Ovidio Roca
Notas para preservar la memoria histórica del
periodo masista cocalero.
En los momentos actuales de pestes recurrentes, ahora
más que nunca, necesitamos preparar una estrategia de gestión pública y privada,
para actuar y salir adelante de los efectos de dos de ellas: la del masismo
cocalero y la del coronavirus chino, dos enfermedades virulentas que han
destruido y están destruyendo la economía boliviana y la vida y salud de sus
habitantes.
Ahora todo está parado, la gente está confinada y
pocos salen a trabajar y esto seguirá así por lo menos durante los próximos dos
años, hasta que se dispongan las vacunas para el coronavirus y remedios para
los infectados. Como casi nadie produce, así van las ventas, por lo que la
gente no tiene ingresos y tampoco pueden pagar los impuestos y si no se los pagan,
cómo se financia el gasto público que es lo único que ahora crece. En
consecuencia seguiremos con el endeudamiento y la emisión de papel moneda. Nada
bienaventurados seran los niños, pues ellos heredaran las deudas.
Ante esta peste necesitamos una estrategia de gestión
de crisis, que implica saber dónde vamos y de dónde venimos; vale decir cuál es
la situación actual de la estructura y la superestructura económica del país y
cuál es el modelo de política económica que vamos a adoptar para salir de la
crisis.
Estamos sufriendo las secuelas del masismo en lo
político económico y del coronavirus en nuestra salud personal y económica, y es
para esta nueva realidad que tenemos que reinventar la economía, las
instituciones, las formas de producción y de consumo y nuestra relación con el
ecosistema, el cual por nuestra actitud destructiva nos está pasando la factura
con el cambio climático y la pandemia del coronavirus.
Nuestra
situación actual
Hay recetas políticas y
también culinarias para todos los gustos, unas engordan y otras te envenenan,
por tanto lo sensato es averiguar el estado de salud de quienes las han
comido. Para esto se puede hacer un
viaje por Cuba, Venezuela y Nicaragua, lo que sería ilustrativo para conocer lo
que ocurre hoy en nuestra américa bajo el modelo castrochavista y sus
resultados sobre la vida, la libertad, la economía y la salud de la población.
Y otro por los países desarrollados del Norte de Europa o de los Estados unidos
para ver otra cara de la medalla.
En alrededor de dos años cuando tengamos la vacuna
para el coronavirus disponible para los que no se infectaron y la cura para los
que enfermaron y sufren de las secuelas, especialmente pulmonares, podremos
reanudar nuestras vidas y lo tendremos que hacer con una economía destruida,
ahorros menguados y sin muchas expectativas sobre nuestro futuro.
La
experiencia populista cocalera y sus efectos
La manera de cómo
vivimos, como trabajamos, lo que vemos en nuestro entorno, lo que escuchamos y
leemos va configurando nuestra conciencia y valores. Por
eso es necesario a fuer de ser reiterativos, ver objetivamente lo que ocurre
bajo los modelos castrochavistas y populistas, para no ser engatusados por ellos.
No olvidemos que la izquierda es increíblemente buena para la demagogia y la propaganda
y han aprendido que lo que importa a la gente, es lo que cree que pasó y no lo
que ocurrió en realidad. Son expertos en mentiras y manipulación emocional,
promueven odios y rencores entre la población y son hábiles en presentarse como
salvadores y mesías, cuando en realidad son los dueños del sistema que
históricamente ha venido matando a millones de personas por opresión, hambre y
miseria.
Así manipulan a las personas y a las instituciones nacionales e internacionales (Defensoría del Pueblo, OMS).
Por ejemplo en Bolivia, el masismo tiene un discurso
con el cual se atribuyó la bonanza gasífera que generó inmensos recursos para
el Estado gracias a los altos precios internacionales. La verdad es que este
negocio del gas viene de gestiones e inversiones realizadas por gobiernos
anteriores y mucho antes de que ellos asuman el poder o que siquiera existan.
Tenemos el Contrato Bolivia-Brasil (GSA) firmado en 1992; el gasoducto al Brasil;
construido en 1999; el gasoducto interno Yacuiba-Rio Grande (GASYRG),
gestionado entre 2001-2002. Además del contrato de venta de gas con Argentina,
cuyas diferentes versiones datan de los anos 1960s, 1999, 2001, 2004 y 2006,
esto incluye el propio gasoducto que también es un proyecto de la década de los
sesenta.
Lo que los masistas verdaderamente si hicieron; fue
autorizar la explotación de la amazonia por grupos de
cooperativistas masistas, en asociación con mafias chinas para la explotación
del oro a gran escala y con el uso intensivo de mercurio, de barcazas y
combustible subvencionado. Estas cooperativas (mafias) auríferas vinculados a
los chinos y colombianos al año 2017, sólo dejaron por concepto de regalías
alrededor de 35 millones de dólares de un total de 1.500 millones de dólares
exportados, según datos oficiales.
