Ovidio Roca
“La
política debe basarse en la realidad y la política es justamente, el arte de
saber defender un ideal sobre la base de las realidades. Y estas realidades son
las realidades históricas, culturales, demográficas, (económicas) y geográficas”: De Gaulle:
Bolivia hasta ahora mantiene
una aparente bonanza gracias a las exportaciones de gas y seguirá así hasta que
se agoten las reservas heredadas; se siga aumentando el endeudamiento interno y
externo especialmente con China y se mantenga el aporte tecnológico del gobierno
populista, el que ha integrado la cadena productiva: coca del chapare, urea del chapare, cocaína para el mundo.
Estuve por el norte cruceño,
por Yapacaní y poco más allá; una región que cada vez es más Chapareña y donde
me encontré con un amigo que conocí años atrás en Villa Tunari. Charlamos largo
y tendido y el me comentaba su visión de las cosas, sobre el acontecer nacional
y como percibe el futuro desde su experiencia y perspectiva personal; más o
menos en los siguientes términos:
“Nuestra economía no es
competitiva por problemas de cultura tecnológica y de localización nacional, con un
mercado reducido, un país encerrado en el centro del continente y sin acceso a
las costas. Esto nos limita a trabajar en algunas actividades agropecuarias y
artesanales para el nivel local, y especialmente la coca, el tráfico, el
comercio y el contrabando y esto nos lo garantiza el Evo. Pensar en economías
tecnológicas es complicado por nuestro bajo nivel educativo y la distancia a los
mercados externos, que por lo demás son mucho más desarrollados y más
competitivos”.
“Por otra parte sería
muy difícil reducir los cultivos de coca que sustentan nuestra economía
doméstica, que aunque mayormente se destinan al narcotráfico generan
importantes ingresos para la población y financian su comercio y contrabando; por
esto no creo que la oposición pueda ofrecer a la población algo diferente de lo
actual. Un nuevo gobierno difícilmente podrá impulsar una industria y
manufactura competitiva a nivel internacional. Además sustituir los cultivos de
coca por cultivos lícitos y de producción de alimentos es complicado por la
reacción de una parte del pueblo que tiene una mentalidad corporativa y
sindicalista y además que no se sienten preparados para asumir ellos solos su
responsabilidad y prefieren la seguridad y beneficio económico que le dan los
sindicatos y el Estado cocalero con un Gobierno que aunque sea estatista y
dictatorial, finalmente les ofrece seguridad. Por tanto un nuevo gobierno sería
permanentemente bloqueado por los movimientos sociales, funcionarios públicos, grupos
de contrabandistas y narcotraficantes que no querrían cambiar de modelo y no le
darían el menor chance de gobernar. No olvidemos que la
gente razona acorde a su bolsillo y no se arriesgarán a pasar: “de la malo conocido, a lo bueno por conocer”.
Pensando en lo que
ocurre en nuestro Estado plurinacional, lo dicho por este amigo parece ser
realista; el problema es que siempre pensamos en el corto plazo y no tomamos en
consideración que este modelo político y
económico vigente en los países castro chavistas: extractivista,
corporativista y estatista, no es sostenible ni viable en el tiempo; además que
ya ha mostrado su fracaso y esta llevado a su población a la miseria y al
éxodo. De continuar con este modelo tampoco tendremos cabida en una sociedad de
leyes y de respeto al prójimo y la naturaleza, por lo que a mediano plazo nos
convertiríamos en parias frente a la comunidad democrática internacional.
Dicen los teóricos que:
El cómo vivimos, como nos ganamos la vida, lo que vemos en nuestro entorno, lo
que escuchamos y leemos, va configurando nuestra conciencia y valores. Es decir
que tanto el sistema político, la estructura económica, la
base productiva y el accionar de las instituciones del país van condicionando
la consciencia social del ciudadano,
quien para poder sobrevivir se adapta y adecua a esta realidad. Una realidad
que aunque resulte ser nefasta no se puede evadir y menos escapar de ella, pues
la opresión de las tiranías es tanto física como mental y solo se logra
liberarse de ella con cultura, trabajo y decisión.
Para cambiar del modelo
económico y político cocalero, hacia uno democrático, sostenible y con futuro,
necesitamos urgente de un ciudadano comprometido y partidos políticos idóneos;
por tanto si queremos avanzar no hay otra salida que asumir nuestra propia responsabilidad
personal y ciudadana y trabajar en el duro proceso de cambio de modelo y reconstrucción
nacional.
ovidioroca.wordpress.com
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