Ovidio Roca
En su estrategia de movilización, para conquistar y mantener el poder, los
populistas usan técnicas de manipulación psicológica y apelan a los intereses económicos
y el rencor por la discriminación étnica y socioeconómica que sufren algunos
sectores sociales. Exacerbar estos sentimientos, los ayuda a movilizar a las
masas en procura de instaurar el populismo cocalero y el comunismo.
Los
dirigentes populistas en sus
discursos explicitan claramente sus intereses e intenciones y como la
memoria nos hace libres; no
debemos olvidarlos:
Hace pocos
días, el dirigente indígena Felipe Quispe, apodado el Mallku, declaraba: “Entonces, de 1825 hasta el actual gobierno
de Añez hemos sido manejados por gobiernos que no son nuestros. Son
extranjeros, son colonos, son coloniales que vinieron de Europa, de Croacia, de
otros lugares. Ellos nos gobiernan y nosotros seguimos abajo. Nos han visto
como salvajes. Nos han tratado de mierda y de todo.
Entonces yo creo que ha llegado la hora de decir basta. Ellos que se vayan a su
madre patria, como se ha ido Gonzalo Sánchez de Lozada a su país, igualito que
se vayan”.
“Nosotros vamos a mantener los
bloqueos de carretera, no tenemos por qué levantar, porque no hay confianza en
la presidenta transitoria, porque es una mujer mentirosa”. Felipe Quispe
“Túpac Katari vuelve, carajo! Los k’aras van
a tener que temblar y van a tener que irse”. Era la consigna de un grupo de
Ponchos Rojos de origen aimara y que
avanzaron sobre la ciudad de La Paz armados con fusiles y palos, a caballo y en
vehículos motorizados.
En la última
confrontación y luego de la fuga de Evo, las masas cocaleras y mineras, afines
al MAS alentaban el revanchismo incendiario y sus demonios escondidos, bajo el
grito “ahora sí, guerra civil”. Esto lo
hacían durante su recorrido por avenidas de El Alto de La Paz, atemorizando a
los vecinos.
Said Cabrita, Secretario de
Conflictos de la FUTPOCH, haciendo gala de su prepotencia, declaraba en Sucre: “Si hay cualquier sobresalto o contra
cualquier dirigente que estén deteniendo o queriendo meter preso, va a ser
responsabilidad de la justicia si re articulamos nuevamente movilizaciones o
salimos a las calles”.
Recordemos que a la huida del cocalero, se instala por
sucesión constitucional un Gobierno de transición y este gobierno, entre
otros aspectos está dando duros golpes al narcotráfico, lo que debilita al
MAS. Ahora los masistas están aún más furiosos porque le quitan la mamadera, y
en represalia envían a sus huestes a bloquear y destruirlo todo.
Los bloqueadores trabajan tarifados haciendo el trabajo sucio para sus jefes
populistas y la esencia de su trabajo es aterrorizar al Gobierno y la
población, chantajear, dominar y dar vía libre al negocio de la coca y sus
derivados.
Durante el ejercicio de su sacrificada y excitante labor, estos bloqueadores
hacen todo tipo de destrozos (eventualmente reciben algunas patadas de los
pacos, cuando los detienen por poco tiempo) y no responden por el daño
económico y personal que causan a las personas particulares, sus propiedades y
los bienes e infraestructura pública.
El Ministro de Economía dice que la economía boliviana
produce alrededor de 100 millones de dólares cada día, por tanto Bolivia en
estos últimos bloqueos dejó de producir y por tanto perdió mil millones de
dólares y esto quien lo paga?.
Los bloqueadores y sus jefes no lo pagan, ni resarcen el daño económico, social
y de salud que causan a las personas. Como lo único que entienden es de dinero,
hay que cobrarles en billetes verdes; además de aplicarles la sanción penal
correspondiente.
Se les debe expropiar sus billetes verdes, que contantes y sonantes tienen en
sus gangochos y con ello resarcir por los daños causados ¿Quién lo hace?. Entendiquichu
manachu?, Janiwa.
ovidioroca.wordpress.com
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