Ovidio Roca
Desde las épocas del
Alto Perú, luego República de Bolivia, el Estado Central y los empresarios basaron
su economía en la explotación minera y los indígenas del altiplano. La clase
política andina que formaba parte del Estado Minero, vivió del Centralismo, de
los minerales, de los negocios y de pegas en la burocracia gubernamental. Para no
perder los privilegios de tener el Gobierno bajo su control, evitó toda
inversión que potencie al resto del país y también a Santa Cruz; una población lejana
a la que siempre consideraron separatista.
Actualmente en su afán
de dominio territorial y político el grupo castrochavista cocalero, sigue usando
a los indígenas aimara y quecha y ahora para controlar y dominar los valles y
el oriente. Al igual que lo hizo el Imperio Incaico con los mitimaes, los
masistas dominan las poblaciones vecinas colonizándolas y sustituyendo su población por otros grupos
étnicos. Esta estrategia de invasión y colonización tiene como resultado
lo que llaman en Europa, la Gran Sustitución. (Renaud Camus ha señalado que la promoción de
la inmigracion masiva en Europa, sumada a las altas tasas de
nacimiento de los hijos de inmigrantes, hará que en pocas décadas las ahora “minorías”
se conviertan en mayorías en el territorio europeo).
En su plan
de dominio, el Gobierno Centralista usa todo el aparato del Estado y entre
ellos el INRA, mediante el cual realiza un reparto político de tierras a los
grupos andinos, dejando de lado a los originarios de la región y sin tomar tampoco
en cuenta, por ejemplo en Santa Cruz, el Plan Departamental del Uso del Suelo y
menos preocuparse del daño ambiental que se produce avasallando los Parques y
Áreas Forestales. Los expertos repiten permanentemente que la deforestación y
la ampliación de la frontera agrícola incrementan los riesgos del país
ante los fenómenos naturales y el cambio climático y así vemos como siete Departamentos
de Bolivia estuvieron en emergencia debido a las inundaciones, riadas
y deslizamientos producto de las intensas lluvias; pero los pachamamicos del
MAS no se lo creen.
Este mes de Marzo del
2019, José Serrate Presidente del Bloque Cívico Chiquitano, denuncio que al
municipio de San José de Chiquitos” siguen trayendo gente de afuera y a la
gente del lugar no la toman en cuenta para nada, se debería consultar a
nuestras comunidades y municipios que son dueños de las tierras”, reclamó.
“Si sumamos todos los
municipios, ahora pasamos las 1.000 comunidades en toda la Chiquitanía, y son
pura gente del interior”, afirmó Serrate, a tiempo de cuestionar, que desde el
Gobierno no se toma en cuenta a la gente nativa para la entrega de tierras.
El pasado
jueves, (21 de Marzo) sesenta y nueve comunidades se asentaron en una extensión
de 130.000 hectáreas en el municipio de San Miguel, luego de ser beneficiadas
por una serie de resoluciones emitidas desde el Ministerio de Desarrollo Rural
y Tierras (MDRyT) y el INRA.
El alcalde de San Miguel, Óscar Hugo Dorado, denunció que detrás de la entrega de resoluciones que autorizan la dotación de 70.000 hectáreas de tierras para favorecer a 1.700 familias del occidente del país y afines al Gobierno, está el exalcalde de San Miguel de Velasco y hoy Viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario, Pedro Damián Dorado.
El alcalde de San Miguel, Óscar Hugo Dorado, denunció que detrás de la entrega de resoluciones que autorizan la dotación de 70.000 hectáreas de tierras para favorecer a 1.700 familias del occidente del país y afines al Gobierno, está el exalcalde de San Miguel de Velasco y hoy Viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario, Pedro Damián Dorado.
No se trata de oponerse
a la dotación de tierra fiscal, sino que se cumpla la ley: respeto al uso mayor
de la tierra según el PLUS, prioridad a los oriundos de la Provincia y del
Departamento en la dotación de tierras fiscales y respeto de los migrantes a la
cultura regional. Se trata de construir un país que nos
incluya a todos sin exclusiones pero respetando la ley, las diferencias culturales
y trabajando para el bien común
Lamentablemente
la región no tiene capacidad ni liderazgo para defender su territorio y su
identidad; la élite o clase económica y política oriental no tienen vocación de
país y no le interesa asumir el poder gubernamental, prefieren dedicarse a sus
negocios, mejor si asociados con el gobierno y dejando a los centralistas
andinos, ahora los masistas, esos engorrosos asuntos de Estado. Como dice el
dicho: Si no puedes vencerlos únete a ellos, por lo que esta parte de la
población que no ve perspectivas de futuro se acomoda y se adapta.
La esperanza está en
las mujeres y grupos de jóvenes que defienden su futuro como un estado
democrático y donde exista respeto de los derechos humanos y políticos para
todos. Cualquier rato se darán las condiciones o ellos las crearan y surgirá
como en Venezuela un líder que aglutine las aspiraciones de todas las regiones
del país.
“Jóvenes son los
que no tienen compromiso con el pasado”. José Ingenieros.
ovidioroca.wordpress.com
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