miércoles, 23 de enero de 2019

EL GRAN HERMANO Y LA MANIPULACION DEL CIUDADANO



Ovidio Roca

En su estrategia de sometimiento al pueblo y lograr el control absoluto de cada persona, la China está desarrollando un mecanismo denominado “Sistema de Crédito Social” que puntúa a los habitantes del país en base a sus acciones cotidianas. Es un mecanismo que califica a los individuos según su comportamiento, incluida su solvencia financiera, la actividad política y su buen o mal comportamiento, lo que permite que obtengan descuentos en servicios públicos o préstamos o por lo contrario se les puede prohibir usar el transporte público o que sus hijos no puedan ingresar a las mejores escuelas; son parámetros que pueden llegar a determinar que un juez declare que un habitante es una mala persona en base a acciones como negarse a pagar sus deudas, mentir ante la Corte, entre otros.

Esta es una distopia que se está extendiendo desde China a Cuba y los países populistas de Nicaragua, Venezuela y Bolivia y cuenta con un gran apoyo tecnológico y logístico del nuevo imperio mundial. En Venezuela el gigante chino de telecomunicaciones ZTE está ayudando a construir un sistema que supervisa el comportamiento de los ciudadanos a través de una nueva tarjeta de identificación llamada “el Carnet de la Patria” que usa la misma tecnología de las “tarjetas inteligentes de ciudadanos” del Sistema de Crédito Social chino.

El “Carnet de la Patria”, tiene un microchip para catalogar y puntuar a la población de acuerdo a su comportamiento y fidelidad al régimen y de esta manera dar premios solo a quienes son leales. En el trámite para obtener el Carnet de la Patria, los usuarios tienen que registrar sus cuentas bancarias, datos de familiares, cuentas en redes sociales y con su código especial QR, su participación en eventos electorales. El documento cuenta también con una billetera digital que se articula dentro de un sistema estatal de pago electrónico y en el cual los portadores pueden recibir distintos bonos monetarios, alimentos subsidiados como la Bolsa de alimentos de los CLAP, servicio de salud, pasajes por parte del Estado venezolano y también para comprar gasolina subsidiada.

Varios analistas han informado mediante la prensa, que el Carnet de la Patria almacena y transmite datos de sus titulares a servidores de las computadoras del Estado y que el Carnet está vinculado a los programas sociales del gobierno, de los que depende la mayoría de los venezolanos para sobrevivir. Asimismo se asegura que el carnet se usa como método de control social, aplicando una política de exclusión social, así como de coacción y la compra de votos durante las elecciones regionales de Venezuela de 2017, las elecciones municipales de 2017 y las elecciones presidenciales de 2018.

 Según empleados del sistema de tarjetas y capturas de pantalla de datos de usuarios revisados por Reuters, la base de datos del gobierno almacena detalles como cumpleaños, información familiar, empleo e ingresos, inmuebles propios, historial médico, beneficios estatales recibidos, presencia en las redes sociales, membresía de un partido político y si una persona votó y por quien, números de teléfono, correos electrónicos, domicilios, participación en eventos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) e incluso si la persona tenía una mascota, o un amante.

En Bolivia son más prácticos y expeditivos “para mis amigos todo, para mis enemigos la ley masista”, es la divisa. Para los leales y los que son útiles, hay pegas públicas, negocios conjuntos, impunidad y protección por cualquier delito y pegas diplomáticas, como exilio dorado, para quienes cometen delitos muy evidentes y forman parte de la hermandad cocalera. Es de norma el seguimiento de la vida y hacienda de los opositores reales y presuntos, usando los sistemas de seguridad de patente cubana, que permite caerle al opositor cuando es oportuno, sentando terror y negros precedentes.

Se comenta que en Bolivia para modernizarse y seguir el modelo de control ciudadano del imperio Chino y los regímenes castro chavistas, ya se está empezando a ejercer el control electrónico de la vida del ciudadano, iniciándose con la “billetera móvil” y la habilitación y registro de los celulares de las personas que los usaran para realizar las compras del doble aguinaldo y de paso dejando en manos del gobierno toda su información personal, de sus relaciones, de su trabajo y economía.

Estamos comenzando a vivir lo que se conoce como sociedad orwelliana, ​ una sociedad distópica donde se manipula la información  y se practica la vigilancia masiva y la represión política  y social de las personas, práctica  que es relatada en la conocida novela 1984.

ovidioroca.wordpress.com



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