Ovidio Roca
“Inventemos el
mundo en el que deseamos vivir y si queremos que éste sea a nuestra
satisfacción, ignoremos la realidad y así tendremos la verdad que queremos
construir”. Pukymon.
Luego de aquellos tiempos de la abuela Lucy (Australopithecus
afarensis) bajamos
de los árboles y nos erguimos sobre nuestros pies como “homo sapiens”, pasamos
del hacha de piedra a la agricultura, a la sociedad industrial y al híper mundo
digital.
Un mundo digital en el cual la inteligencia artificial nos quita nuestra
intimidad, informando permanentemente al Gobierno de todo lo que nos concierne.
De esta los servicios de información del gobierno saben y al día, quién somos,
que hacemos, que pensamos, nuestra ideología, con quien hablamos, nos reunimos,
que tenemos y que no tenemos. Y así fácilmente saben de nuestras debilidades, nos
manipulan y si es necesario nos eliminan.
Actualmente en la nube, en el Facebook, Instagram y
otros, está la información de quiénes en realidad somos: Nuestros pecados,
nuestros vicios, nuestras manías, nuestras debilidades, amores y odios,
nuestros negocios, cuentas bancarias, propiedades y riquezas y todas expuestas a
la vista de todos y todes.
Nuestro espacio personal, el que siempre fue nuestro refugio íntimo e
inaccesible, deja de estar oculto y no nos pertenece. Se viola nuestra
intimidad más interior, donde escondemos nuestros archivos personales y a los
cuales nosotros mismos sólo accedemos en ocasiones, desnudando así nuestra
personalidad más oculta.
Y esto, no hay la menor duda, llega a convertirse en
una increíble tortura y un infierno insoportable para muchos y del que sólo
podrán escapar apartándose de la vida. Esta violación significará una
catástrofe personal, porque conllevará la destrucción de la última defensa de
nuestra identidad y en tal caso muchos elegirán la desaparición definitiva.
ovidioroca.wordpress.com
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