ESTADISTAS O CAUDILLOS
Ovidio Roca
Bolivia no logro constituirse en un Estado Nacional,
aunque se tuvo esa intención. Ahora esta vía ha sido descartada y se avanza
hacia un Estado étnico y corporativo de pequeñas naciones y de republiquetas cocaleras
y contrabandistas, y peor aún hacia un territorio sin ley, donde la neo
burguesía masista y las bandas de gremiales y traficantes buscan hacerse rápidamente
de un patrimonio, sin obedecer otra ley que a sus propios intereses. Ahora
vivimos en un país donde reina la anomia.
Tampoco logró consolidarse una burguesía nacional, como
propugnaban algunos fundadores del MNR, pues el Estado siempre estuvo presente
para usar su poder dando ventajas y dadivas. Ahora muchos empresarios antiguos
y casi todos los nuevos, son dependientes
y no saben sobrevivir al margen del Gobierno.
Gran parte de la población, especialmente la clase
media, está cada vez más aterrorizada por la violencia producto de la anarquía
y el narcotráfico; robos, y asaltos que son la cotidianidad de las calles en
las ciudades del Estado plurinacional. La producción y el comercio lícito se
resienten, la coca sigue creciendo y la tecnología de la cocaína es cada vez
más eficiente.
Manifiesta el Vicepresidente: "El Estado
plurinacional con una economía plural, con una industrialización de los
recursos naturales y nacionalización, en lo social la redistribución de la
riqueza, por lo que es el único partido vigente". "En Bolivia no hay
más proyecto político que el del Movimiento Al Socialismo (MAS), porque es un
plan de Estado, de sociedad, de economía que beneficiará todos los
bolivianos".
El contrabando y el comercio informal son la
actividad económica más importante y la gran generadora de empleo del país. Lo confirma
el Ministro de Gobierno cuando se refiere a un fallo del Tribunal
Constitucional relativo a una ley de extinción de dominio, para frenar las
actividades ilícitas:
"Siendo un país donde la economía informal
resuelve en gran medida la problemática del desempleo y al no establecerse con
claridad las fronteras estancas, entre la economía informal y el contrabando,
por razones social debe ser excluido este último como causal de aplicación de
la extinción de dominio porque no es que la figura sea inconstitucional".
"El Tribunal Constitucional estableció que por
razones sociales, ojo, debe ser excluida la figura contrabando como causal de
extinción de dominio, pero establece por razones sociales". Carlos Romero,
Ministro de Gobierno.
Otra actividad protegida por el Gobierno Nacional, es
la del cultivo y comercio de coca, y ahora se ha decidido legalizar la
expansión de su cultivo: “Nosotros hemos definido como razonable 20 mil
hectáreas de coca (…) las 12 mil (que dispone la Ley 1008) corresponden a la
década de los 80 y 90, pero estamos en 2013 donde se ha incrementado el
consumo”. Juan Ramón Quintana, Ministro de la Presidencia.
Cultivar coca es una opción económica más rentables
que cualquier otro cultivo tradicional, como maíz, papa, arroz, trigo; es un
arbusto rustico, se lo siembra y se
mantiene veinte años produciendo cuatro cosechas anuales de sus hojas, lo que
permite que un campesino con un cato, una pequeña parcela, tenga un buen pasar.
Si aspira a tener más ingresos entra en la industria de la pasta básica, de la
cocaína y si quiere aún mayores ganancias
ingresa a la comercialización, al tráfico.
Alrededor del negocio de las drogas se ha creado un
entorno criminal de ámbito internacional, pues el consumo se da en los
países de mayor ingreso económico y para
llegar a esos mercados se necesita una logística especializada, la que han
desarrollado los cárteles, especialmente colombianos y mexicanos.
El gobierno siguiendo su programa populista y
estatista, atrae a la gente con permisividad para realizar sus actividades, aun
ilícitas, y para las masas urbanas ofrece empleos públicos, prebendas y regalos,
a costa de repartir la riqueza ya sea la natural y la expropiada a otros, vía
la llamada nacionalización.
En consecuencia muchos grupos sociales y
empresariales se acomodan a la nueva economía plurinacional, pero la población
de clase media y pequeños productores se encuentran cada vez más angustiados
con la violencia y la inseguridad de su vida y sus bienes y sobre todo temen
por un futuro previsible de inviabilidad económica y social del país, de seguir
este rumbo.
En este contexto, existen intentos de buscar y
ofrecer propuestas alternativas para el país, pero estos valientes demócratas se
encuentran perseguidos, exiliados, extorsionados, por el gobierno; dispersos y
sin estructura política organizada y peor aún con el problema de ponerse de acuerdo entre ellos, por pequeñas
ambiciones personales, pero que pronto serán superadas en torno a un programa
común.
En el país estamos ilusionados por el caudillo y
pensamos que éste, con solo su fuerza y carisma conduce el cambio, sin pensar
en la necesidad del equipo, el programa de gobierno y el pueblo educado como
responsable de su destino.
En nuestra historia hemos tenido muchos caudillos y
pocos estadistas. El Doctor Víctor Paz fue el estadista del siglo XX y después
de él, a mi entender, no hubo ninguno. El Dr. Paz carecía de carisma, no era afecto a
los discursos, ni el turismo presidencial. Su obsesión era la gestión, la
administración del país. Fue un hombre que captaba las circunstancias y el
momento histórico y actuaba acorde al mismo. Lo demostró el año 1953 con la
liberación del pongueaje, el voto universal, la nacionalización de las minas y
el intento de crear una burguesía nacional. Luego el año 1985 luego del
desastre populista del Dr. Siles y la inflación del 20.000 %, aplico un ajuste hacia el libre mercado y la liberalización
de la economía, que permitió enrumbar al país hacia una senda de progreso.
No hay misterios, es necesario mirar al entorno
internacional y a los vecinos y ver quienes han construido un país que se
proyecta al futuro y lo encontramos en Brasil, Chile, Perú, Colombia, Panamá y
cuales pese a su gran riqueza natural van para atrás, Venezuela, Argentina,
Bolivia, sin olvidarnos de Cuba que ya viene aplicando el modelo fallido con
las consecuencias nefastas conocidas.
Y la pregunta es: que liderazgo estamos buscando para
conducirnos al progreso?. Un cabecilla o un estadista. Un caudillo que exalte
las emociones, maneje las ilusiones, odios, pasiones y complejos de las masas;
o un conductor con visión de futuro que busque soluciones, adoptando y adaptando
modelos y programas que han funcionado, que han sido probados en muchos
escenarios y países; en esencia, un estadista, un programa, un equipo que trabaje
y señale el camino y las responsabilidades de cada uno, para llegar a la meta
de construir en conjunto un país próspero, libre y para todos.
ovidioroca.wordpress.com
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