Ovidio Roca
Historias
y relatos de la época plurinacional
El impacto del crecimiento poblacional y la agresiva actividad
humana ha modificado el ecosistema que conocíamos; disminuyen los glaciares y
los bosques, las lluvias son erráticas, el agua escasea, las temperaturas son
extremas; en fin cambio climático que afecta nuestra vida y nuestras
actividades productivas, especialmente las agrícolas que necesitan adecuarse en
tiempo, espacio y proceso productivo a los nuevos ciclos ambientales.
En Bolivia por su economía primaria, la falta de institucionalidad
y con una gran masa poblacional de cultura campesina y deficiente en educación y
formación tecnológica, no logró avanzar hacia la modernidad y se vive a
espaldas de la economía del conocimiento; tecnologías éstas que a nivel mundial
están transformando las formas de producir, comercializar y por ende los tipos
de empleo y las habilidades profesionales requeridas por la nueva economía.
En el país persiste una economía extractivista no sostenible y subsiste
gracias a la explotación de los recursos minerales y del gas, siempre afectados
por los fluctuantes ciclos de precios de las materias primas, por lo cual no se
progresa y así gran parte de sus habitantes se mantienen en la pobreza.
Explican los sociólogos, que entre los factores que
impulsan el corporativismo y el colectivismo esta ese sentimiento de inseguridad
que impulsa al individuo a formar parte de un grupo. Este sentimiento de inferioridad,
de debilidad, que solo es superado con su afiliación al clan, sindicato, corporación,
que le da superioridad sobre el resto que no forma parte del mismo. De alguna
manera se busca el retorno a la tribu, al ayllu y tener la protección del
caudillo y así superar ese miedo a la libertad; del qué hacer de sí mismo y del
mundo que lo rodea, sobre todo en este nuevo mundo cada vez más violento, extraño
e incierto.
Por su parte, los dirigentes populistas al actuar a
nombre de un grupo se sienten fuertes y liberados del temor y de las
restricciones morales y legales que controlan su comportamiento como individuo
y por tanto él actuando como dirigente puede y está dispuesto a quebrantar toda
norma ética y jurídica para alcanzar los fines que se le han asignado.
Los políticos populistas se aprovechan de la gente
desesperada por la pobreza e inseguridad y que solo busca sobrevivir y acepta
cualquier cosa, venga de donde venga, por lo que es fácil venderle ilusiones y
promesas. El proceso de cambio que le ofrecen, es una venta de ilusiones que está
más vinculada con la estrategia de comercialización que con el producto en sí,
por lo que es fácil inventar y vender fabulas a la gente que quiere creerles y que
no se preocupa, ni le interesa comprobar la validez y realidad del producto.
A su vez, la población formada en la economía primaria
y extractiva, al enfrentar esta nueva ecología, a este nuevo mundo tecnológico
y reglamentado que está cambiando la forma de producir y comerciar, se siente
aterrada pues no encaja culturalmente en estas nuevas realidades, por lo que
prefieren quedarse con “lo malo conocido”, antes que avanzar hacia “lo bueno
por conocer”.
Por esto, a veces creo que la narrativa del proceso de
cambio y su aceptación por los pueblos originario campesinos, la
entendemos de manera equivocada; al parecer este proceso, es de cambio pero
hacia una época anterior, hacia un pasado remoto, mítico, con un
ecosistema que los originarios conocían y dominaban, donde no existía gente
extraña, ni extrañas tecnologías, un mundo mucho más sencillo en el cual
reinaban y al que sienten pertenecer y en el que creen poder estar más
seguros y felices, pero al que evidentemente y aunque ellos no lo creen, no es
posible volver. Por lo que solo nos queda el futuro, el que hay que construirlo
y desde el hoy.
ovidioroca.wordpress.com