domingo, 12 de abril de 2020

EN TIEMPOS DE PESTE NECESITAMOS UNA BUEN RECETA Y BUENOS COCINEROS PARA SOBREVIVIR.



Ovidio Roca

Notas para preservar la memoria histórica del periodo masista cocalero.

En los momentos actuales de pestes recurrentes, ahora más que nunca, necesitamos preparar una estrategia de gestión pública y privada, para actuar y salir adelante de los efectos de dos de ellas: la del masismo cocalero y la del coronavirus chino, dos enfermedades virulentas que han destruido y están destruyendo la economía boliviana y la vida y salud de sus habitantes.

Ahora todo está parado, la gente está confinada y pocos salen a trabajar y esto seguirá así por lo menos durante los próximos dos años, hasta que se dispongan las vacunas para el coronavirus y remedios para los infectados. Como casi nadie produce, así van las ventas, por lo que la gente no tiene ingresos y tampoco pueden pagar los impuestos y si no se los pagan, cómo se financia el gasto público que es lo único que ahora crece. En consecuencia seguiremos con el endeudamiento y la emisión de papel moneda. Nada bienaventurados seran los niños, pues ellos heredaran las deudas.

Ante esta peste necesitamos una estrategia de gestión de crisis, que implica saber dónde vamos y de dónde venimos; vale decir cuál es la situación actual de la estructura y la superestructura económica del país y cuál es el modelo de política económica que vamos a adoptar para salir de la crisis.

Estamos sufriendo las secuelas del masismo en lo político económico y del coronavirus en nuestra salud personal y económica, y es para esta nueva realidad que tenemos que reinventar la economía, las instituciones, las formas de producción y de consumo y nuestra relación con el ecosistema, el cual por nuestra actitud destructiva nos está pasando la factura con el cambio climático y la pandemia del coronavirus.

Nuestra situación actual

Hay recetas políticas y también culinarias para todos los gustos, unas engordan y otras te envenenan, por tanto lo sensato es averiguar el estado de salud de quienes las han comido.  Para esto se puede hacer un viaje por Cuba, Venezuela y Nicaragua, lo que sería ilustrativo para conocer lo que ocurre hoy en nuestra américa bajo el modelo castrochavista y sus resultados sobre la vida, la libertad, la economía y la salud de la población. Y otro por los países desarrollados del Norte de Europa o de los Estados unidos para ver otra cara de la medalla.

En alrededor de dos años cuando tengamos la vacuna para el coronavirus disponible para los que no se infectaron y la cura para los que enfermaron y sufren de las secuelas, especialmente pulmonares, podremos reanudar nuestras vidas y lo tendremos que hacer con una economía destruida, ahorros menguados y sin muchas expectativas sobre nuestro futuro.

La experiencia populista cocalera y sus efectos

La manera de cómo vivimos, como trabajamos, lo que vemos en nuestro entorno, lo que escuchamos y leemos va configurando nuestra conciencia y valores. Por eso es necesario a fuer de ser reiterativos, ver objetivamente lo que ocurre bajo los modelos castrochavistas y populistas, para no ser engatusados por ellos. No olvidemos que la izquierda es increíblemente buena para la demagogia y la propaganda y han aprendido que lo que importa a la gente, es lo que cree que pasó y no lo que ocurrió en realidad. Son expertos en mentiras y manipulación emocional, promueven odios y rencores entre la población y son hábiles en presentarse como salvadores y mesías, cuando en realidad son los dueños del sistema que históricamente ha venido matando a millones de personas por opresión, hambre y miseria.

Así manipulan a las personas y a las instituciones nacionales e internacionales (Defensoría del Pueblo, OMS).
Por ejemplo en Bolivia, el masismo tiene un discurso con el cual se atribuyó la bonanza gasífera que generó inmensos recursos para el Estado gracias a los altos precios internacionales. La verdad es que este negocio del gas viene de gestiones e inversiones realizadas por gobiernos anteriores y mucho antes de que ellos asuman el poder o que siquiera existan. Tenemos el Contrato Bolivia-Brasil (GSA) firmado en 1992; el gasoducto al Brasil; construido en 1999; el gasoducto interno Yacuiba-Rio Grande (GASYRG), gestionado entre 2001-2002. Además del contrato de venta de gas con Argentina, cuyas diferentes versiones datan de los anos 1960s, 1999, 2001, 2004 y 2006, esto incluye el propio gasoducto que también es un proyecto de la década de los sesenta.

Lo que los masistas verdaderamente si hicieron; fue autorizar la explotación de la amazonia por grupos de cooperativistas masistas, en asociación con mafias chinas para la explotación del oro a gran escala y con el uso intensivo de mercurio, de barcazas y combustible subvencionado. Estas cooperativas (mafias) auríferas vinculados a los chinos y colombianos al año 2017, sólo dejaron por concepto de regalías alrededor de 35 millones de dólares de un total de 1.500 millones de dólares exportados, según datos oficiales.

