domingo, 17 de mayo de 2020

ECONOMÍA SON EXPECTATIVAS



Publicado por Eju.tv 22/01/2011-11:47

Ovidio Roca

La naturaleza nos enseña que la vida surge y progresa adaptándose y dominando su entorno y los organismos que no lo hacen desaparecen. La gente actúa de la misma manera y según sus expectativas y las señales que recibe de su entorno diseñan sus propias estrategias de vida en procura de sobrevivir.
Las expectativas de la población boliviana sobre el futuro del país son cada vez más sombrías. Se vive además de una crisis política y social, una crisis alimentaria y energética realmente grave. La situación se percibe cada vez más caótica, el gobierno está perdiendo el control; la receta estatista y populista no funciona y ahora falta hasta lo principal para la vida, la comida. Por otra parte los seguidores del actual gobierno han perdido ya la confianza en la capacidad de sus líderes para manejar la complejidad de la economía y del aparato del Estado.

Los sectores productivos y gran parte de la ciudadanía trabajadora piensan que no se avizora ninguna recuperación del país mientras no cambie el enfoque en el manejo de la economía, pues la producción no se recuperará mientras no haya seguridad jurídica sobre las tierras e inversiones; mientras se sigan aplicando medidas de control de precios y comercialización, que distorsionan las señales del mercado e impiden su funcionamiento
Quizá no deberíamos quejarnos de lo que está ocurriendo, pues el Vicepresidente siempre fue muy claro en cuanto a su proyecto político. Es un proyecto de poder total que conduce hacia el comunismo como en Cuba y así lo dejamos pasar. Si se usa el indigenismo y al indio, es por la simple estrategia de utilizar las reivindicaciones de la mayoritaria población local y hacerlas funcionales al proyecto; y también para satisfacer también el gusto por el folcklorismo de los “progre” extranjeros que le dieron recursos y cobertura internacional, no olvidemos que ellos gustan del buen salvaje y lo exótico siempre que no vayan a ensuciar sus ciudades.

En el mundo actual de las comunicaciones y el Internet podemos conocer cómo funcionan los sistemas económicos y políticos en los distintos países, y cuáles de ellos dan resultados favorables para sus ciudadanos y cuáles no. Ya no hay cortinas de hierro o de bambú como en las épocas del comunismo soviético, que evitaban que el pueblo conozca que más allá de su paraíso comunista había un mundo de libertad y prosperidad. Pero lamentablemente, como siempre el deseo de creer en mitos y promesas es más fuerte que asumir la responsabilidad por su propio destino y esta actitud parece ser innata pues se repite una y otra vez en la historia de los pueblos.

Si nuestra meta, como lo señaló el Vicepresidente estalinista y nuestro Presidente sindicalista-cocalero, es el paraíso Cubano; en este mundo de las comunicaciones fácilmente podemos informarnos y saber cómo es ese paraíso y ver si nos gustará, en el papel de pueblo no de dirigente. Esto se lo puede hacer por Internet y mejor aun viajando allí; pero en este caso ganando, transportándose, comiendo y viviendo como cubano. Ir como turista o como amigo de Fidel es otra cosa.
Hace más de cincuenta años, el pueblo cubano que antes de 1960 fue uno de los más modernos y desarrollados de América, vive enjaulado y temeroso, sobreviviendo con un poco de “alpiste” que se le provee vía su libreta de racionamiento con la que nacen, perdiendo cada día su capacidad de reacción y competividad. Reciben alimentos y algunos productos básicos que ni siquiera se los dio la Revolución. Refiriéndose a que cada vez se eliminan más artículos de la libreta nos dice Yoani Sánchez, “quizás el cambio más importante puede ocurrir en la mentalidad de las personas, cuando sientan que la pequeña porción de alpiste ya no está siendo colocada en el interior de la jaula, cuando comiencen a sentir la presión real de cada uno de los barrotes”. Entonces surge la esperanza de que la gente por necesidad y por desesperación pueda romper la jaula, derribar a su captores y reconstruir su vida en esa hermosa isla.
La Revolución comunista cubana fue un fracaso económico desde el inicio, sobrevivió subvencionada por los rusos que querían una base frente a los Estados Unidos y esto duro hasta que también fracaso su sistema y luego de unos años agarro la posta Chávez apoyado en el petróleo de los venezolanos; subsidio que ahora está siendo retaceado.
En estos momentos los Castro, ahora agobiados por el fracaso económico han decidido echar a la calle a la mitad de la población empleada. Población de libreta de racionamiento, amedrentada y sin ninguna preparación de emprendedorismo, ni acceso mercados de abastecimiento; no sabe qué hacer ni cómo proceder y ahora bruscamente se ven obligados a buscársela como puedan.
Ellos estuvieron acostumbrados a ser empleados del Estado, a asistir a su fuente de trabajo por un sueldo miserable de veinte dólares al mes que ni siquiera lo recibían pues lo utilizan para pagar a los supervisores para que lo mantengan en los cotos de caza que son las empresas del gobierno y donde todos “sacaban” lo que podían mientras hacían que trabajaban, para luego intercambiarlos con sus compañeros de las otras empresas.

Cuando el modelo ya no da más, cuando ya no llega la plata de afuera pues los rusos fracasaron y Chávez ya está cortando la mamadera, la solución “revolucionaria” es echar la gente a la calle.
Desde siempre los poderes totalitarios se mantienen por el temor y solo cuando la gente lo pierde o lo domina, puede erguirse y buscar su libertad. El muro de Berlín fue derribado cuando el poder omnímodo de la URSS empezó a resquebrajarse y los guardias armados empezaron a dudar del poder comunista. Un día cualquiera, una persona cruzo ilegalmente el muro hacia la libertad y no le dispararon, al día siguiente pasaron dos y tampoco murieron y luego fueron cientos, miles, millones que se alzaron y juntos derribaron el muro y el poder totalitario del partido comunista alemán.
La esperanza es que la crisis económica y el hambre impulsen al pueblo boliviano a pasar por encima del gobierno y de la pinche oposición y derriben este experimento social indigenista, que no tiene capacidad de conducirnos hacia una economía productiva y sostenible que dé trabajo, bienestar y prosperidad a todos los ciudadanos bolivianos. Mientras tanto a comprar su yuquita que ahora está a 100 Bs la @ y criar gallinas criollas.

ovidioroca.wordpress.com




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