jueves, 20 de abril de 2023

LOS LÍMITES DEL CRECIMIENTO Y UNA ECONOMÍA ECOLÓGICA Y SOSTENIBLE

 

Ovidio Roca

“Se habla del decrecimiento como algo negativo, aunque es un problema de perspectiva. “Cuando un río se desborda, todos deseamos que las aguas bajen y vuelvan a su cauce”. Pukymon.

El decrecimiento del consumo y del ritmo de la actividad económica, tan solo resultan realizables en una “sociedad del decrecimiento”, es decir en el marco de un sistema que se base en una otra lógica. No se trata de un decrecimiento forzado, el cual dentro del actual sistema productivo causa pobreza y desempleo, sino de una opción productiva, eclógica, sostenible y de consumo razonable.

Serge Latouche postula el “decrecimiento” y una sociedad de bienestar colectivo. El arte del vivir confortable a la par que relativamente austero, pero en cualquier caso en equilibrio con el ecosistema.
En este su programa propone medidas tales como: “Internalizar las externalidades; hacer pagar el verdadero precio del transporte; fomentar la agricultura biológica y local; aprovechar el aumento de la productividad por reducir el tiempo de trabajo; promover el ahorro energético; ampliar la investigación científico-técnica y penalizar la publicidad antiecológica”. Investigar y conseguir una energía barata y sostenible: eólica, solar u otra que permita solucionar entre otros el problema del tratamiento de las aguas y su desalinización, así como realizar una permanente investigación.
Para esto necesitamos construir al “nuevo ser humano”, necesario para construir el otro mundo posible, donde podamos vivir en equilibrio.

Son externalidades tanto negativas como positivas, aquellos efectos secundarios que se producen cuando una persona o una empresa realizan una actividad y no asume todos los costes de la misma, o todos los beneficios que le podría reportar.
Al respecto, hace unos años el Presidente de Francia propuso que los países que más emiten CO2 paguen un impuesto. Esta es una forma de hacerles pagar por la externalidad negativa, al aumentar el deterioro del medio ambiente en el planeta. Inicialmente se habló de un impuesto al carbono, que no se concretó en la práctica.

 

CUIDANDO EL ECOSISTEMA NOS CUIDAMOS A NOSOTROS MISMOS.

Circula una petición internacional de “Avaaz.org” para sancionar el ecocidio, la que deberíamos suscribir en su página web.

Estimados ciudadanos y amigos de la vida y la naturaleza.

“Las tropas rusas no solo han asesinado y desplazado a millones de personas en Ucrania, sino que también están destruyendo el medio ambiente: contaminando el suelo y quemando bosques y campos. En estos momentos, 600 especies animales y 880 vegetales se encuentran en peligro.
En conjunto, los daños ambientales se valoran en 50 mil millones de dólares. Desafortunadamente, el ecocidio (el acto de destruir gravemente la naturaleza) no se considera un crimen internacional.
Sin embargo, hay esperanza: Europa está a punto de decidir si penaliza la destrucción masiva de su medioambiente. Si la Unión Europea toma medidas, podría sentar precedente para que el resto del mundo le siga el paso. Una campaña apoyada por 1 millón de personas demostraría que en todo el mundo estamos contra la destrucción de la Madre Tierra.
Firma ya, para exigir la criminalización del ecocidio. Haremos oír nuestras voces directamente ante las autoridades clave: ¡Criminalicemos el ecocidio ya!”. avaaz.org

El mundo es uno solo y todo lo que ocurre en cada punto del planeta, nos afecta a todos.

El homo homocida et destructivus, prevalece sobre el homo sapiens. Emprendedores se abren camino al rio Piraí en un área aledaña a Santa Cruz de la Sierra y al Urubó y con sus topadoras y tractores tumban el monte y corren a todo bicho que camina, corre y vuela. Se trata de un ecocidio.

En la ribera arenosa del rio, recién abierta y aplanada, te ofrecen un espacio para que puedas construir tu atalaya y observar el rio en sus etapas de sequía, de turbión e inundación. Todo un espectáculo del proceso de cambio del ecosistema, sin animales y ni árboles que te molesten, solo erosión y mosquitos. 

Unos inversionistas interesados en tierras, quisieron saber si esta iniciativa y su “presunta” o evidente destrucción de la franja de protección del rio, contravenía con la norma ambiental. Luego comentaron que ni buscando por internet, ni preguntando a las instituciones del rubro lograron informarse. ¡No se oye Padre!, estamos en la tierra de nadie.

ovidioroca.wordpress.com

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