Ovidio Roca
“Antiguamente
las personas se identifican por sus principios, valores y creatividad, actualmente
por la autopercepción de su raza y sexo”. Pukymon.
El
progresismo y wokismo destruye la tradicional cultura de occidente.
Reseña extractada del artículo: “Réquiem por Occidente”
de José Javier Esparza.
“Occidente fue una
fuerza que avanzaba por todo el mundo; era Roma frente a Cartago y Grecia
frente a los Persas. Occidente fue un conquistador español que abría selvas con
su estandarte. Occidente fue un explorador inglés buscando las fuentes del
Nilo. Occidente fue Juana de Arco Santa guerrera y mártir. Occidente fueron Dante,
Cervantes y Montaigne. Occidente era el marinero de alma salobre que tensaba
las gavias del galeón de Manila.
Occidente hoy es la histeria de lo woke (1) y la maldición sobre la propia historia y el odio
a sí mismo. De quien se mira y sólo reconoce el vacío de lo que un día existió.
Y el gesto bobo de las multitudes narcotizadas repitiéndose a sí mismas “Oh,
qué feliz soy”, sin apartar la vista del móvil, mientras se ponen de rodillas
ante su propio vacío.
Y seres que no son hombres ni mujeres, ni tienen hijos, ni tienen tierra ni
tienen Dios, seres que no son ni tienen nada. Hoy Occidente ha dejado de ser
Roma para ser Cartago”. J.J. Esparza.
(1) El término “Woke” se
asocia con los movimientos políticos progres, que promueven la política identitaria
principalmente de tres colectivos: los LGBTTTQIAX+,
la comunidad negra y las feministas.
Cultura de género.
La confrontación ideológica mundial continúa ya no es
con guerrillas ni lucha de clases, ahora se trata de una guerra cultural: la
del marxismo cultural y posmoderno, del progresismo, la cultura woke, los transexuales
y tranespecies, los supremasismos feminista, ecologista, indigenista y LGBTTTQIAX+.
Con la cultura del buenismo y del wokismo se ha
llegado a la errónea conclusión, de que la piedra angular de la identidad del
individuo no son sus valores, sus habilidades adquiridas y lecciones aprendidas,
ni su trabajo creativo, sus desafíos superados, sino el color de su piel y la
percepción de su género.
Todos
estos movimientos avanzan en manada para dominar a la sociedad humana natural y
tradicional y diariamente están presentes en las calles y en los Titulares de
los medios gracias a su gran capacidad comunicacional, buscando ser favorecidos
por el Estado con bonos, prebendas, planes sociales, todo a cambio de su apoyo
electoral.
Por su parte Putin, para también figurar en los
Titulares de los medios y potenciar su ego, interviene en la palestra y lo hace
produciendo destrucción y muerte en Ucrania y luego terror mundial con sus
bombas atómicas, nada imposible ni complicado contra una sociedad blandengue y ya
vencida.
El
mundo pasa del capitalismo y el trabajo productivo a la cultura woke.
Europa se desarrolló y se enriqueció gracias al
capitalismo, la innovación y el trabajo productivo, pero últimamente esto
cambio y se busca vivir del dinero que el Estado expropia a los demás ciudadanos
y distribuye.
En estos años del Siglo de la Estulticia, surgió el movimiento Woke que está
influyendo en la población, especialmente por el uso masivo de los medios de
comunicación.
Se trata de una amalgama de izquierdas progres, todas unidas para destruir las
bases del liberalismo clásico e implantar un Estado centralista,
intervencionista, hegemónico y obeso, que rige y decide sobre todos los
aspectos de la vida de las personas.
La cultura Woke y gracias a su gran capacidad comunicacional, se expande y lo
hace debilitando la familia natural y tradicional y al ciudadano libre,
promoviendo actores de la cultura del espectáculo y alejados del trabajo
productivo: Los trans, el indigenismo y el ecologismo, el feminismo.
Debe quedar claro, que los ciudadanos que critican a
estos movimientos LGTBIX+ etc, etc, no buscan excluir a nadie. Lo que se pretende
es un retorno a la sociedad natural con derechos individuales y se rebela contra
estos intentos de cambiar la cultura, naturaleza humana y su biología.
En el ámbito de la sociedad, se quiere evitar la distorsión de la educación
infantil; los experimentos médicos con los niños para que cambien de sexo; la
destrucción de los deportes femeninos con la incursión de los atletas trans y
la intrusión de las “palomas chicas o grandes”, en espacios exclusivos para
mujeres, como baños, vestuarios, cárceles y refugios.
La sociedad democrática considera que los derechos
humanos son universales y enraizados en la naturaleza humana. Que todos los
seres humanos poseen los mismos derechos, siempre que estos no se basen en
características secundarias como el género o la piel, sino que descansen en una
humanidad compartida. En otras palabras, si una persona se auto percibe como trans
y con su accionar no afecta a los derechos de los demás, mantiene sus derechos ciudadanos.
Ni más, ni menos.
Necesitamos reafirmar nuestros principios y valores,
dejar de lado la trampa, las falacias de lo políticamente correcto y avanzar
enarbolando las verdades simples y claras.
ovidioroca.wordpress.com
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