Ovidio Roca
“La forma de
maximizar la producción es maximizar los incentivos a la producción. Y la forma
de hacerlo como ha descubierto el mundo moderno, es a través del sistema de
propiedad privada, mercados libres y libre empresa”. Henry Hazlitt.
En los países atrasados, la debilidad institucional,
el desempleo, los elevados niveles de pobreza, más el racismo, la discriminación,
la desigualdad y la violencia social, son los principales basamentos para el
surgimiento de todo tipo de movimientos, que esperanzados dan apoyo y vigencia al
populismo.
En su desesperación esta población insegura y sin un norte claro, apoya al
populismo y sus promesas de vivir bien sin esfuerzo, mientras condena a la
democracia que les exige trabajo. Apoya líderes y gobiernos autoritarios y dictatoriales
y eso conduce a la desaparición de toda libertad, es decir, que la democracia
es destruida y eliminada en nombre y a beneficio del pueblo.
En Bolivia la coca manda y genera una población de comportamiento dual: muerde
la mano de quien le ofrece seguridad y trabajo y se arrodilla y amarra los
huatos del Jefazo cocalero.
La economía del populismo es exclusivamente extractivista,
del gasto y la prebenda y de ninguna manera basada en la producción eficiente y
lícita de bienes y servicios. Construye un Estado centralista, obeso y juega a ganar
invirtiendo en empresas públicas, solo para cobrar comisiones y recibir las
cuotas por los sobreprecios de las obras que adjudica. La experiencia muestra
que con todos los millonarios proyectos realizados por el masismo, lo único que
se ha conseguido es elefantes blancos, empresas quebradas y mucha deuda.
El populismo cocalero tiene su economía basada en la extracción
y explotación de los recursos naturales, no les interesa ni se complican con actividades
productiva e industriales, ni con la producción agropecuaria (salvo con la
coca), ni con los servicios en apoyo a las necesidades de las personas y de la
empresas y menos con aplicar un enfoque de desarrollo, innovación y alta
productividad a la economía nacional. Para ellos se trata de “cavar, extraer,
explotar y gastar” y una cosa que los masistas no entienden y tampoco les
interesas saber, es que es la acción
de la oferta y la demanda la que decide cuales industrias inversiones o
transacciones resultan más exitosas y no la decisión del Gobierno.
Ahora
están ilusionados con el litio pero no entienden que su aprovechamiento no es
como la del oro y la plata, que se los extrae y listo para su venta. El litio
requiere procesos de transformación y de alta tecnología.
Como en todo trabajo y actividad,
cada cual debe
cumplir un rol y realizar eficientemente su tarea. Corresponde a las personas,
los emprendedores, los empresarios programar y construir empresas e industrias,
producir y crear valor y no al Estado.
En el populismo, el Gobierno utilizando el aparato y recursos del Estado es el
proveedor de pegas para su gente en las entidades públicas y un acucioso
inversionistas para conseguir comisiones y también un activo recaudador de
impuestos, comisiones y adelantos, legales e ilegales.
Estamos en las postrimerías del Proceso de cambio y
para salir de la crisis y miserias que los masistas nos dejan, necesitamos
urgentemente dejar atrás el modelo centralista, estatista y populista del
masismo y trabajar en procura de un modelo de Estado Democrático, Republicano y
Federal y una gestión de gobierno con libertad económica y social, que
garantice el trabajo, la propiedad y el bienestar de la población. Un Estado
que debe ser de tamaño reducido, se constituye en la instancia de coordinación
y control del cumplimiento de las leyes y normas de los Gobiernos y Estados
Federales.
En una República
Democrática y Federal, la tarea prioritaria del Gobierno es crear un ambiente
de seguridad y estabilidad para dar tranquilidad de la población y atraer la
inversión y el desarrollo de actividades productivas. En consecuencia de lo que
trata, es de otorgar seguridad jurídica, mantener la estabilidad legal
necesaria para facilitar las actividades económicas, mantener el orden y
establecer una atmosfera propicia a las inversiones privadas.
Nuestra tarea nuestro desafío.
Para avanzar, progresar y labrarse un futuro, los
ciudadanos bolivianos organizados políticamente, con apoyo de instituciones
nacionales e internacionales y de los mejores profesionales y líderes sociales,
necesitan ir analizando y programando las necesarias reformas a la macro y
microeconomía fracasada que nos deja el populismo, así como realizar las urgentes
reformas políticas que aseguren la seguridad jurídica, la democracia, la
libertad, el derecho al trabajo y a la propiedad privada.
Lo hemos visto en otros países que han salido
adelante, sabemos por tanto que para salir de este desastre económico y social
que nos deja el masismo, hay que cambiar el Estado intervencionista, disminuir
la burocracia, la tramitología y las trabas a la producción y las exportaciones.
Asimismo diseñar una estructura
impositiva que ofrezca el aliciente necesario para que el trabajador produzca y
el empresario invierta. Igualmente dotar a la sociedad de una infraestructura pública
básica, interfiriendo mínimamente en los asuntos privados.
Es urgente dejar de lado los egos y personalismos
sectarios de los grupos y dirigentes políticos y conformar un frente ciudadano solido,
con un liderazgo creíble y propuestas eficaces para mejorar la vida de la gente
y en las elecciones participar con un Candidato Único. Esta es nuestra
responsabilidad para sobrevivir como sociedad y como país.
ovidioroca.wordpress.com
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