Ovidio Roca
“No se trata de
confundir deseos con realidad, pues de seguro nos equivocaremos”. Pukymon.
“Todos estamos
siendo atacados, tanto en Europa como en América y este ataque no es solo de
índole económica: Nos enfrentamos a un arma biológica, es un ataque viral que
se ha lanzado contra nosotros. Este virus lo han desarrollado en laboratorios
progresistas. Es un virus “nacionalófago”, destructor de naciones. Este virus
no se ha escapado, sino que ha sido producido, multiplicado y lanzado en todo
el mundo. Es la inmigración, la ideología de género, el wokismo y todos ellos
variantes del mismo virus”. Viktor Orbán, Primer Ministro de
Hungría.
La población adocenada e
infectada de wokismo, se
siente más feliz con las promesas que con las realidades, especialmente porque
no le demandan ningún esfuerzo. Por tanto el populismo en sus discursos, promete
al pueblo darle todo. El capitalismo no lo hace, incentiva a que cada uno produzca
lo que necesita y a la par le garantiza el derecho a su propiedad y al fruto de
su trabajo.
Este
capitalismo responsable tiene hoy en día pocos defensores y esto lo confirmo una
encuesta, la misma que se realizó en el Reino Unido, Estados Unidos y Alemania,
así como en las economías emergentes de Brasil, India, Indonesia y Tailandia.
Una gran mayoría de los entrevistados, tanto en los países desarrollados como
en los de rápido crecimiento, creen y están convencidos que “En una economía
capitalista, los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres”.
Consideran también, que con el capitalismo existe
menos crecimiento y oportunidades de las que realmente hay y sobrestiman las
prácticas empresariales cuestionables y por ende propugnan el socialismo y
populismo, que promete preocuparse de los más pobres y desposeídos.
La gente cree en lo que quiere creer o lo hacen creer, pero la realidad de los
números según los analistas del Banco Mundial y las otras organizaciones,
es que: En todo el mundo capitalista, tanto los ricos como los pobres se están
enriqueciendo. De hecho, en los países liberales y democráticos estamos
asistiendo a un aumento de los ingresos, de las tasas de alfabetización y de
los resultados sanitarios en todos los ámbitos, y esto es posible gracias al
crecimiento económico generado por una economía de mercado mayoritariamente
libre.
Se evidencia que las sociedades democráticas, cuentan actualmente con medios y posibilidades como
nunca antes conocidas para progresar, pero su debilidad es que la mayoría de
las personas no tienen la voluntad y decisión de trabajar para conseguirlos.
Carlos Eguía en una nota de prensa reseñaba: “Hoy se
conoció que Argentina tiene 17 millones de pobres y el mundo entero se pregunta:
¿cómo puede ser eso en un país rico que tiene petróleo, gas, oro, litio,
turismo, ganadería, agricultura y soja?. Y la respuesta es clara y evidente: Enfermaron
de populismo. Argentina se enfermó de peronismo hace 75 años”.
Pukymon, a su vez diagnosticaba: “Bolivia se enfermó de masismo hace 17 años y
este populismo cocalero, jodió al país y a nosotros”. No a los masistas.
Para avanzar como
sociedad debemos olvidarnos de las promesas populistas y progres, retornar a la
doctrina de la democracia que tiene que ver con libertad, responsabilidad, el
trabajo creativo y especialmente con respeto al prójimo y al medio ambiente que
nos acoge.
ovidioroca.wordpress.com
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