Ovidio Roca
(Para la memoria
histórica del periodo masista cocalero).
Nos ilustra el Evo: “La
democracia basada en las minorías y mayorías es una democracia importada de
Europa: Cuando hay mayorías y minorías,
siempre hay resentidos. Aunque la mayoría tenga razón, las minorías que
pierden, ya quedan resentidas y hay peleas, a veces por intereses personales o
sectoriales”. Por tanto:
“el modelo a recuperar es el de las
comunidades indígena originaria campesinas, que se basa en la unanimidad y en
los consensos”.
Mejor aún el sistema populista cocalero que impulsa el Proceso
de Cambio, donde el Jefe manda y ordena y el resto obedece. Aquí la jerarquía
pasa por los Q’ananchiris y Jilakatas que controlan a los yanaconas y
q’arasikis y para ampliar su espacio de dominio territorial y área de expansión
cocalera
se usan las agresivas huestes
colonizadoras, los mitimaes.
Siguiendo su estrategia repostuladora y utilizando el
poder de la coca y la confrontación étnica, discurseaba el Jefe:
“Yo sé hermanos que aquí no solamente con el 90%, 100% (de apoyo).
Hermano alcalde de Morochata, si me garantizan el 100% (de votos), lo que
ustedes pidan el próximo año”. Evo.
El dirigente potosino Rojas, durante el acto de
campaña electoral y de promulgación de la ley de creación del nuevo
municipio de San Pedro de Macha expreso lo importante y fundamental, que
es: “Emitir un voto cerrado a favor del candidato del Movimiento Al Socialismo
(MAS) Evo Morales, en las elecciones generales”. También advirtió a los
opositores, en presencia del presidente Morales, la presidenta de la Cámara de
Senadores, Adriana Salvatierra; y de otras autoridades departamentales,
municipales y dirigentes, lo siguiente:
“En esta nuestra
tierra de Tomás Katari hay kataris malos (que) no van a permitir a los partidos
neoliberales entrar aquí. Si van a entrar a la tierra de Tomás Katari, en
español dicen víbora, ¿la víbora qué hace?, envenena. Estos kataris van a envenenar a los q’aras (blancos). Por eso, que
no se atrevan a entrar a la tierra de Tomás Katari”, advirtió el dirigente,
entre arengas de “¡wañuchun q’aras!”
(mueran los blancos).
En este neo sistema
inkaico cocalero, el Jefe expolia a la población y reparte migajas entre
quienes les sirven fielmente y especialmente entre los más ll’unkus. Al
respecto un estudio del Banco Mundial señala que en Bolivia las empresas formales,
pagan en impuestos (nacionales, municipales y otros) un 83,7% del total de las
utilidades. “Esta sería la cifra más alta del mundo” y la pregunta es: ¿alguien
podría dudar que esto configura el peor ambiente para hacer negocios, forjar
empresas y crear empleo de calidad?.
Los populistas, en
nombre de la solidaridad social quitan el fruto de su esfuerzo a quienes trabajan
duro y todos los días para conseguirlo y lo reparten entre sus votantes, vía
bonos y prebendas. En consecuencia cada vez hay menos trabajadores, menos
productores agropecuarios e industriales y más de aquellos que consumen sin
producir, utilizando al Estado para que se apropie de las ganancias de los
trabajadores, de las empresas productivas y las transfiera a sus seguidores a cambio de votos. Y así
transcurre el ritmo del país.
El Totalitarismo es un ciclo por lo demás antiguo.
Todo comienza con la ignorancia; la ignorancia genera miedo; el miedo genera
odio y el odio genera violencia. La violencia provoca más violencia, hasta que
la única ley viene dictada por la voluntad del más fuerte. Jallalla Evo.
ovidioroca.wordpress.com