Ovidio Roca
Cuando los gobiernos populistas terminan de desarmar
el país, enfrentar entre sí a sus habitantes y sobre todo dilapidar los
recursos; eventualmente se ven obligados a salir o son expulsados del poder.
Luego es a otros a quien les queda la dura e ingrata tarea de reconstruir el
país, la sociedad, la economía y esto implica trabajo y sacrificios que el
pueblo cebado de populismo y demagogia no está dispuesto a aceptar.
Aquí empiezan los problemas, especialmente por las
diversas visiones de sociedad y de la economía que tienen los grupos
poblacionales como producto de su diversa herencia cultural e histórica. Unos pocos
de cultura hispano mestiza e influidos de alguna manera con el republicanismo y
el liberalismo, aspiran a un Estado democrático con leyes, libertades
individuales y propiedad privada; mientras otros que mantienen la cultura
tribal, comunitarista, derivada luego en sindical, prefieren un Estado
proteccionista, una sociedad comunitaria y un liderazgo vertical y mesiánico.
Es por demás evidente que nuestra economía nacional, estatista,
basada en la explotación de recursos naturales, cocalera, informal y
contrabandista, no es viable ni en lo económico, ni en el concierto
internacional de países que quieren vivir en democracia y con seguridad. Por esto
hace falta y de manera urgente, un rediseño de la estructura política económica
nacional y el establecimiento de un ambiente de seguridad jurídica y física,
para que los innovadores y emprendedores puedan desarrollar sus iniciativas en
un esquema de libertad y sana competencia.
Por esto y buscando el bienestar de nuestra población
en su conjunto, vemos la necesidad de estudiar y aprender del ejemplo de los
países exitosos: en su modelo de economía, su democracia, su sistema educativo,
su sistema de libertad, asuntos en los cuales las instancias políticas,
empresariales y sociales, se deberían comprometer impulsando una amplia tarea
educativa y de reeducación de la población.
En lo político, necesitamos plantearnos y concertar
una única visión de país y dada la diversidad cultural de la población, conformar
un Estado Republicano, Democrático y Federal donde quepan las particularidades
culturales de cada uno de nuestros pueblos y regiones, conformados como Estados
federales.
En el proceso de transformación económica y productiva
de lo que se trata no es dejar de hacer inmediatamente lo que estamos haciendo (agricultura,
industria, minería), sino hacerlo de manera distinta y más eficiente, apostando
como eje vertebrador en toda la cadena de valor, el conocimiento, la innovación,
la preocupación por la sostenibilidad, el medio ambiente, la eficiencia
energética y la sustitución de
combustible fósiles; con esto seguramente lograremos cambiar el modelo de
producción hacia uno más sostenible.
Se trata de rescatar los
principios que sustentan al Estado de Derecho: división de
poderes, legalidad, legitimidad y protección de los derechos fundamentales. Todo
esto en un marco de solidaridad, aplicando
el principio de subsidiariedad y como objetivo el bien común.
ovidioroca.wordpress.com
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