“En política se dice lo que la gente quiere escuchar y se hace lo que conviene a quien discursea y a su partido”. Pukymon.
En este mundo globalizado y especialmente en Occidente,
se valora el tener un comportamiento democrático y de respeto a los derechos
humanos y al medio ambiente. Como a los Gobiernos populistas no les conviene mostrar
una mala imagen, aparentan actuar como Gobiernos democráticos y utilizan una
amplia retórica mediática para engatusar al público, especialmente al
internacional.
“El Gobierno es la institución que tiene como
objetivo lograr el cumplimiento de los fines del Estado. A su vez
el Estado es una organización política constituida por un conjunto de
instituciones burocráticas estables, a través de las cuales se ejerce el
monopolio del uso de la fuerza (soberanía) y aplicada a una población dentro
de unos límites territoriales establecidos”. Wikipedia.
El Estado está regido, manejado por funcionarios
públicos los que deberían ser elegidos por su idoneidad y sus capacidades, contratados
para gestionarlo atendiendo eficazmente las necesidades de los ciudadanos.
Engolosinados con el poder, estos funcionarios rápidamente se apoderan del
aparato del Estado y lo usan para empoderarse y enriquecerse como si ellos fueran
sus verdaderos dueños.
Lo peor de todo, es que la ciudadanía acepta que estos servidores públicos sean
efectivamente los dueños y señores y así permiten que se instaure un sistema
dictatorial. Por su desidia e indolencia, los ciudadanos pasan a ser
vasallos y esclavos.
En países con población de bajo nivel educacional y
por ende poco competitiva en esta economía globalizada, ésta busca la forma de
sobrevivir en el marco de su propia realidad y posibilidades.
Estas poblaciones informales no pueden competir tecnológicamente en la economía
internacional, por ejemplo con la producción de china, una economía muy
productiva pero que no respeta ninguna norma democrática, de respeto a los
derechos humanos, ni al medio ambiente ecológico y así llega competitivamente a
todos los mercados.
En consecuencia esta población nacional poco competitiva, desea que los
Partidos políticos los protejan, se encarguen de satisfacer sus necesidades y que
les permitan hacer lo que ellos pueden y saben hacer y sin tener interferencias
de ningún tipo. Esta población informal, considera que lo más ventajoso
y adecuado para ellos es que se le permita realizar libremente sus
actividades informales y de bajo nivel tecnológico. En el Estado Plurinacional la
siembra de coca, cocaína, narcotráfico, contrabando, comercio ilegal,
actividades cuentapropistas, etc. El problema es que esta economía
informal no atrae inversiones legales y no genera desarrollo.
En democracia se contempla que los partidos políticos
en procura de ser elegidos, deben presentar ante la ciudadanía sus planes y propuestas de
gestión y estos deben responder y adecuarse a las características y necesidades
económica, social y política de su país. Entendiendo esta situación
y respondiendo a las expectativas de la población mayoritaria e informal, la
propuesta del MAS es acomodaticia y ofrece el conocido “dejar hacer y dejar
pasar”.
Esto exclusivamente para los seguidores del Gobierno y caerles con la ley y el
garrote al opositor. Por tanto se permite a los masistas practicar la
informalidad, el contrabando, el imparable desmonte para la ampliación de
cultivos de coca para la cocaína, el narcotráfico, contrabando, cuentapropismo y
todo lo que les sea necesario, siempre que apoyen al gobierno populista
cocalero.
Un modelo inviable política, económica, social y
ambientalmente, que seguirá mientras la ciudadanía permita que los cocaleros
potenciados por la coca, manejen el país y a su poblacion.
ovidioroca.wordpress.com
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