jueves, 8 de agosto de 2019

APOYANDO AL PUEBLO VENEZOLANO NOS AYUDAMOS TODOS



Ovidio Roca

Nayib Bukele el joven y nuevo presidente de El Salvador, uno de los países cuya población sale desesperada hacia el paraíso capitalista(los Estados Unidos) buscando comida y seguridad; ve el problema de las migraciones con una renovada mirada. El declaro hace poco, asumiendo su responsabilidad como Líder y como país, en lugar de la clásica postura de culpar de todo al imperialismo: “Podemos culpar a cualquier otro país, ¿pero y qué de nuestra culpa? ¿De qué país huyeron? ¿Huyeron de Estados Unidos?. Huyeron de El Salvador, huyeron de nuestro país. Es nuestra culpa”. “La gente no huye de sus hogares porque quiere, la gente huye de sus hogares porque siente que tiene que hacerlo. ¿Por qué? Porque no tienen trabajo, porque están amenazados por las pandillas, porque no tienen cosas básicas como agua, educación, salud”. 

Sabemos que la causa de las migraciones está en el interior de cada uno de los países cuya población sale huyendo de la pobreza e inseguridad causada por sus dictatoriales, ineficientes y corruptos gobiernos. Son personas que salen buscando como sobrevivir y sin pretenderlo complican la vida de sus vecinos. Los migrantes eligen los países de acuerdo a su bolsillo, los que tienen recursos lo hacen hacia los países ricos, como los Estados Unidos y los otros hacia su vecindad. El problema es que en los países que reciben esta masiva migración ya sus habitantes empiezan a reaccionar negativamente contra ellos y lo hacen con mayor contundencia cuando ven afectados sus intereses; como servicios públicos abarrotados, salarios bajos por la competencia de los migrantes que trabajan por migajas.

Los Gobernantes venezolanos como todos los miembros de las dictaduras populistas latinoamericanas están aferrados al poder y esta tarea la realizan con gran ahínco y contando con el asesoramiento de los maestros Castristas. En consecuencia de ninguna manera dejarán el Gobierno, salvo que se los expulse; pero los países que apoyan políticamente al pueblo venezolano, no se animan a intervenir logísticamente para salvar a estas víctimas del populismo.

Ante esta situación una acción del Presidente Guaidó sería la de convocar a los más de mil militares venezolanos que huyeron de su país y también a los que aún permanecen en Venezuela y que apoyarían una acción armada para apresar al usurpador, enfrentando a las fuerzas armadas de narcotraficantes que  amedrentan a la ciudadanía. Es una acción no solo va contra el Ejército vinculado al cartel internacional del narcotráfico, sino contra todos los Carteles de narcotraficantes, bandas delincuenciales y grupos guerrilleros armados colombianos como la FARC y ELN que manejan el país y son los más peligrosos. Un trabajo que demanda del apoyo internacional por la magnitud y letalidad de las bandas criminales armadas.

Ahora que la Asamblea Nacional aprobó la reincorporación de Venezuela al TIAR y la remitió a la OEA, el Presidente Guaidó puede pedir la asistencia de los países democráticos para apresar a la banda de narcotraficantes que se apoderó del gobierno en Venezuela y detenta el poder fáctico sobre el país destruyendo las familias venezolanas y perjudicando a sus vecinos y en general al mundo con el tráfico de drogas, de cocaína, que realiza con sus asociados colombianos, peruanos y bolivianos, envenenando a las sociedades.

El Presidente Guaidó, podría pedir a un país vecino, Colombia o Brasil un espacio para convocar allí y como Comandante legal, a todos los militares venezolanos exiliados para formar una fuerza de intervención; apoyados además por empresas de servicios militares, efectivos militares y apoyo logístico de países amigos, para apresar y juzgar al usurpador y su gavilla de socios narcotraficantes.
Asumido el Gobierno, pedir apoyo internacional para depurar las instituciones electorales y nombrar un tribunal electoral confiable para realizar elecciones y designar un nuevo gobierno que reconstruya el país desde sus bases. De esta manera se salva a los venezolanos y las Américas

Si los gobernantes de los países democráticos velando por la paz y seguridad en Latinoamérica fueran prácticos apoyarían iniciativas como esta y luego de expulsar a los usurpadores y narcotraficantes apoyarían al país con programas masivos de asistencia técnica y financiera, programas de capacitación, desarrollo de empresas, mecanismos de seguridad para la población, sanidad. Se podría contratar empresas especializadas que ayuden en la  administración de programas de educación, producción y apoyo para lograr seguridad y trabajo y con esto se genera estabilidad en el país y se evita la emigración.

ovidioroca.wordpress.com

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