PROCESO
DE CAMBIO, DEL DISCURSO A LOS HECHOS
Ovidio Roca
Nos dicen que este es el país y el
gobierno: de los Indígenas originarios; de los Derechos Humanos, de los
Derechos de la Madre Tierra y defensor
de la Democracia, las Organizaciones Sindicales, Organizaciones indígenas,
Populares y Sociales; todo esto según el discurso oficial.
En la
práctica vemos, que los derechos son para los fieles y los reveses para los demás.
Se puede también establecer que para el
régimen cocalero, no existen adversarios ni contrincantes políticos, pues los
que no están con ellos son “enemigos”. Y cada día que pasa estos aumentan y
ahora lo son: los de la clase media, los indígenas disidentes, los
trabajadores, los sindicatos obreros, los libre pensantes, además por supuesto de
los oligarcas del oriente, los derechistas y todos los que critican y opinan
diferente a los jerarcas del MAS.
Surgió hace poco una pregunta para los
Gobiernos del ALBA y para Evo: “¿No estabas
comprometido con los derechos humanos?, pues estás en el Gobierno, el Estado es
el que viola los derechos humanos, hazte cargo, para eso estás allí”.
Secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH),
Emilio Álvarez Icaza.
Lo mismo podíamos decir sobre los
derechos de la Madre Tierra.
Hasta ahora han sido contabilizados y registrados
como enemigos, la mayor parte de la población nacional, empezando por la clase
media. Así lo afirma Evo al decir: “Algunos ex
viceministros y constituyentes del MAS son enemigos del Gobierno y del MAS. Hemos
llegado a la conclusión de que estos compañeros, como Almaraz y Chato
Prada, son de la llamada clase media”.
Son también enemigos, los indígenas
originarios del TIPNIS. Aquellos que defienden su territorio del avasallamiento
cocalero, que se oponen a que se destruyan los bosques y se siembre coca en el
Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Secure. Peor aún, cuando se
oponen valientemente a la “Rodovia do narcotráfico” que pretende atravesar el
Parque con el consiguiente y seguro ecocidio.
Son igualmente contabilizados y tildados
como enemigos del proceso de cambio, obviamente al margen de la oposición
política; los masistas que exigen retornar al espíritu original de la propuesta
de cambio, los trabajadores que exigen el cumplimiento de las promesas
electorales; y como consecuencia, a todos
ellos le corresponde ser perseguidos y extorsionados por los fiscales, por la
policía, apaleados y encarcelados.
Y una clase
especial de enemigos y sañudamente perseguidos; son aquellos que anteriormente fueron
los compañeros más cercanos. Los que los conocen en calzoncillos y en pelotas (q'ara
siki), los
que conocen sus debilidades, sus pequeños y grandes vicios, sus amores, sus
odios, sus temores. Ahí los tenemos denostados y correteados a Filipo (Filemón
Escobar), al Mallku (Felipe Quispe Huanca), a Rafael Quispe, a Félix Patzi,
etc. etc.
Y últimamente el
ideólogo denuncia una nueva amenaza, un nuevo y peligroso enemigo del proceso
de cambio; la del pensamiento libre, expresado por la Diputado Rebeca Delgado y
ya sentenciada como peligrosa librepensante.
Esto nos
recuerda la policía del pensamiento, el crimen de pensamiento (crimental), el más grave de todos
los crímenes sancionados por el Partido y que retrato Orwell en su famoso
libro: 1984, en el que predijo la instauración de la ALBA y el proceso de
cambio. Ya en Venezuela y con apoyo cubano, el Gran Hermano sabe cómo manejar los votos y
conoce quienes de sus militantes no votaron
por él.
Como vemos, en el populismo y socialismo
no existen adversarios políticos, sino enemigos. Se practica la vieja receta de
Perón: "Al amigo todo, al
enemigo ni justicia".
Coincidente con lo anterior, en el
Estado Plurinacional, el ensañamiento y brutalidad estatal contra los
opositores, no tiene castigo real ni simbólico. Se lo ignora y se trata de acallar
la información sobre los hechos, controlando la prensa, para salvar a los “yo
no fui” y luego premiar con cargos y
dadivas a los apaleadores intelectuales,
como en el caso de Chaparina, por la eficaz represión y los terribles vejámenes
a indígenas, niños y mujeres. Los grupos de choque están de reserva para que,
en su caso, ellos asuman las culpas.
Del discurso lirico y demagógico del MAS
en campaña electoral, a
la práctica gubernamental, hay mucho trecho. Los trabajadores lo entienden así y
lo expresan cantando durante las constantes manifestaciones contra el Gobierno,
en las calles de La Paz.
- “Evo, decía que
todo cambiaría, mentira, mentira, la misma porquería; Evo, decía que todo
cambiaría, mentira, mentira, la misma porquería”.
- Que lindo, que lindo, que lindo que va
ser, la burguesía a la olla, obreros al poder; que lindo, que lindo que va ser,
el Evo a la escuela y Linera al cuartel”
ovidioroca.wordpress.com
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