Ovidio Roca
Cada día que pasa vemos
mayores impactos negativos sobre nuestro ecosistema; hay un desorden del ciclo climático
tal como lo conocemos y nos adaptamos a él, con temperaturas sequias
e inundaciones extremas, huracanes, derretimiento de los glaciares y todo esto,
aunque Trump no lo crea, por los efectos de nuestra obsesión por
el crecimiento, el consumismo y una población que aumenta cada día, ocupando,
deteriorando y destruyendo el único hábitat adecuado para que prospere la
especie humana.
Para salvaguardar
nuestro ecosistema y nuestra vida se hace necesario un cambio de paradigma en
la forma de producir, consumir y sobre todo de relacionarnos adecuadamente, tanto
entre nosotros como con el medio ambiente; por tanto es urgente dar un giro
hacia un sistema democrático y una economía no depredadora y eco sostenible que
hace de la Tierra un lugar habitable para el ser humano.
En el campo socioeconómico
si analizamos el desarrollo de los distintos países, podemos confirmar que los
que lograron un mejor progreso económico, social y ambiental son aquellos que
adoptaron sistemas democráticos y políticas de mercado, mientras que los que
aplicaron las variantes socialistas, estatistas y populistas se debaten en la
pobreza y una economía extractivista. Esto no ha cambiado a lo largo de la historia
y pese a esta constatación las masas siguen creyendo en los populismos, pues extrañamente las promesas son más anheladas y creíbles
que la realidad.
En el campo tecnológico
vemos que como producto del avance científico, cada vez se acrecienta más la
innovación y creación de nuevas formas de producir y comerciar, se potencia la
economía del conocimiento, la informatización en todos los sectores de
actividad y también se acrecienta la preocupación por el cuidado del ecosistema.
Ahora se producen más bienes y servicios
con cada vez menos materias primas y menos personas, aunque de mayor
capacitación tecnológica, lo que deja prever un cambio a corto o medio plazo de
la sociedad del trabajo tal y como la conocemos hasta ahora, por lo que los
países que no se preocupan por la investigación, la educación, la capacitación
tecnológica y la economía no depredadora y responsable con el medio ambiente,
van a sufrir las consecuencias.
Estamos viviendo los efectos del populismo y
capitalismo depredador y del cambio climático, por lo que deberíamos reflexionar
y plantearnos una nueva cultura de
sociedad y economía, que no esté obsesionada ni guiada por la especulación y el
crecimiento del PIB, sino con la capacidad de producir en forma sostenible nuestro
sustento, construir la infraestructura básica, promover y disfrutar de nuestra
propia cultura y la de los otros pueblos. Una sociedad con nuevas pautas
de comportamiento, con conciencia y compromiso personal, nacional e
internacional por la preservación del ecosistema apto para la vida de nuestra
especie humana. Una sociedad en la
que nos veamos los unos a los otros, no solo como personas individuales, sino
como una familia, como un pueblo, aunque cada uno con sus propias historias y tradiciones.
El objetivo de una
sociedad es el bienestar y seguridad de las personas y no el puro crecimiento
económico, se trata de cubrir las necesidades básicas más no el consumismo. El
objetivo es la felicidad del ser humano, con arte, cultura y en un ambiente apto
para su existencia y nuestra responsabilidad es legar a nuestros descendientes
una naturaleza más grandiosa y un mejor
ecosistema.
ovidioroca.wordpress.com
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