La
sociedad es una construcción social
Este modelo populista cocalero es enemigo
de la empresa legal, no otorga ninguna seguridad jurídica y ahuyenta a los
inversionistas formales nacionales y extranjeros y favorece y promueve la
informalidad y la corrupción. La actitud de la población ante esta situación de
anomia, es a su vez no respetar ninguna norma social o ambiental.
Como respuesta a este ambiente sicologico, la
población al haber asimilado la cultura del populismo y no tener incentivos,
espera todo de los otros y especialmente del papá Estado y de sus dádivas y
consideran esta forma de vida como un derecho humano.
La verdad es que en ninguna parte del mundo estos
planes sociales insostenible, han mostrado ser la solución al problema de la
pobreza, por el contrario la agravan. Este asistencialismo, no solo genera más
pobreza, sino que va creando una perversa cultura por la cual hay gente que se
siente con derecho a ser mantenida por un reducido grupo de personas que todas
las mañanas se levanta para ir a trabajar, haga frío, calor, llueva, haya bloqueos
o paro de transporte.
El masismo cocalero, maneja permanentemente
la confrontación y busca la adhesión de la gente a su movimiento, apelando al
odio y el enfrentamiento racial y no a la complementariedad. Usa profusamente
el argumento racial y no el democrático de los valores ciudadanos, donde la
persona se expresa y se define, no por características étnicas sino como
ciudadano y por sus valores intelectuales y morales. Esta es la cultura que
heredamos del masismo y con las que nos toca lidiar.
Resumiendo, en diez años los masistas recibieron más
recursos que todos los gobiernos de los últimos cien años; parte se lo robaron,
parte lo malgastaron y el saldo lo despilfarraron en elefantes azules y luego
de trece años de ineficiencia, corrupción, destrucción de la institucionalidad
y de la economía, lo que queda es una
maraña de planes sociales, de empleo público y de canchitas de pasto sintético,
que le gustan a Evo, demostrando no ser este el camino indicado para terminar
con la pobreza, por el contrario nos condena a ser cada vez más pobres y tal
vez un estado fallido si seguimos por este camino.
Buscando otras recetas
Las recetas
se aplican sobre realidades socioeconómicas, geografía y cultura especifica. En el país tenemos un gran retraso tecnológico por lo que es
muy difícil lograr industrializar el país en base a nuestros propios capitales
y la posibilidad de generar nuestra propia tecnología es remota, por lo cual las opciones de competir en el mercado internacional son
casi nulas.
La cuestión ahora, además de preocuparnos seriamente de la educación y la formación tecnológica de nuestra gente, es identificar hacia cuales áreas rentables podemos enfocarnos para superar el actual extractivismo y que sea en áreas donde seamos productivos y competitivos.
Por supuesto las áreas
tecnológicas son imprescindibles en esta actual economía del conocimiento y
quizá no seamos muy competitivos en equipos y microchips; sin embargo un área
productiva prometedora y que tiene que ver con las necesidades básicas del ser
humano, cual es la alimentación y el medio ambiente sano para vivir, puede ser
una de las alternativas. Se trata de ingresar a la nueva agroindustria y
agricultura asociada a la biotecnología, al cuidado del medio ambiente, la
conservación de los bosques, que tiene que ver con la alimentación, el suministro
de agua limpia, el secuestro y conservación del carbono. Y aquí surge la
economía ecológica como una buena opción.
Esto ligado por supuesto a lo que se denomina la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) que es una forma de dirigir las empresas basado en la gestión de los impactos que su actividad genera sobre sus clientes, empleados, accionistas, comunidades locales, medioambiente y sobre la sociedad en general.
Todo esto funciona además, con un
enfoque filosófico muy simple, pero que requiere de voluntad, trabajo y
responsabilidad para lograrlo: Seguridad jurídica, libertad, democracia,
propiedad privada, libre mercado. Son los postulados del liberalismo
democrático que apuesta a la responsabilidad personal y afirma que el progreso
material y moral, depende de la libertad individual, la propiedad, el libre
pensamiento y libre mercado, los elementos esenciales del capitalismo.
Sin embargo y hablando en buenos matatos, las recetas
son unas y los cocineros son otros y el plato no siempre resulta igual, puede
ser mejor o peor pues depende de la variedad y calidad de los ingredientes y de
la capacidad y la sazón del cocinero y de algún ingrediente secreto que se le añade
o se le quita. Para lograrlo busquemos a “los
buenos”, los mejores en cada campo para que trabajen, cada uno en su área. En
la Presidencia de un Estado se necesita un Estadista y no un Periodista, por
muy bueno que sea; en la cocina un Cocinero y no un Carpintero y así por
delante.
ovidioroca.wordpress.com
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