GEOPOLÍTICA Y COLONIZACIÓN – Ovidio Roca – 16.12.2010
Publicado en EforoBolivia 2010
Con la tesis de que la lucha racial reemplaza a la clásica lucha de clases; sociópatas marxistas ávidos de poderío y dominio realizan una predica indigenista a todas luces demagógica y cínica, para avanzar en su estrategia de poder total.
Ellos usan a los indígenas y los ensalzan convirtiéndolos en compañeros de ruta, dado el interés de muchos indígenas andinos por tomar control sobre las tierras del oriente. Les ofrecen el aparato del Gobierno y la fuerza publica para expropiar las tierras, bosques y yacimientos, expulsando de ellos a sus actuales poseedores, tanto criollos como indígenas oriundos de los llanos. No olvidemos que el altiplano perdió en los últimos años casi la mitad de los glaciares que proveen de agua para la agricultura y las poblaciones urbanas especialmente en El Alto y la ciudad de La Paz, lo que generara graves problemas de supervivencia, por lo cual necesitan un nuevo espacio vital que lo avizoran en las tierras del oriente y sur.
Como propuesta ideológica ofrecen a la población indígena, en lugar de prosperidad, modernidad y cultura de progreso; la vuelta a un pasado mítico de felicidad comunitaria. En lugar de proponer la construcción de una nación para todos, dividen racialmente a los pobladores y promueven el enfrentamiento regional para destruir a sus opositores políticos
Un equipo de consultores extranjeros produce por encargo, leyes por arrobas con las que buscan afianzar este avasallamiento. Y las normas que deberían ser una guía y una referencia para la vida en comunidad y en libertad, la convierten en el instrumento de dominación de un Estado totalitario y omnipotente (El Estado Soy Yo), que quiere regir todo y a todos.
De esta manera las leyes que deben estar al servicio del ser humano, lo están bajo el dominio arbitrario del grupo enquistado en el gobierno, que ebrio de poder las utiliza para destruir a todo aquel que se les oponga.
Predican un mensaje de austeridad y pobreza pero no la practican y para tener contento al “indígena” icono de su estrategia, le proveen de distracciones pluridiversas, desde aviones de cuarenta millones de dólares para ir al fin del mundo a jugar con sus amiguitos, hasta la ilusión de que es el redentor y líder mundial de una nueva era pachamamica.
Llenan las instituciones y empresas del Estado de multitud de seguidores fieles, funcionarios de ningún o mínimo profesionalismo y con sueldos misérrimos, los que no son cuestionados porque el sueldo se complementa privatizando las ventajas y negocios que da el manejo discrecional del aparato y los recursos del Estado. Con esto se logra el súmmum de corrupción e ineficacia en la gestión publica.
Y siguiendo su meta de dominio y control territorial, al margen del diario deporte de encarcelar, aterrorizar y amedrentar a los opositores, avanzan firmemente en su estrategia geopolítica de ocupación territorial y traslado poblacional (mitimaes). Buscan las mejores tierras del oriente y las revierten para dar cabida a una migración dirigida de población altiplánica, especialmente aymara, trabajo diligentemente realizado por los organismos estatales y eventuales Viceministros q´aras jugando a los exploradores de los llanos y selvas.
En su afán de liquidar a la oposición y los oligarcas atacan y debilitan su economía y sus empresas y de esta manera destruyen el aparato productivo del oriente. Son los típicos revolucionarios que ataca el sistema productivo pero vive de él. Nunca han trabajado y desconocen las labores del campo. Eso sí, saben de bombas y ahora de discursos y estrategias.
En la misma línea de dominio, el Zar masista sobrepone en la región oriental y el sur, su autoridad sobre la de los Gobernadores autonomistas y usando importantes recursos venezolanos y de otras fuentes, sienta sus reales en toda esta extensa región, controlando igualmente las fronteras internacionales y el flujo del comercio y el contrabando. Usando su autoridad, ha expulsado a algunas empresas extranjeras que explotaban ilegalmente oro y ahora se están trabajando estos yacimientos con trabajadores recién acarreados a la zona, los que cuentan con la promesa de dotarles de tierras, que son y seguirán siendo expropiadas a los oligarcas cambas.
Su plan de “descolonización” referida a la cultura e institucionalidad criolla-española, responde nuevamente a su estrategia de poder hegemónico, que busca la “colonización” del oriente, expulsando o sometiendo a la población, tanto de mestizos como indígenas oriundos del oriente. En esa misma lógica destructiva atacan la historia, la cultura, la institucionalidad y la dirigencia regional
Los estrategas y expertos saben que “se nombra para dar existencia”, que la palabra es el poder nombrador de la realidad y que cuando se cambia el nombre se cambia de realidad. Dice Juan en su evangelio: “En el principio era el verbo (la palabra) y el verbo era con Dios, y todo lo que ha sido creado fue hecho por el verbo y fuera de él nada ha sido ni será creado”. (marcado por el autor).
En su plan de reescribir la historia, para que ésta empiece nuevamente y a partir de ellos, trabajan diligentemente en cambiar todos los nombres poniendo otros a su gusto: cambiaron el nombre del país, de las instituciones, los símbolos, los himnos, la bandera, la cultura, los héroes, la religión, quieren borrarnos la memoria histórica, nos quieren robar hasta el alma.
De esta manera empiezan a escribir una nueva historia donde se borra esa epopeya mestiza que construyo la República de Bolivia, que aun tiene como tarea pendiente forjar la Nación boliviana partiendo de su rica diversidad cultural y étnica, y que apunta como meta a un futuro cercano de prosperidad común y compartida.
Nuestros nuevos paladines socialistas no están buscando ayudar a los indígenas, no pretenden contribuir a su desarrollo cultural y económico, solo los estan usando. Liquidados eventualmente los opositores, los indígenas volverán a su papel de pongos de los grandísimos líderes de la revolución socialista. En realidad se trata del simple e insaciable afán de poder.
Enviado por el autor ovidio roca avila [ovidroc@hotmail.com]
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