La sociedad es una construcción social

Este modelo populista cocalero es enemigo de la empresa legal, no otorga ninguna seguridad jurídica y ahuyenta a los inversionistas formales nacionales y extranjeros y favorece y promueve la informalidad y la corrupción. La actitud de la población ante esta situación de anomia, es a su vez no respetar ninguna norma social o ambiental.

Como respuesta a este ambiente sicologico, la población al haber asimilado la cultura del populismo y no tener incentivos, espera todo de los otros y especialmente del papá Estado y de sus dádivas y consideran esta forma de vida como un derecho humano.
La verdad es que en ninguna parte del mundo estos planes sociales insostenible, han mostrado ser la solución al problema de la pobreza, por el contrario la agravan. Este asistencialismo, no solo genera más pobreza, sino que va creando una perversa cultura por la cual hay gente que se siente con derecho a ser mantenida por un reducido grupo de personas que todas las mañanas se levanta para ir a trabajar, haga frío, calor, llueva, haya bloqueos o paro de transporte.
El masismo cocalero, maneja permanentemente la confrontación y busca la adhesión de la gente a su movimiento, apelando al odio y el enfrentamiento racial y no a la complementariedad. Usa profusamente el argumento racial y no el democrático de los valores ciudadanos, donde la persona se expresa y se define, no por características étnicas sino como ciudadano y por sus valores intelectuales y morales. Esta es la cultura que heredamos del masismo y con las que nos toca lidiar.

Resumiendo, en diez años los masistas recibieron más recursos que todos los gobiernos de los últimos cien años; parte se lo robaron, parte lo malgastaron y el saldo lo despilfarraron en elefantes azules y luego de trece años de ineficiencia, corrupción, destrucción de la institucionalidad y de la economía, lo que queda es  una maraña de planes sociales, de empleo público y de canchitas de pasto sintético, que le gustan a Evo, demostrando no ser este el camino indicado para terminar con la pobreza, por el contrario nos condena a ser cada vez más pobres y tal vez un estado fallido si seguimos por este camino.

Buscando otras recetas

Las recetas se aplican sobre realidades socioeconómicas, geografía y cultura especifica. En el país tenemos un gran retraso tecnológico por lo que es muy difícil lograr industrializar el país en base a nuestros propios capitales y la posibilidad de generar nuestra propia tecnología es remota,  por lo cual las opciones  de competir en el mercado internacional son casi nulas. 

La cuestión ahora, además de preocuparnos seriamente de la educación y la formación tecnológica de nuestra gente, es identificar hacia cuales áreas rentables podemos enfocarnos para superar el actual extractivismo y que sea en áreas donde seamos productivos y competitivos.

Por supuesto las áreas tecnológicas son imprescindibles en esta actual economía del conocimiento y quizá no seamos muy competitivos en equipos y microchips; sin embargo un área productiva prometedora y que tiene que ver con las necesidades básicas del ser humano, cual es la alimentación y el medio ambiente sano para vivir, puede ser una de las alternativas. Se trata de ingresar a la nueva agroindustria y agricultura asociada a la biotecnología, al cuidado del medio ambiente, la conservación de los bosques, que tiene que ver con la alimentación, el suministro de agua limpia, el secuestro y conservación del carbono. Y aquí surge la economía ecológica como una buena opción.

Esto ligado por supuesto a lo que se denomina l
a Responsabilidad Social Corporativa (RSC) que es una forma de dirigir las empresas basado en la gestión de los impactos que su actividad genera sobre sus clientes, empleados, accionistas, comunidades locales, medioambiente y sobre la sociedad en general.
Todo esto funciona además, con un enfoque filosófico muy simple, pero que requiere de voluntad, trabajo y responsabilidad para lograrlo: Seguridad jurídica, libertad, democracia, propiedad privada, libre mercado.  Son los postulados del liberalismo democrático que apuesta a la responsabilidad personal y afirma que el progreso material y moral, depende de la libertad individual, la propiedad, el libre pensamiento y libre mercado, los elementos esenciales del capitalismo.

Sin embargo y hablando en buenos matatos, las recetas son unas y los cocineros son otros y el plato no siempre resulta igual, puede ser mejor o peor pues depende de la variedad y calidad de los ingredientes y de la capacidad y la sazón del cocinero y de algún ingrediente secreto que se le añade o se le quita. Para lograrlo busquemos a “los buenos”, los mejores en cada campo para que trabajen, cada uno en su área. En la Presidencia de un Estado se necesita un Estadista y no un Periodista, por muy bueno que sea; en la cocina un Cocinero y no un Carpintero y así por delante.

ovidioroca.wordpress.com


No hay comentarios: