Ovidio Roca
El
acceso a la Internet está sumamente restringido en países gobernados por
partidos comunistas, Corea del Norte, Vietnam, China y Cuba.
Nota de Prensa
Si miramos la geografía y la economía internacional,
vemos que los países exitosos y donde la gente vive mejor son aquellos donde
imperan los valores relacionados con el respeto a los demás, el reconocimiento
del mérito en todas las actividades, el conocimiento, la ética del trabajo y la
responsabilidad ciudadana. Son países que cuentan con una institucionalidad
consolidada, es decir que no solo tienen buenas normas, códigos, leyes y
costumbres sino que también se cumplen.
Los regímenes populistas
usan el Estado para reafirmar su poder por siempre y se olvidan y hacen olvidar
a la gente que el verdadero rol del Estado es defender el derecho a la vida, la
libertad y la propiedad de las personas y no el atemorizarlas y dominarlas.
Experiencias
internacionales nos muestra que no hay ningún secreto para transformar a un
país pobre en un país próspero, solo hay que lograr que el Estado garantice el
estado de derecho, no perjudique a la actividad privada y permita que la gente de
vía libre a su capacidad de innovación y se incorpore a la nueva sociedad de la
información y el conocimiento.
Este proceso de
transformación se encamina aplicando el modelo liberal democrático, que se
apoya en la propiedad y el esfuerzo privado, el ahorro, las inversiones, el
achicamiento del Estado, la libertad de gestión y evitar engorrosos trámites,
regulaciones y monopolios estatales, empresariales y sindicales, y sobre todo
contar con un ambiente de libertad y de seguridad para que la gente tenga
confianza en el futuro, se capacite, trabaje y así logre su progreso y bienestar.
Bajo este esquema liberal democrático, el
Estado es un guardián del estado
de derecho, no un empresario y solo debe invertir cuando es necesario en
sectores clave como la educación, salud, infraestructura básica, cuidado del
medio ambiente y redistribuye los recursos mediante impuestos progresivos.
Los regímenes populistas
castrochavistas, estatizaron la economía, hicieron una norma de la corrupción y
la multiplicaron, destruyeron los controles institucionales para instalar un Gobierno
unipartidario y un único caudillo de forma indefinida y usando mal el sistema electoral y los
referendo, los que por sí solos no son un instrumento de la verdadera
democracia y peor aun cuando se lo hace con personas mal informadas y
manipuladas por una campaña llena de miedos y mentiras.
Los populistas usan con mucha habilidad
los
movimientos de masas, llamados movimientos sociales y se sirven de eslogan, volantes, carteles, concentraciones
y demostraciones callejeras para enfrentar a la oposición y atemorizar al
pueblo. Pero cada vez más y gracias a la tecnología de la comunicación esto está
cambiando, y siguiendo los ejemplos internacionales las clase medias de américa latina y
ahora de Bolivia, usando Facebook, Blogs,
Twitter, teléfonos móviles, los correos electrónicos y otras herramientas de la
Web, luchan contra los sistemas autoritarios difundiendo
sus opiniones, noticias, denuncias, fotografías, videos; ellos intercambian
información, se organizan, se movilizan y llegan al mundo entero y esto será así
mientras el Estado no controle el Internet, como en Cuba, Corea y China.
El ejemplo de las dos últimas elecciones
judiciales y el referendo repostulatorio,
en las cuales el pueblo informado y comunicado derroto al Gobierno y mostro su
poder, nos señalan que los días del populismo están contados. Ahora la
responsabilidad de la población y sus líderes e instituciones democráticas, es
contribuir a la construcción de un plan de gobierno, armar equipos eficientes y
meritocráticos, locales y nacionales para la gestión del Estado y exigir el
desprendimiento personal de los líderes y de los partidos políticos para lograr
una gran alianza programática y de acción política.
ovidioroca.wordpress.com
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