Ovidio Roca
La sociedad está en constante
renovación y la experiencia histórica nos muestra que los cambios políticos fueron
hechos por un pequeño grupo organizado: una vanguardia y luego la masa, mucha
gente motivada, decidida, fervorosa y entusiasta, pero que no son la
mayoría, ni para la revolución, ni para ninguno de los grandes procesos que
mueven al mundo.
En la Rusia Zarista un
pequeño grupo organizado y decidido tomo el poder y luego su ejemplo se
expandió por el mundo; posteriormente y como producto de su propia inviabilidad
e inoperancia el régimen comunista se derrumbó después de causar más de quince
millones de muertes de su propio pueblo. Lo singular es que nadie lo ataco, ni
lo empujo; se cayó solo y como en el desorden la única entidad con capacidad de
manejar la situación era la KGB (el mecanismo represivo del régimen) sus
miembros asumieron la totalidad del poder político y económico, se apoderaron
de los bienes del Estado y se los repartieron; pero esta vez bajo un modelo neocapitalista
donde los empresarios y nuevos ricos eran ellos.
El comunismo había muerto,
viva el capitalismo!; lo mismo se dio luego en Rumania, en Egipto y otros
muchos lugares, estos neocomunistas se tildan de demócratas, se apoderan del aparato
del Estado, de todas las propiedades y empresas estatales y se convierten en
los mayores capitalistas, los nuevos ricos y poderosos.
A la caída del
socialismo real la izquierda latinoamericana se reúne (en 1990) en el llamado Foro
de Sao Pablo y allí siguiendo a Fidel Castro, Lula y otros, diseñan la nueva
estrategia para la conquista y conservación del poder en esta nueva era.
Ellos saben que para
mantenerse en el poder, necesitan colocar a su gente con el control del aparato
del Estado y de todas las instituciones y agrupaciones del país: del ejército,
la policía, el poder legislativo, judicial, electoral, las organizaciones
sociales, los medios de comunicación, es decir de todo el aparato; además de contar
con sus grupos de presión con poncho o con corbata, pero bien pagados.
Establecieron que es
prioritario impedir la creación y funcionamiento de toda organización económica
y social que permita a la oposición organizarse.
También conformaron una
red, un mecanismo de mutuo apoyo político, económico y logístico entre países
Castrochavistas y con los regímenes socialistas del resto del mundo. Por
ejemplo, la Inteligencia cubana maneja los sistemas de seguridad y electorales
en estos países.
En esta nueva era, los
populistas, los nuevos comunistas, toman el poder y practican el Estatismo y
mercantilismo y mientras crean su propia burguesía se asocian y negocian con burgueses
locales, otorgándoles privilegios y monopolios estatales, permitiéndoles prosperar
mientras sean sumisos al poder y paguen las correspondientes comisiones, después
son desechables.
Actualmente la
población está cada vez más informada y a través de las redes sociales tiene
mayor participación y presencia política, por esto es que en Cuba y países
dictatoriales el acceso a internet es limitado. Y en estas circunstancias lo
que permanentemente pide la ciudadanía, la que vive de su propio esfuerzo y no
se acoge a eventuales ventajas políticas y raciales es lograr la unidad y un
frente unido, la asociación de organizaciones ciudadanas y de
partidos políticos democráticos para que pueda llevar una agenda de
gobierno a buen término.
Una tarea prioritaria que
se demanda es la desburocratización y achicamiento del Estado Central y la
realización de una real y efectiva descentralización y promoción de los
gobiernos Departamentales y Municipales, así como contar con instituciones confiables
y servidores públicos elegidos por mérito, que garanticen la eficiencia
administrativa, el respeto de los derechos de las personas, de los pueblos y
del ecosistema.
Ante este pedido se
hace urgente, unir y consolidar el frente democrático, político y ciudadano
para que asuma la conducción de los procesos electorales y acceder al Gobierno para
llevar adelante las urgentes reformas del Estado, ejecutando políticas públicas
de largo aliento para cambiar al país, en lo económico, político y judicial,
entre otras cosas.
La agenda de reconstrucción
contempla que es tarea fundamental del Estado garantizar la libertad ciudadana
y los derechos a la propiedad; construir un país donde se valora y respeta al
ciudadano que cumple la ley y aporta con su trabajo y conocimiento al
desarrollo de la sociedad; una sociedad en la cual todos somos iguales ante la
ley sin privilegios de sexo o tipo racial. Un país donde prevalece la
libertad y donde cada uno de los ciudadanos, respetando los derechos de los
demás y sin ningún privilegio del gobierno, pueda llevar adelante sus proyectos.
Un país donde los ciudadanos tengan confianza y respecto por las instituciones
y servidores públicos, pues no es viable que todo asunto tenga que ser dirimido
en las calles con bloqueos que perjudican a todos.
Es urgente transitar
del extractivismo hacia la economía productiva, avanzando en materia de
innovación, industrialización, educación y empleo. Aunque hay
principalmente tres tipos de riqueza: recursos naturales, energía y
conocimiento, hasta ahora hemos utilizado los minerales y el gas, dejando de
lado la economía del conocimiento que surge en los últimos tiempos como impulsor
de un nuevo tipo de sociedad, con la ingeniería genética, la inteligencia
artificial y la nanotecnología.
Cuando caiga Evo y si
no hay partidos y organización para dirigir el país, el grupo palaciego
continuara apoderándose de todo y así seguirán siendo los poderosos capitalistas,
por lo que en esta tarea de reconstrucción nacional las personas, los líderes políticos
y sociales, las instituciones, las empresas, tienen mucho que decir, más bien que
hacer.
ovidioroca.wordpress.com