miércoles, 9 de agosto de 2023

 LA TORTUOSA SENDA DEL POPULISMO COCALERO.

 


Ovidio Roca

El populismo cocalero hace historia, pero no comprenden la trágica historia que están haciendo”. Pukymon.

El dogma Populista no es nuevo, es el mismo del Fascismo, del Nacional Socialismo y del Comunismo: “Todo en el Estado. Nada fuera del Estado. Nada contra el Estado”. Esto lo decía Benito Mussolini.
La
meta y única prioridad del populismo y con la que justifican todos sus abusos, es la de tomar y mantenerse en el poder para siempre y como dueños absolutos del Estado: “No somos inquilinos: hemos venido para quedarnos (en el Gobierno) y ahora para toda la vida”. Evo.

 

En países con tradición centralista, estatista y la creencia del igualitarismo, los que por lo general poseen gobiernos autoritarios e instituciones social y políticamente fragmentadas y a la deriva, es común el surgimiento de líderes populistas con tendencias autoritarias.
Estos líderes populistas mesiánicos, fácilmente logran conquistar a esa mayoría de la ciudadanía insatisfecha y para su comunicación con las masas utilizan el llamado principio de vulgarización, vale decir que “el mensaje debe estar elaborado para que llegue al sentimiento de la gente, del pueblo y de manera que lo entienda hasta el más ignorante de los oyentes y así lograr que sea aceptado por las masas”. Es sabido que al pueblo hay que hablarle como a niños y es así como lo hacen los populistas.

Dada la importancia del discurso para movilizar a las masas y utilizándolas lograr su conquista del poder, es una preocupación permanente de los partidos socialistas y populistas la formación de cuadros de elite, con gran habilidad para influir en el alma del pueblo y conducirlos a su redil.
Como su base discursiva, el populismo cocalero utiliza la coca, al pueblo, el racismo, el anticapitalismo y promueve la total subordinación al líder carismático. Un discurso que confronta al pueblo explotado, contra las élites explotadoras y que afirma que su único defensor es el Jefazo, el líder carismático dotado del poder de cambiar el rumbo del país y de instalar la anhelada reivindicación social.

Los lineamientos para su discurso y su acción son:
Exaltar al líder carismático, apoderarse de la palabra, del discurso y fabricar e imponer su propia verdad. Alentar el odio de clases y de raza y la domesticación o eliminación de las instituciones de la democracia liberal.
Para la campaña se utilizan de modo discrecional los fondos públicos y una parte se los reparte directamente a cambio de obediencia.
Como recomendación epónima, tenemos la consigna del Evo: “
Yo le meto nomas, que después arreglen los abogados. Para eso han estudiado”.

El populismo cocalero siguiendo la senda de la coca, de la tribu y del autoritarismo, desde el inicio define al enemigo y establece el antagonismo de los indígenas, los interculturales, los obreros; contra los liberales, que son los q’aras, capitalistas y terratenientes. Esta su estrategia es dirigida y apoyada por el Foro de San Pablo y los Gobierno latinoamericanos Castrochavistas.

Un ejemplo de esta técnica del uso del racismo y discriminación para incentivar los enfrentamiento entre la población, la vimos utilizada hace poco por el Vicepresidente Gustavo Torrico, al comentar  sobre el Primer Encuentro Nacional del Bloque de Unidad, realizado en Santa Cruz con el objetivo de formar una alternativa nacional conjunta para las elecciones generales de 2025.
Afirma el Torrico: “En Santa Cruz, no podrán lograr una unificación. ¿A quiénes unificarían? Ya lo hemos dicho varias veces, desde el oriente no aceptarán un movimiento proveniente de los collas. Tienen sus propias agendas, con su autonomía, su racismo y su clasismo”. En resumen, los cambas no se juntan con los collas.

ovidioroca.wordpress.com

 

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