Ovidio Roca
“El
progreso material y moral de las personas dependen de tener libertad y
propiedad, libre pensamiento y libre mercado; los elementos esenciales del
capitalismo. El problema es que hay
que asumirlo y ponerse a trabajar”. Pukymon.
Rol del Estado en los países capitalistas.
En una sociedad
democrática, los ciudadanos para organizar su vida en sociedad, constituyen un
Estado como un instrumento para garantizar su adecuada organización,
seguridad y bienestar. En los regímenes populistas se tiene un Estado, que está
en manos de esas bandas organizadas como partido e instrumento político, que lo
secuestran, expolian a su arbitrio y lo utilizan para controlar a la población.
En la economía moderna de libre mercado, la obtención
de ganancias se basa principalmente en el conocimiento, la innovación y la producción.
Esta economía del conocimiento significa también, formas, métodos y maneras de
abordar y resolver problemas. Es saber cómo hacer y el conocer quién sabe hacer,
mayores conocimientos, más y mejores productos y mejores servicios útiles para
la sociedad, además de contar con las herramientas y medios de producción para
lograrlo.
Esto exige mayor educación y permanente actualización en los aspectos
tecnológicos, la que debe ser estimulada y proporcionada por toda las
instituciones del país, de acuerdo a sus posibilidades y competencias.
Para las poblaciones atrasadas y poco educadas de los
países latinoamericanos, se hace difícil integrarse a este mundo del
conocimiento y la tecnología y en consecuencia la población se aferra a lo que sabe, conoce y puede
manejar: actividades primarias, agrícolas y extractivistas, trabajos informales
y cuentapropistas, cultivos de coca y mariguana, contrabando y narcotráfico y
se alían y someten a los Estado populistas, que les ofrecen acogerlos y
respetar sus prácticas.
En concordancia con esto, los populistas en el Poder construyen
un Estado centralista, que ofrece vivir bien a la población mientras determina y
controla la vida y libertad de los habitantes, invierte en empresas siempre
fallidas y para manipular a los emprendedores establece los precios justos.
En una sociedad
democrática, son las personas, los emprendedores, los empresarios, los que
producen y crean valor, no el Estado. Y la tarea de un Gobierno y Estado democrático, es otorgar seguridad
jurídica, fomentar una atmosfera propicia a las inversiones y una educación e
infraestructura adecuada a las circunstancias.
El sistema democrático liberal debe ofrecer el aliciente necesario, para que el
trabajador produzca y el empresario invierta, mientras que el Gobierno se
dedica a mantener la seguridad jurídica. Asimismo la estabilidad y confianza necesaria
para facilitar las actividades económicas, una estructura impositiva no
extorsiva y mantener el orden, interfiriendo mínimamente en los asuntos
privados.
Al Estado no le compete invertir en industrias, sino incentivar la inversión
privada y garantizar la seguridad jurídica. Es la acción de la oferta y la
demanda, la que decide cuales industrias inversiones o transacciones resultan
más exitosas y no el Gobierno.
Para avanzar como sociedad debemos olvidarnos de las promesas populistas y
progres, retornar a la doctrina de la democracia que tiene que ver con
libertad, responsabilidad, el trabajo creativo y especialmente con respeto al
prójimo y al medio ambiente que nos acoge.
ovidioroca.wordpress.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario