viernes, 18 de septiembre de 2020

ESTRATEGIA POPULISTA DE PODER USANDO LAS ELECCIONES

 

Ovidio Roca

Nos aconseja Buda: “Si quieres conocer el pasado, mira el presente que es el resultado. Si quieres conocer el futuro, mira el presente que es la causa”. Miremos el presente que es lo que podemos y debemos cambiar, si queremos mejorar.

La nueva estrategia de poder populista y comunista, superada ya la etapa guerrillera, se aprovecha del sistema electoral de los regímenes  democráticos y se concentra en el manejo y  manipulación ideológica de la población y para ello utilizan al menos cuatro elementos tácticos: El Discurso, El Caudillo, el Pueblo y el Estado.

El Discurso, tiene como objetivo ilusionar y manipular a la población. Este gira alrededor de la defensa de los intereses y aspiraciones del pueblo y con una proclama demagógica que se caracteriza por su antiimperialismo, caudillismo, racismo, indigenismo, clientelismo y estatismo. La técnica del discurso se basa en la “repetición creativa” de Goebbels, el que sabía de su oficio y decía: “una mentira mil veces repetida se transforma en verdad”.

El Caudillo, el líder carismático, el Jefazo; encumbrado y cobijado por los Catrochavistas y apoyado con unos ayucos tuiteros; es el portador del discurso y el componente fundamental que vincula el partido y las masas. En el caso boliviano necesita tener cara de indígena, aunque no lo sea.
El Pueblo, es la masa a ilusionar y movilizar para que vote en las urnas y conseguir el triunfo de Caudillo.
El Estado, es un instrumento estatista que se utiliza como fuerza productiva, coercitiva y de ingresos económicos para los jefes populistas y fuente de empleos públicos para complacer a los militantes fieles.

Con estos componentes se prepara el ch’enko ideológico populista. Si quisiéramos saber qué es esto que nos están ofreciendo y sus efectos sobre nuestra vida y economía, es mucho más práctico e inteligente mirar lo que les ocurrió a los ciudadanos de la vecindad: Venezuela, Cuba y Nicaragua cuando allí lo aplicaron y así nos evitarnos la tragedia. Pero lamentablemente, casi nadie aprende por experiencia ajena.

Pese a las experiencias nefastas del populismo en todos lados donde se aplicó, existe una extraña fascinación por su discurso. Es el Síndrome de Estocolmo con el secuestrador y son las diversas motivaciones freudianas y crematísticas, que hacen que los opositores al masismo lo amen subconscientemente y se odian entre ellos.

Esto es algo que vemos permanentemente y especialmente ahora, cuando se dieron a conocer los resultados de las encuestas electorales mostrando la preferencia por el cocalero y entre estos estalló, el encono, la furia y se profundizaron las rivalidades. Entre tanto los masistas, como siempre celebran y los miran de Palco.

Para gobernar un país, no se necesita de un líder iluminado, sino alguien sensato y capaz de armar y coordinar un buen equipo de gente experta e idónea en cada área de gobierno y con una reputación y moral intachable que de confianza al pueblo. Como en todo, se necesita saber los gajes del oficio y tener experiencia; un economista saber de economía, un cocinero de cocinar, un albañil de construcciones. Las cosas no se arreglan con charlas y discursos, sino haciendo. Decían los campesinos cambas: “en la arena y con la lengua y un palito, se hacen grandes chacos y potreros; luego viene cualquier ventolera y todo lo arrasa”.

Hay que elegir a los mejores y para cada oficio; la antigua fórmula evangélica: “por sus frutos los conoceréis”, es la más adecuada, pues hay que juzgar a la gente por lo que hizo y bien, y no por lo que dice, aunque suene bien.
Tuto podría ser un excelente Canciller, Mesa Ministro de Comunicación, Samuel un buen Ministro de Economía, etc. Seguro que en los diferentes frentes hay personas capacitadas idóneas, honestas y con la suficiente fortaleza de carácter para ocupar los diferentes Ministerios, pero hay que saber elegirlos y por sus méritos.

Necesitamos de una Democracia activa, con ciudadanos comprometidos e informados y que participen en el desarrollo de programas eficaces para hacer frente a las crisis económica, sanitaria, ambiental y al debilitamiento de la democracia, a que nos enfrentamos. Necesitamos y urgente, un Estadista con visión nacional, si es que hubiera alguno, o sino alguien con Sentido Común y capacidad de armar equipo y necesariamente vacunado de Ubris. Seguro que lo habrá en el país pero no aparece a la luz pública

La Receta y el Modelo de Economía y de Gobierno a cumplir no hay que inventarlo, lo tenemos disponible y gratis. Está a la vista en los países democráticos, que viven y trabajan en concordia y con bienestar.
Estos modelos necesitan luego ser desarrollados sobre las realidades ecológicas y culturales concretas y específicas de cada país; en nuestro caso tenemos ventajas en el campo agropecuario y debemos ampliarlas con la biotecnología y los mismos procesos productivos; además de la industrialización e innovativas formas de comercialización.

Volviendo al proceso electoral. Janine renuncio ayer a su candidatura a la presidencia, percatada del flagrante peligro totalitario y cocalero del MÁS y lo hace como madre y pensando en la familia y la comunidad. Luego como ciudadana demócrata explica: “Lo hago para ayudar a la victoria de los que no queremos la Dictadura” y vaticina: “Si no nos unimos vuelve Evo Morales, la democracia pierde, la dictadura gana”.

Nuestros dirigentes políticos ensoberbecidos e infectados de ubris, no entienden lo que se nos viene con el triunfo del MAS y en lugar de unirse aportando cada uno con lo que sabe y puede hacer, se enfrentan entre ellos y se creen los poderosos e iluminados. O nos unimos o nos hundimos; una verdadera unidad por la democracia, por un país libre de los Cárteles del narcotráfico, por un país y una sociedad que apuesta por el trabajo digno y la libertad.
Si no lo hacemos; alisten las pilchas y el tapeque y a correr y escapar, como nuestros hermanos venezolanos.

ovidioroca.wordpress.com



 

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