Ovidio Roca
Con mucha frecuencia se oye una frase atribuida a
Winston Churchill: "Si a los 20 años
no eres socialista, no tienes corazón; si a los 40 años no eres liberal, no
tienes cerebro".
El impacto generado en
las personas por las circunstancias de su vida y por la seducción de las
promesas e ilusiones de una vida mejor, que escuchan de líderes carismáticos y
demagógicos, es crucial en la formación de la mentalidad de los jóvenes. Las
personas y especialmente aquellas nacidas a mediados del siglo anterior que
fueron ilusionadas por las promesas del socialismo, el comunismo y la
revolución cubana, aún creen en la falacia de que el socialismo es humanista, progresista
y que su receta económica y política favorece al pueblo.
Lo extraño es que si se
mira la realidad de los países de la Unión Soviética, Cuba, Corea o Venezuela, podemos
verificar que en su gestión de gobierno ellos han destruido a los pueblos y a su
economía, causado hambre, enfermedades, muerte y miseria y la eliminación
física o judicial de todo aquel que se les enfrente, pero la ilusión persiste y
es mucho más fuerte que la realidad.
Estas
creencias sobre el socialismo perduran en el tiempo pese a las pruebas de su
fracaso y a la miseria física y moral que con su ideología y política han acarreado
a los pueblos. Una manera de entender esta actitud es considerando que las
ideologías son movidas por la fe y no por la razón y especialmente si se
decide ignorar la historia y reemplazar nuestra razón por las ilusiones.
Producto de esta mentalidad en Bolivia y en el mundo en general, se critica de una manera sui géneris el accionar de los gobiernos populistas y su incapacidad para garantizar la libertad, la economía, el bienestar, la salud de los ciudadanos, y de una manera censurable se les reclama por los medios: “Ustedes se dicen de ideología popular y socialista, pero en los hechos actúan fomentando el capitalismo y el mercantilismo” y también critican al Gobierno por algunas leyes que no les conviene: "Seguimos con leyes de Goni y los neoliberales en un gobierno revolucionario, como el que pregonan".
Estos articulistas
demócratas hacen sus reproches como si de verdad el socialismo y el comunismo
alguna vez haya favorecido a la libertad y la felicidad de las personas y llama
la atención que para conservar su ilusión socialista, no miran objetivamente la
miseria de Cuba, de Venezuela, la satrapía de Nicaragua y el camino hacia
la pobreza y anarquía a la que nos
conduce el socialismo comunitario cocalero del MAS.
CULTURA POLÍTICA Y
MIGRANTES RURALES
En la mentalidad de los
migrantes campo ciudad, podemos ver reflejada una fuerte influencia producto tanto de las circunstancias de su
vida cotidiana, como la del discurso emocional y las promesas de los demagogos.
Estos jóvenes han
crecido en un ambiente de pobreza e informalidad, donde el uso de la violencia
física es permanente y su experiencia está relacionada a una tradición familiar
y comunitaria autoritaria. Por ello, en procura de asegurar su supervivencia y
buscando su seguridad, están preparados para aceptar un programa político que combina la
promesa del vivir bien a costa del Estado y aceptan y apoyan el comportamiento
totalitario de los gobernantes, caudillos, jefes de sindicatos y especialmente al
partido populista gobernante y esto a pesar de ver la actuaciones despóticas
del gobierno, políticas públicas inadecuadas y antipopulares.
Estos migrantes que llegan
a las ciudades en procura de sobrevivir
a cualquier costa, lo hacen ejerciendo todo tipo de oficios y especialmente
aquellos relacionados con labores manuales diversas, comercio minorista,
contrabando, transporte; actividades que exige mucho esfuerzo y poca formación.
Esta inclinación por el
dirigismo y el populismo es generalizado y lo vemos cada día y también lo escuchamos
de dirigentes e intelectuales, lo que nos muestra la forma efectiva en que las
ilusiones y el discurso falaz afectan la mentalidad de las personas y
obviamente esta la defensa de sus propios intereses económicos y de poder.
Continuamente se repite
que hace falta educación, la comprensión y aceptación de los valores
democráticos y de los derechos y deberes ciudadanos y eso es cierto, pero lo
que la gente busca en primera instancia son oportunidades ciertas de trabajo y
superación social y económica y esto por supuesto conlleva la existencia de un
estado de derecho, democracia, propiedad privada y libre mercado, lo que
implica una totalidad.
ovidioroca.wordpress.com
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