estamos comentado, pues una de las característica de los pueblos y muy útil para sobrevivir en condiciones difíciles, es acomodarse hacia donde mejor soplan los vientos.  Hace poco vimos en una encuesta sobre auto identificación étnica realizada por la Fundación UNIR, que confirma este acomodo, pues entre los años 2006 y 2011, un 22% de la población cambio su identificación pasando de ser mestizo a indígena, con la esperanza de verse favorecidos por las ventajas para las etnias (la que sabemos), que ofrece el actual gobierno. Y si la ventaja fuera ser choco, las peluquerías no darían abasto decolorando y tiñendo a troche y moche.
Finalmente, los bolivianos como casi todos los pueblos, somos una variopinta mescla de razas y cultura; un rico mestizaje étnico y cultural, y que crece con eso de la globalización y las comunicaciones, del machuque y el cruzamiento, y que desde nuestra identidad nos proyectamos a la ciudadanía del mundo. Y por eso sabemos que el proyecto del Gobierno mas allá de su retorica y grandilocuencia, no es de reivindicación étnica, sino de poder, de coca y de negocios.
C`est la vie.

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