RECONSTRUCCION DEL ESTADO NACIONAL Y CAMBIO DE
PARADIGMA
Ovidio Roca
Bolivia aún no se ha consolidado como EstadoNación;esun
país en proceso deintermitente construcción y actualmentebajo la hegemonía de
un gobierno absolutista, que luego de haber fraccionado al país, trata de
controlar las innumerables facciones corporativasque permanentemente se le
escapan de las manos; cada una de ellas con su propia estrategia de
supervivencia.Y lo peor es, que este movimiento populista e indigenista a cargo
del gobierno nacional, carece de una verdadera propuesta de país y de futuro
viable y para todos.
El instrumento político gobernante, es como la
huiphala una colcha de retazos, un conglomerado de grupos y movimientos
sociales,que los teóricos populistas q’aras procuranatar utilizando una predica
populista e indigenista, con la que procuran atraer y rejuntara los grupos de la
economía informal y controlar a las dos nacionalidades indígenas mayoritarias,
la aimara y la quechua que les dan sustento, pues a las otras treinta y tantas
del discurso plurinacional, sololas ven solo como folklore.
A la población criolla mestiza y peor cuando piensa
y opina, la ven como peligrosa y por tanto la persiguen. A los opositoreslos
encarcelan,les siguen decenas de procesos judicialesy envían en su persecución multitud
de fiscales, jueces, tinterillos y huayralevas. A su vez controlan
prebendalmente y por el temor a los grupos empresariales. Ellos saben muy bien
y lo utilizan:que solo el miedo gobierna a los hombres, que ninguna otra cosa
resulta y ninguna otra cosa dura bastante.
A diferencia de las dictaduras golpistas del siglo
anterior y solopara efectos de imagen internacional, todos los regímenes
populistas del SSXXI, mantienen algunos elementos formales de la democracia
representativa, pero firmemente controlados y digitados para asegurarles su
permanencia en el poder. Su debilidad sin embargo es que son gobiernos que
saben gastar y no crear las condiciones para producir bienes y riqueza, y
cuando se acaban los ahorros, cuando no hay nada que llevar a la mesa; el
hambre y la desesperación hacen que el pueblo decida expulsarlospor incapaces y
corruptos. Hemos visto como los pueblos
cansados, emputados y lideradospor una oposición unida, puede echarlos del
poder, tal como ocurrió en Argentina, Brasil y pronto lo hará en Venezuela.
No olvidemos que la gente, más allá de los
planteamientos ideológicos, “tensiones creativas y maniobras envolventes”,
piensa con el estómago y el bolsillo. Y aunque el gobierno dice que no hay
propuestas, el pueblo sabe lo que quiere;por lo que pidelibertad, trabajo y seguridad
para su patrimonio y para poder llegar a su casa sin sobresaltos; quiere salud
y educación para él y sus familiares; pretende una sociedad donde no se asfixie
al individuo y tampoco se lo masifique.
El Gobierno actual, como todo Estado centralista y
absolutista, no respeta la diversidad y la disidencia, por lo que en Bolivia un
país por lo demás variado, está cada vez más extendida la idea de un Estado
Democrático Federal, donde se respete esta rica diversidad cultural y en el que
la población se autogobierne y construya su futurorespetandosus tradiciones, costumbres
y creencias, y cuando se vincula a la cultura nacional y global, quiere hacerlo
desde su propia identidad.
El Federalismo se sustenta en el principio de
subsidiariedad, que en su definición más amplia señala que todo asunto debe ser
resuelto por la autoridad más cercana al problema. Vale decir que el poder de
decisión nunca debe estar en un nivel superior al estrictamente necesario.
El paradigma autonómico que pretende el pueblo
boliviano, incluye a todos los habitantes del país sin masificarlos. Es un
modelo que esta insertado en una cultura
democrática y de futuro común y compartido; con un sistema de libre mercado y una
economía del conocimiento, diversificada, sostenible y globalizada.
Ahora cuando a nivel nacional y global nos
enfrentamos a tremendos desafíos, como consecuencia de la
especulación financiera, la corrupción desmedida especialmente en el
Estado, la crisis energética, la crisis ambiental y las guerras religiosas;necesitamos
de partidos políticos serios, de líderes y Estadistas, de un pueblo que piense responsablemente
en el largo plazo y asuma sus obligaciones y tareas, como padre, como educador,
como productor, como servidor público idóneo ycomo ciudadano responsable de su
destino.