jueves, 14 de noviembre de 2019

FRENTE AL ODIO Y LA INCITACIÓN A LA GUERRA CIVIL; LA RAZÓN Y EL RESPETO POR EL SER HUMANO



Ovidio Roca

Evo no se lo esperaba, su hermano con quien compartió cuecas y guirnaldas de coca lo pilla en su asqueroso fraude electoral y lo denuncia; luego declara que su reelección no es un derecho humano sino un abuso contra la constitucionalidad y Evo no lo puede entender, pero siente que lo ha traicionado.

Sigue sin entenderlo, pero ante la presión nacional e internacional que lo identifica como un tramposo y además violador de los derechos humanos reacciona rabioso y renuncia; luego incita a sus huestes cocaleras para que salgan a las calles a sembrar el terror y el odio, usando el discurso del racismo, quemando casas, dependencias policiales, buses públicos, radio patrullas y todo lo que se cruzaba a su paso.

Diseñada por q’aras del Foro de San Pablo, la principal estrategia del MAS ha sido el uso político del racismo. Una estrategia diseñada para un país que tiene una rica y variada diversidad étnica y cultural y que se utiliza para el enfrentamiento, usando como Icono Indígena al Jefe Indio del Sur (como lo llamaba Chávez y luego Maduro) para conseguir la adscripción al régimen populista de esa gran población mestiza e indígena.

El populismo Latinoamericano es un gran Cartel Internacional de poder, basado en el uso de la demagogia para manipular a la población y los Carteles del narcotrafico como su base económica y logística. Asesores cubanos, venezolanos maduros y Guerrilleros de las FARC actualmente están incitando y dirigiendo en Bolivia las movilizaciones y emboscando y matando a los ciudadanos en varias carreteras del país.

Con gran habilidad los masistas cocaleros inventan historias y exaltan las emociones, de odio, frustración y racismo de sus huestes contra el resto de la población, la que es la culpable de su miseria y por tanto su enemigo.
Esto no es algo nuevo, en todas partes se usó y se usa diariamente el racismo para discriminar a las personas y obtener beneficios; se acude al color de piel o a una cultura diversa para excluirlas evitando así la competencia.
Con el MÁS y su Caudillo indígena este uso se ha extendido y agravado; el racismo les permite discriminar a todos los que se le oponen; a los indígenas contestatarios, a los q’aras y especialmente a los cambas; población tradicionalmente opositora al sistema centralista y estatista que ejerce el populismo cocalero.

En la elección del 20 de Octubre, durante el conteo de votos se usaron no las matemáticas de Baldor sino las del Linera. Es así que con burdas maniobras y matemáticas alineradas se produjeron resultados tan exagerados que son totalmente increíbles. El fraude se hizo evidente ante los ojos del mundo (menos de los populistas) y esa fue su perdición.

Ante la insurgencia de la ciudadanía liderada por los jóvenes, los Comités Cívicos y la denuncia del fraude realizada por la OEA, el masismo para resistir armo esta su guerra civil, cimentada en la carga de resentimiento y odio racial que había venido construyendo en procura de humillar, atemorizar y destruir a sus oponentes. Esta guerra la hacen a lo largo del país y también en las carreteras donde francotiradores masistas y de las FARC disparaban contra las caravanas de mineros, cooperativistas, ciudadanos de Potosí, de Chuquisaca de Cochabamba, que pretendían llegar a La Paz.
En el territorio independiente del Chapare, los cocaleros masistas salieron a quemar los puestos policiales y el Comando del Trópico de Cochabamba, de donde extrajeron documentos de investigaciones sobre narcotráfico y esto a gritos y llamados a una guerra civil contra los q’aras. De paso dejaron en cenizas el hotel Victoria Resort de un Senador opositor.  

Todo esto lo hacen los masistas en defensa de su Jefe y pero sobre todo por  un deseo irrefrenable de poder e interés económico, en algo que ellos conocen bien: uso de los recursos públicos, coca, narcotráfico y contrabando desde y hacia Bolivia.

La base de las Sociedades Democráticas es la promoción de los valores ciudadanos, que son las normas que toda persona debe aprender y practicar para garantizar una convivencia armoniosa en sociedad; son normas como el respeto a los demás, la solidaridad y el apego a la ley.
Al MAS de cultura verticalista, nunca le intereso construir ciudadanía sino sindicatos y grupos corporativos. La ciudadanía les es ajena pues se trata de personas libres, con pensamiento propio, de diversos orígenes raciales y sociales que deciden convivir en un país y que valen cada una de ellas por sus valores personales, humanos y culturales y no por estereotipos étnicos, por lo que son difíciles de manejar.

Producto de esta herencia populista cocalera, viviremos por varios años un ambiente de confrontación y de odios, Necesitamos desmontar estas mentiras alineradas que exaltan las emociones y el odio y no se trata de imponer la razón sobre los sentimientos, sino utilizarla para cambiar nuestras emociones y la conducta y acciones que de estas se derivan.

ovidioroca.wordpress.com


No hay comentarios: