PROLOGO
Oscar Tonelli Justiniano, fue un reconocido profesional de exitosa
trayectoria en los ámbitos público y privado. A principios de los años setenta,
viajo a la chiquitania como Consultor y desde ese momento se sintió deslumbrado
y apasionado por esa hermosa región, dedicando luego gran parte de su vida a investigar,
para luego mediante sus libros hacernos conocer el patrimonio histórico,
cultural, geográfico, económico y ecológico que encierra esa extensa región del
oriente boliviano.
Mi vinculación afectiva con el autor y su obra, hace que esta
presentación de su libro sea al mismo tiempo un testimonio de afecto personal y
reconocimiento a la labor intelectual de Oscar Tonelli; historiador, geógrafo,
naturalista y un rapsoda contagiado por el encantamiento de esas tierras, por
sus paisajes y por la vida del pueblo chiquitano.
La primera vez que llegamos con Cacho a la chiquitania, la
recorrimos extensamente, explorando todos los rincones y recogiendo el
sentimiento y necesidades de sus habitantes, conversando con ellos horas y
horas, recogiendo historias y relatos en cada choza, comunidad y poblado. Oscar
rápidamente conquistaba a sus interlocutores que se sentían deseosos y felices
de compartir sus conocimientos, recuerdos e historias y buscaban en el fondo de
sus “cachas” viejos documentos, diarios y cartas y los compartían; felices de
que alguien busque plasmar y difundir su rica tradición y lucha por construir
cultura y economía en esas lejanas comarcas.
Oscar era un investigador nato y permanentemente estaba visitando
el área geográfica de su preocupación, recogiendo y compartiendo testimonios y
datos con sus pobladores. Revisaba y compulsaba la veracidad de cada documento
que caía a sus manos y viajaba a cualquier lugar donde sospechaba podría
encontrar más y mejor información: en Bolivia, Paraguay, Argentina, Brasil y España;
recababa datos y documentos, tomaba notas detallando las distintas facetas de
su investigación y usando esa copiosa documentación publicó cinco libros sobre la Gran Chiquitania , quedando otros
tantos en preparación.
En cada uno de sus libros, Oscar Tonelli nos transporta a
ese extenso territorio oriental que abarca el 64 por ciento del Departamento
Santa Cruz y el 21.6 de Bolivia. En su primer libro, “Reseña Histórica Social y
Económica de la
Chiquitania ” nos introduce en su historia y cultura; busca y
encuentra el zapato de amatista de “Santa Ana la Cenicienta Chiquitana ”;
nos conduce por los caminos de los ancestrales caminantes indígenas en el
“Peabirú Chiquitano”, nos acompaña por la senda de los argonautas de la selva, buscando
el oro negro del “Caucho Ignorado” y nos lleva a volar en el imaginario Chiquitano
en “Ubio Karsch” Cuentos y Leyendas.
El libro que recibimos ahora, “Geografía, Historia y Naturaleza
Chiquitana” es el último que escribió, concluyendo su redacción en Buenos Aires,
mientras buscaba alivio para su quebrantada salud.
Al estilo de los
naturalistas y geógrafos de antaño, presenta en el mismo una visión integral y
maravillada del territorio, la evolución de su división política, su precámbrica
geología, fisiografía, clima y orografía, y finalmente la intrincada hidrografía,
con una detallada descripción de los ríos, lagunas y pantanos que abundan en la
región. Todo ello en un marco donde la cultura e historia de los habitantes y
la naturaleza circundante forman parte del todo. No se olvida del rescate de la
toponimia y de señalar la raíz indígena de los nombres que identifican la
geografía regional.
Con prosa llana y elegante, que llega al lector en forma de una amigable conversación, desarrolla sus
ideas y descubrimientos los que nos ilustran y a la vez nos contagian de su admiración
y cariño por este espacio geográfico cruceño al que dedico toda su obra.
Buscaba obsesivamente el espíritu de la chiquitania, la recorría
y observaba una y otra vez, esperando descubrirlo en su gente, en sus relatos,
su historia, su geografía. Mirándolo en la vida y en los ojos de sus originarios
pobladores; en los épicos exploradores de la espada y la cruz, aventureros y
místicos que finalmente quedan encantados por la tierra y se integran a ella en
la historia y en la vida.
Son actores principales de las historias que nos relata el
autor, juntamente con los pueblos indígenas chiquitanos, los padres de la Compañía de Jesús quienes
construyeron esa utopía, desgraciadamente interrumpida y que cada vez se hace más
imperioso rescatar. Lo son también modernamente esa elite cívica chiquitana de
mediados del siglo anterior que busco integrar su región a la vida Departamental.
Y lo es también Oscar Tonelli, con su obra íntegramente
dedicada a esta región con profesionalismo, rigor científico y sobre todo con pasión y amor por esos
pueblos, por esas tierras.
Ovidio Roca, Julio de 2012
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