jueves, 3 de abril de 2014

INSTITUCIONALIDAD DESMANTELADA, LA NEFASTA HERENCIA

INSTITUCIONALIDAD DESMANTELADA, LA NEFASTA HERENCIA
Ovidio Roca

Llama la atención y es alentador, ver a nuestros transportistas cuando ingresan conduciendo a Chile o Brasil; allí los vemos comportarse como unos perfectos ciudadanos; educados, respetuosos de las normas de tránsito, de pesaje, de velocidad, usan cinturón de seguridad, respetan la señalización y al peatón, y aunque no se lo crea es el mismo transportista que en Bolivia hace apenas unos minutos irrespetaba absolutamente todo. La explicación es que en estos países vecinos, por no hablar de Europa, existen normas y se la respeta y no es posible un “arreglo” con el carabinero, ni acudir a la protección política del sindicato.
Durante los últimos años, el angustiante día a día,  nos está forjando una cultura de la anarquía, de la anomia; nadie cree en la justicia, las leyes, no respeta a la policía ni a las instituciones. Todo grupo con una mínima capacidad de movilización (ni que hablar de los sindicatos), cuando se siente afectado en sus expectativas, aunque sean ilegales y contrarias al interés público, ni por un instante se les ocurre acudir a la ley, a la justicia, sino que inmediatamente proceden al bloqueo de carreteras, la toma de edificios y predios, a quemar y matar a presuntos ladrones; es decir toman la justicia (su justicia) por mano propia, pues son jueces y verdugos. Y a nadie le preocupa, ni le importa un comino, el perjuicio que causan a la ciudadanía, al productor que tiene el derecho constitucional del libre tránsito y los otros de ser juzgados imparcialmente.  
Esta ausencia de institucionalidad, del respeto de las reglas del juego, es el mayor daño causado por el gobierno y esta es la nefasta herencia que dejara el MAS cuando sea apartado del poder. Es la cultura del ch’enko masista, una mescla del totalitarismo y permisividad: La receta es: palo para los opositores e impunidad para los seguidores; seguidores que lo seguirán siendo en la medida que les permitan continuar con sus negocios ilegales, coca, contrabando, minería cooperativista ecocida, narcotráfico, extorciones. 
Es sabido que las normas, las reglas de juego, se cumplen, principalmente: por conveniencia, por temor  al castigo y lo ideal, por la internalización de las normas. Lo importante por tanto es avanzar con la buena receta de la zanahoria y el garrote, hacia la internalización de la norma, aprendiendo a  acatarla y valorarla como la forma civilizada de convivencia. 
Ahora es el momento de un pacto nacional, social y político para recuperar la República y la Democracia; de construir un Estado que no promueva e incite el enfrentamiento y el conflicto, sino más bien contribuya a la unidad de los bolivianos, todos iguales ante la ley.
Rescatada la democracia, la tarea urgente será recuperar las instituciones, realizar una selección meritocratica de todos los servidores públicos, como forma de lograr un verdadero cambio que dará confianza y seguridad a las personas, a la propiedad privada; con esto se recuperará la certidumbre en la inversión y los pleitos y problemas se resolverán no con la violencia y los bloqueos, sino civilizadamente en instancias legales, creíbles y confiables. Así algún día veremos gobernantes y ciudadanos respetuosos con los demás, y no nos maravillaremos, de hasta ver conductores comportándose como si estuvieran en el extranjero.


ovidioroca.wordpress.com

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