Ovidio Roca
Aristóteles en su libro
“La Política” describe la ciudad, la polis, como una comunidad de comunidades y
afirma que solo en el marco de estructuras como la familia, la casa, la aldea y
de su mediación cultural, puede el hombre llegar al pleno despliegue de esas sus
capacidades sociales que lo distinguen de los demás seres vivientes. El
filósofo griego afirmaba que lo mejor para la polis es la diversidad entre sus
ciudadanos y no su homogeneidad.
En estos escritos
Aristóteles avanza sobre lo que llamamos actualmente el Principio de
Subsidiariedad o de Competencia Suficiente, que en su definición más amplia,
dispone que un asunto debe ser resuelto por la autoridad más próxima al objeto
del problema. Se trata por tanto de que los ciudadanos decidan ellos mismos lo
que les concierne y no deleguen a los niveles superiores sino las cuestiones
que se refieren a finalidades o intereses comunes.
Generalmente en la
práctica política y por la permanente angurria de poder de los gobernantes, este
principio no se aplica porque los gobiernos centrales tienen una irresistible
tendencia a concentrar todos los poderes y a sustituir el principio de
competencia suficiente por el de omni competencia, la concentración total del
poder en el Gobierno Central.
Donde vemos efectivamente
plasmado el principio de subsidiariedad, es en el modelo Federal Democrático, una
forma de organización política con un Estado central y distintos entes
territoriales autónomos que se relacionan entre si conforme a lo dispuesto en
su Constitución Federal. En esta Constitución se establece cómo se distribuyen
las competencias entre las distintas instituciones: Estado Nacional, Departamentos,
Provincias, Municipios, cada una de ellos disponiendo de su propio Gobierno y su
propia Constitución y asimismo de representantes legislativos y tribunales de
justicia propios.
En este marco, el
reparto de competencias entre el Estado Nacional y los entes territoriales
autónomos establece que si una competencia no está detallada en la Constitución
Nacional Federal, pertenece a los Departamentos y así sucesivamente. Las
competencias nacionales se reducen a la política exterior, la seguridad, la
política social y la economía (comercio exterior, mercados de trabajo). Obviamente
que existe una interrelación con el poder central, sin embargo en las
cuestiones ejecutivas, políticas y judiciales que atañen a sus territorios los
estados federales son independientes de la autoridad central para decidir sobre
ellos.
En Bolivia y muchos otros países, las Provincias son
anteriores al Estado Nacional y estos pueblos provinciales son un producto particular
de una larga historia y tradiciones. Son comunidades que tienen sus lenguas, usos,
costumbres y fronteras, que deben ser reconocidas y respetadas y son los
valores humanos, las creencias, las historias, esperanzas y amores compartidos
los que dan sentido a esa su cultura, por tanto es necesario algún grado de autonomía
entre los pueblos si queremos preservar la identidad y el ser cultural de cada
cual.
ovidioroca.wordpress.com
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