“O muerte, o
economía,
el dilema de hoy en día”. j.ll.folch
el dilema de hoy en día”. j.ll.folch
Ovidio Roca
Diferentes estudios científicos señalan que los virus que
nos vienen sacudiendo, están directamente asociados con la destrucción de
los ecosistemas, la deforestación y el tráfico de animales silvestres para la
instalación de los monocultivos. El cambio climático y coronavirus chino son
dos plagas interconectadas, que ahora se juntan y nos golpean al unísono.
El virus surgió por mutación o manipulación y lo
escondieron en China, pero él se liberó y viajó infectando a todo el mundo. En
Diciembre del 2019 en Wuhan ya sabían del virus, pero dadas las prácticas
autoritarias del régimen chino éste se esforzó, no por contener la peste que se
venía, sino en contener la información.
El mundo está sufriendo, y muy molesto con esta
actitud de los chinos el Estado de
Missouri, USA, planteó una demanda contra Pekín:“ El gobierno chino mintió al mundo sobre el peligro y la naturaleza
contagiosa de COVID-19, silenció a los denunciantes e hizo poco para detener la
propagación de la enfermedad”, dictamino el Fiscal General, Eric Schmitt.
Después de Misuri se
han anunciado numerosas demandas; una de ellas incluye a más de 40 países (hay
que unirse a ellos) los cuales mediante una acusación formal piden una
compensación billonaria por permitir el brote y después encubrirlo.
Producto de esta pandemia vivimos en un nuevo mundo,
muy diferente de aquel en el cual nos sentíamos cómodos, pues trabajábamos, producíamos,
hacíamos negocios, salíamos con nuestra familia y amigos y algunos viajaban por
mundo entero. Ahora estamos confinados, encapsulados, todo ha cambiado y no
sabemos muy bien cómo enfrentar esta nueva situación.
Esta pandemia y la crisis económica están
aterrorizando a la población y cunde el pánico
y la histeria colectiva, que es viralizada por los medios de comunicación. Las empresas están cerradas y también los
comercios, con lo que las recaudaciones tributarias están colapsadas. Y mientras
el país está parado, la población que se siente inerme deja
todo en manos del Estado y le piden mantener
a las personas y a los empresarios entregándoles recursos para que puedan
sobrevivir a la parálisis.
Con esto se alienta al Gobierno
a concentrar
todo el poder y las iniciativas; por lo que la sociedad democrática debe estar
atenta a no caer en el Estatismo, el populismo, la perdida de la libertad, que
es otro virus peor que el chino.
Cuando el coronavirus nos llegó y se expandió,
dada la interconexión digital, nos aterramos con las noticias de la pandemia y
las muertes y casi un tercio de la humanidad se puso y está en situación de
confinamiento obligatorio. Se cerraron las fronteras nacionales, se instalaron
controles internos, se expandió el paradigma de la seguridad y el control; se
exige el aislamiento, el encapsulamiento y el distanciamiento personal y social.
Los únicos que están tranquilos y siguen haciendo negocios e ignorando la cuarentena, son los aguerridos cocaleros del Chapare que no han reducido su producción y menos sus exportaciones. Sus eficientes sistemas de transporte y de distribución del producto final son clandestinas y para ellos no hay leyes, ni fronteras, ni coronavirus. Con llujta, coca y alcohol, no hay virus que resista.
Está claro que mientras
no haya vacuna, la pandemia seguirá entre nosotros sin que podamos hacer mucho
más allá de la prevención y los cuidados básicos. Esta vacuna, nos dicen que tardará
alrededor de un año y un tiempo adicional para su producción, certificación y
transporte. Por lo que podría estar disponible para nosotros en alrededor de dos años.
Son dos años en esta
difícil situación y con la población hambrienta y demandando subsidios, cuando
sabemos que ningún país sale adelante exclusivamente con subsidios del gobierno,
bonos, canastas y bolsas “gratis” de los políticos; al contrario esos son los
medios para hundirse aún más por ser insostenibles en el tiempo y hacerse a
costa de la sobrevivencia de las empresas y la perdida de iniciativa de los
ciudadanos.
La economía y la sociedad
no resistirán este periodo de paralización de las personas y de la
economía, puesto que aumentará la pobreza, las enfermedades y también los
conflictos sociales. Por lo que siguiendo con responsabilidad las normas de
protección y bioseguridad, necesitamos reiniciar paulatinamente las actividades de las empresas y la movilidad de las personas.
El mundo ha cambiado por lo que nosotros o
cambiamos o desaparecemos; queda claro es que no podemos vivir encerrados,
encapsulados, permanentemente, somos mamíferos, seres sociales y necesitamos estar
juntos, abrazarnos, tener contacto físico. La amistad, la educación o el amor no se
pueden practicar a distancia, necesitan del cuerpo a cuerpo; lo mismo que el
trabajo y la producción.
En el pasado los grandes problemas se resolvieron
siempre a través de una investigación básica que condujo a soluciones técnicas
radicalmente nuevas y totalmente diferentes y que cambiaron todo, ahora también
hay que hacerlo y urgente.
Esta crisis nos está confirmando que nuestro futuro debe cimentarse en el trabajo productivo, el progreso científico y tecnológico y en la nueva economía ecológica. Es también notoria la necesidad de un trabajo más coordinado entre el sector privado, el Estado y las universidades, para poner en marcha los proyectos que necesita el país en cada sector y región.
Esta crisis nos está confirmando que nuestro futuro debe cimentarse en el trabajo productivo, el progreso científico y tecnológico y en la nueva economía ecológica. Es también notoria la necesidad de un trabajo más coordinado entre el sector privado, el Estado y las universidades, para poner en marcha los proyectos que necesita el país en cada sector y región.
Por tanto se necesita invertir y trabajar para evitar nuestra
dependencia de los combustibles fósiles, del crecimiento ilimitado en un
espacio y ecosistema limitado y reducir el consumismo que continúa alimentando
el desastre. Necesitamos incorporar nuevos modo de producción y
comercialización, una nueva biotecnología para producir alimentos sin afectar
al ecosistema y tecnologías para generar energía limpia para el planeta. La
electrónica y la tecnología digital son parte del futuro.
Estamos viviendo tiempos políticos y de gran
incertidumbre y estos actores sociales deben recordar que el pueblo, cuando
está informado, no vota por derechas o izquierdas, sino por quien plantea
soluciones realistas a sus necesidades que son esencialmente: trabajo, salud,
educación, seguridad.
Se vienen tiempos difíciles de construcción de una
economía y una nueva sociedad; esperemos que cuando haya que reconstruir el
país, su economía y sus instituciones, aparezca no un demagogo haciendo
promesas sino alguien como Churchill que en momentos críticos dijo en el
Parlamento: “Solo les puedo ofrecer sangre sudor y lágrimas”, y que la gente
entienda, asuma su responsabilidad y lo sigan.
ovidioroca.wordpress.com
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