miércoles, 22 de marzo de 2023

HACIA LA REPUBLICA BOLIVIANA, MODERNA, DEMOCRATICA Y FEDERAL.

 

Ovidio Roca

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar
.” Antonio Machado.

Para cultivar necesitamos buenos agricultores, buena tierra, buena semilla y clima favorable. Si no lo tenemos lo construimos, lo hacemos.
Para progresar como sociedad necesitamos buenos emprendedores, buenos principios, buena educación y un ambiente de seguridad y garantías para nosotros, nuestra propiedad y el fruto de nuestro trabajo.

Existe la idea generalizada en gran parte de la población boliviana, que el Gobierno es el que debe hacer y decidir todo, la educación, la salud, la inversión, la  producción, la industria, el comercio, las exportaciones el sexo y ser el Estado Empresario.
Sabemos que no es el Gobierno el que lo hace todo; el gobierno administra el Estado que es una Institución manejada por personas, las que generalmente son elegidas “no por lo que hacen y saben hacer, sino por lo que prometen”.

De estas creencias sobre un Estado proveedor que le dará todo al pueblo, se aprovechan los políticos y así se apoderan del Gobierno. Y estos ya en el poder, no les dan a estos inkautos más que opresión y pobreza, por lo que salen desesperados buscando otros horizontes.  

En los países más prósperos es al revés; se busca tener un Estado reducido y eficiente que de confianza y seguridad; con funcionarios probos y con conocimiento y experiencia del trabajo que le corresponde realizar a cada uno. 

El progreso de un país tiene que ver con la confianza; confianza en las autoridades, en las instituciones, en los funcionarios. Lamentablemente en Bolivia las personas no confían en las autoridades de gobierno, tampoco en la justicia, ni en jueces y fiscales, por lo que no hay posibilidades de concertación.  

En esta difícil situación y cuando deberíamos ser más fuertes, los ciudadanos no defendemos nuestros derechos, estamos perdiendo nuestro espíritu de iniciativa, de responsabilidad, audacia, coraje, valentía y decisión para construir nuestra vida. Seguimos esperamos que otro, un ente político se haga cargo de nosotros, nos conduzca y  haga vivir bien. Y una pregunta elemental es, qué capacidad tienen esos políticos para saber y hacer todo lo que dicen y prometen para mejorar la vida de la gente. Aprendí en el campo, que para hacer un buen locro se necesita: buena receta, buenos ingredientes y un buen cocinero y sale mejor si le ponemos huevos.

Necesitamos garantizar la independencia, fortaleza e idoneidad de las instituciones y que el Estado cumpla su verdadero rol, cual es garantizar la libertad personal, de movernos, de producir, de exportar, con seguridad jurídica y propiedad privada.

Se destacan dos modelos y recetas para la gestión pública; el modelo Liberal y democrático que pone el acento en la libertad y el mercado, y el modelo Socialista que ha devenido en Populismo, que prioriza el dirigismo del Estado.

La economía liberal postula la libre competencia, la libre elección, con lo que se despierta e incentiva la libre iniciativa, se reafirma el espíritu de responsabilidad y que además de desarrollar la creatividad, induce a la gente a emplear productivamente sus energías.

 

En los regímenes populistas, la población esta adocenada y aceptan porque lo ven cada día, que no existe ley ni justicia, sino el acomodo y contar con el respaldo de algún jefe político. De esta manera y ante la incompetencia de las autoridades forma parte de la cotidianidad las huelgas y bloqueos por todo y por nada y una práctica social que indica como justo y necesario coimear a los policías, pagar a los funcionarios públicos para acelerar trámites de todo tipo y por supuesto, comerciar con la hoja sagrada y sus derivados. Ni hablar de contrabandear de aquí para allá y de asaltar la caja y los activos de las instituciones y empresas públicas, pues como “son de todos son de nadie” y es mejor aprovecharse de ellos antes que otro lo haga.

En la economía moderna la producción y obtención de ganancias se basa en el conocimiento y en la innovación, esta economía del conocimiento significa además formas, métodos y maneras de abordar y resolver problemas, del “Knowhow” "y  "KnowWho", el saber cómo hacer y conocer quién sabe hacer. Contar con las herramientas y medios de producción para lograr a su vez más conocimiento y más y mejores productos y servicios útiles para la sociedad.

Vivimos en un mundo en permanente cambio y cada vez más acelerado, un mundo con nuevas tecnologías, productos y trabajos aun no inventados, por lo que lo importante es educarnos para estas nuevas realidades, desarrollar la lógica, la imaginación, el aprender a aprender como un proceso continuo de educación.
Dado que es imposible saber cuáles serán las necesidades del mundo en diez o quince años, el proceso educativo debe enseñar competencias genéricas y aplicables en cualquier momento y espacio, como: aprender cómo aprender, lógica, matemáticas, creatividad, inteligencia social y habilidades para incorporar la inteligencia artificial a nuestro diario vivir, cuidando que esta no nos domine

ovidioroca.wordpress.com

 

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